(Ecologistas
en Acción. Cuenca, 30 de octubre de 2003)
Son muchas las preguntas que desde Ecologistas en Acción
hemos realizado al Consistorio municipal de Tarancón sin
que, con el paso de los meses, se haya contestado
públicamente a ninguna de ellas:¿Se realizará incineración de residuos o
procesos similares? El proyecto la contempla - por
ejemplo, "valorización energética de
neumáticos"- y la Declaración de Impacto Ambiental
no la prohíbe expresamente; además, los promotores han
hablado ya en alguna ocasión de desorción térmica, que
es una forma de incineración. En cualquier caso, esta
instalación industrial prevé el tratamiento químico de
residuos peligrosos, actividad que generaría emisiones
gaseosas, en un área muy próxima al núcleo de
población. La incineración de residuos tóxicos y
peligrosos, a través de las emisiones de
los gases, de las aguas residuales, de las cenizas, sales
y de los restos de filtros y escorias, genera residuos
tóxicos sin quemar, metales pesados y productos de nueva
síntesis formados durante el proceso de incineración,
como las citadas dioxinas. Las sustancias citadas afectan
gravemente a la salud pública, por inhalación, y sobre
todo por ingestión de alimentos contaminados debido a su
carácter tóxico, persistente y bioacumulativo.
Entre estos efectos destacan la depresión del sistema
inmunitario, los daños en los sistemas nervioso,
reproductor y endocrino, y la capacidad de causar
cáncer. La población infantil es el sector de la
población más sensible a estos efectos sobre la salud.
El proyecto técnico empresarial está incompleto en el
expediente que obra en el Ayuntamiento: sólo existe de
una de las fases empresariales, la de almacenamiento de
residuos peligrosos y centro de transferencia. Sin
embargo, en el propio objeto del proyecto se habla de
"valorización, reciclado y reutilización de
envases y residuos de envases que presenten alguna
característica de peligrosidad o toxicidad" -como
envases de medicamentos, fitosanitarios, pinturas,
barnices y disolventes, cosmética, CFC's, amiantos
(procedentes de pastillas de frenos de vehículos fuera
de uso), etc., un objeto mucho más amplio que el
recogido en la primera fase.
La Ley de Residuos considera
residuos peligrosos a aquellos que figuren en la lista de
residuos peligrosos, "así como los recipientes y
envases que los hayan contenido". Por tanto, estamos
ante un centro para el tratamiento de residuos
peligrosos, a pesar de que desde un principio nos han
intentado "vender" otra cosa.
La capacidad de almacenamiento del centro es enorme,
entre 20.000 a 60.000 toneladas al año. Está diseñado
un parque de 11 tanques para líquidos inflamables (a
temperaturas de unos 20 grados, como por ejemplo
hidrocarburos), corrosivos (ácidos) y nocivos, con un
total de capacidad de 605 metros cúbicos; ya está
prevista una ampliación de otros 9 tanques. A esto hay
que añadir almacenamiento en bidones de otros 585 metros
cúbicos de residuos peligrosos. En cuanto a tratamientos
químicos de residuos peligrosos hay diseñada una
depuradora por oxidación húmeda con peróxidos,
con una capacidad de 2 metros cúbicos por hora.
Sobre los residuos que van a
tratarse in situ (envases de medicamentos fuera de uso,
de fitosanitarios, de pinturas, barnices y disolventes),
no existe una relación pormenorizada de los mismos
según la Lista Europea de Residuos; no hay un proyecto
técnico al respecto, que describa los procesos de
tratamiento.
Deficiencias de principio a fin: no existe un Plan de
Emergencia que incluya a las industrias ya existentes en
la zona.
Por si todo esto fuera poco, el Alcalde de Tarancón,
Raúl Amores, tampoco nos ha respondido a otras
cuestiones importantes:
¿Existe, como parece, alguna relación entre los
promotores de este proyecto y los responsables de la
empresa "Aceites Ecológicos de Arganda"?. Esta
empresa fue denunciada en reiteradas ocasiones por el
Ayuntamiento de Arganda, por verter los residuos que
almacenaba al alcantarillado público, por malos olores,
etc. El suelo donde se ubicaba fue declarado suelo
contaminado por la Comunidad de Madrid y se ordenó el
desmantelamiento de toda la instalación y la
recuperación ambiental de la zona.
¿Se ha producido la venta del proyecto iniciado por
Ecovalore al grupo empresarial TRADEBE? ¿Conocía el
alcalde los términos de esta operación?
Tampoco, a nuestro juicio, se justifica que se permita
esta instalación en suelo rústico, cuando el
Ayuntamiento de Tarancón dispone de suficiente suelo
para uso industrial.
Desde Ecologistas en Acción insistimos en que no se
entiende que el Ayuntamiento de Tarancón no haya
informado a la población sobre este proyecto, dadas las
implicaciones negativas sobre el medio ambiente y sobre
la salud que la Planta de Residuos Peligrosos acarreará.
Si el Ayuntamiento sigue sin dar respuesta al gran
número de taranconeros que nos respaldan, ya auguramos
que D. Raúl Amores y su equipo de gobierno pagarán, en
un futuro, un enorme coste político.
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