Medio Ambiente ultima el borrador del plan de recuperación del lince ibérico

El texto tiene como finalidad conservar las poblaciones de esta especie, así como su hábitat  
(La Verdad de Albacete, 17 de Agosto de 2.002)

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha concluido el borrador del Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Castilla-La Mancha, un texto que será sometido en fechas próximas al dictamen del Consejo Asesor de Medio Ambiente y al trámite de información pública como pasos previos preceptivos para su aprobación definitiva por el Consejo de Gobierno.

Este texto, informa la Junta de Comunidades, tiene como finalidad conservar las poblaciones de lince ibérico y su hábitat en Castilla-La Mancha, así como eliminar las amenazas para la supervivencia de esta especie que está catalogada en peligro de extinción tanto a nivel nacional como regional. El borrador ya ha sido debatido y analizado por el Grupo de Trabajo del Medio Natural del propio Consejo Asesor de Medio Ambiente.

El lince ibérico está considerado como el felino más amenazado del planeta, debido a su escasa población, su fragmentada distribución y el acusado declive de sus poblaciones durante el último siglo.

Distribución restringida

Debido a las especiales características de esta especie y a la baja densidad de sus poblaciones actuales, es muy difícil determinar cuantos linces hay y dónde se distribuyen exactamente. No obstante, se sabe que su área de distribución mundial está restringida al cuadrante suroccidental de la Península Ibérica.

Se estima que el número de efectivos de la especie habría disminuido en un 80 por ciento entre 1960 y 1990, lo que da una idea de la velocidad de su regresión, quedando la población actual restringida a un número inferior a los 400 individuos, de los que menos de un centenar estarían localizados en el territorio de Castilla-La Mancha. Su presencia en la región se distribuiría por los Montes de Toledo, Sierra Morena y Sierra de Alcaraz.

El lince es una especie con requerimientos de hábitat y alimenticios muy específicos, por lo que la alteración y destrucción de su hábitat y la disminución de las poblaciones de su principal presa -el conejo- son las dos principales causas de su declive.

A estos dos factores habría que sumar la utilización de métodos de control de predadores ilegales como son el empleo de venenos, cepos y lazos, la caza ilegal y los atropellos.

Por ello, el Plan de Recuperación elaborado por la Consejería hace especial hincapié en la conservación de los hábitats propios del lince y en la eliminación de las amenazas para la supervivencia de la especie.

Por último, en el Plan también queda plasmada la necesidad de colaboración y coordinación con otras administraciones o instituciones que desarrollen actuaciones destinadas a la conservación del lince y de su hábitat o cuyas actuaciones puedan tener incidencia sobre las poblaciones del lince o su hábitat.

El programa eliminará las causas de mortalidad no natural

Las actuaciones contempladas en el Plan se centran en varios aspectos. En primer lugar, la conservación «in situ» de la especie, para la que, entre otras medidas, se establecerá un programa de vigilancia de las áreas críticas para el lince ibérico y se trabajará en la eliminación de las causas de mortalidad no natural.

En cuanto a la conservación y manejo del hábitat para la especie, se elaborará un protocolo sobre conservación y manejo del hábitat, se favorecerá la conservación y potenciación de especies de presa (conejo de monte) y se mejorarán las disponibilidades alimentarias en zonas de cría.

Otras actuaciones irán encaminadas a la conservación «ex situ» de la especie, como la colaboración en el desarrollo de programas de cría en cautividad que se establezcan en el marco de desarrollo de la Estrategia Nacional para la Conservación del lince ibérico. Asimismo, se llevarán a cabo actuaciones de investigación y seguimiento de las poblaciones de lince y actuaciones de divulgación, sensibilización y formación.

Reto complejo

La conservación de la especie del lince ibérico supone un reto muy complejo que requiere la participación de las administraciones públicas, instituciones, organizaciones y sectores sociales implicados. Por ello, el Plan de Recuperación de la Consejería prevé el establecimiento de acuerdos con propietarios para facilitar la adecuada gestión del hábitat de la especie, así como con organizaciones conservacionistas u otras asociaciones que realicen actuaciones destinadas a la conservación del lince ibérico.

 
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