Castilla–La Mancha generará unos 253.000 kilos de residuos de teléfonos móviles en el periodo 2000–2002, según las estimaciones de la Asociación Multisectorial de Empresas de Electrónica y Comunicaciones (Asimelec) que ha presentado su campaña Tragamóvil.

En concreto, durante el año 2000 se generaron en la región unos 33.000 kilos procedentes de la telefonía móvil y para el 2001 la previsión alcanza unos 77.000, mientras que en el año 2002 la estimación es que se produzcan cerca de 143.000 kilos de este tipo de residuos.

El director general adjunto de Asimilec, Gonzalo Torralbo, presentó junto al director general de Calidad Ambiental de la Junta de Comunidades, Javier Nicolás, la campaña Tragamóvil con la que se quiere dar respuesta a la creciente generación de residuos de telefonía móvil. En Castilla-La Mancha prevé recoger unos 250.000 aparatos obsoletos.

La Junta de Comunidades ha brindado su apoyo a esta iniciativa, dentro de su política regional en materia ambiental, según Javier Nicolás, quien explicó que el objetivo en este área es prevenir una mayor cantidad de residuos, y en segundo lugar, su recuperación y reciclado para evitar que este tipo de productos electrónicos acaben en vertederos, donde puedan causar un alto grado de contaminación.

En la región se habilitarán siete centros fijos, que estarán situados en las instalaciones que la empresa Airtel tiene en cada una de las capitales provinciales, así como en El Corte Inglés de Albacete y la empresa Telyman de Ciudad Real.

El director general de Calidad Ambiental de Castilla-La Mancha aseguró que el gran problema de contaminación surge de las baterías de los teléfonos