LV/CUENCA

Ecologistas en Acción de Cuenca ha denunciado el grave impacto ambiental que las obras de la autovía Tarancón-Cuenca están provocando en los pinares y robledales de la Sierra de Cabrejas, en las cercanías de la capital conquense.

Según denuncia el grupo ecologista, sólo en los 30 kilómetros ejecutados del tramo Abia de la Obispalía-Cuenca se han destruído entre 50.000 y 100.000 árboles, una cifra que calculan que se elevará a los dos millones una vez terminen las obras.

Para Ecologistas en Acción, las alternativas a la destrucción de los bosques de Cabrejas pasarían por mejorar la carretera existente, dotándola de arcenes, o como mal menor, desdoblar la carretera para su transformación en autovía, «una opción mucho menos agresiva».

Carlos Cano, de Ecologistas en Acción de Cuenca, explicó que, además, el trazado va a transcurrir por las laderas, «algo que tendrá un fuerte impacto paisajístico y que dejará a los montes de la zona sin vegetación recuperable y con profundas trincheras».

En su opinión, «hay en la actualidad una avalancha de proyectos muy impactantes para la naturaleza que no son tan necesarios como la autovía de Teruel o el AVE ya que hubiese bastado con mejorar o completar las infraestructuras actuales».

Así, dijo que las obras de la autovía de Teruel discurren únicamente por zonas boscosas, mientras que, las del AVE partirán en dos la Serranía Baja.

A esta situación se añade que no se haya diseñado ningún viaducto ni pasos de fauna, lo que supone un efecto barrera para la expansión de especies como, por el ejemplo, el corzo.