El 45% del suelo regional tiene un nivel preocupante de desertización

Las zonas más afectadas se encuentran en los límites con las comunidades de Murcia y Valencia.
El 80% del territorio de Castilla-La Mancha tiene un nivel de degradación de suelos considerable
 
(La Verdad de Albacete, 29 de Julio de 2.002)

ELÍAS JIMÉNEZ/ALBACETE

Según el mapa de riesgo de desertificación elaborado por varias organizaciones internacionales como la UNESCO o la Organización Mundial de la Meteorología (OMM) se puede decir que la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha posee un 45 por ciento de su territorio que está sometido a un riesgo de desertización moderado, con índices superiores a las zonas limítrofes con las comunidades autónomas de Murcia y Valencia.

La desertización no supone la existencia de un desierto, pero sí que se están dando las circunstancias necesarias para la fabricación de un desierto a largo plazo, con la degradación física y biológica de los ecosistemas y la pérdida tanto de masa forestal como de fertilidad en los suelos.

El Atlas Mundial de Desertificación establece que un 80 por ciento del territorio de Castilla-La Mancha presenta un nivel de degradación de suelos moderado, mientras que un 15 por ciento del suelo alcanza un nivel alto de degradación y el 5 por ciento restante muy alto. Estos dos últimos valores afectan fundamentalmente a la parte sur y sureste de la provincia de Albacete.

El director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, Francisco Montero, explicó que «estos dos indicadores ponen de manifiesto que es necesario abordar políticas de previsión que contemplen la protección de la cubierta vegetal presente, que en la mayoría de los casos es de carácter autóctono y perfectamente adaptada».

Las causas que provocan este proceso de desertización provienen fundamentalmente de la mano del hombre, pero también existe un factor puramente climatológico.

La desertización provoca que la tierra se haga menos productiva, imponiéndose a las plantas una creciente limitación hídrica y nutricional.

Los cambios en el planeta se están acentuándo desde la década de los setenta, porque el problema emerge en forma de nuevos problemas ligados a los importantes cambios que el hombre está produciendo por todo el planeta.

Proyecto Efeda

Según el proyecto Efeda, un estudio realizado por la Universidad de Castilla-La Mancha y dirigido por Francisco Martín de Santa Olalla, para analizar este fenómeno, las causas más usuales es el abandono de las áreas de agricultura marginal, los incendios forestales y las técnicas forestales incorrectas, así como un sobre pastoreo y la expansión de cultivos en zonas ecológicas graves.

Este estudio atribuye el proceso de desertización como una herencia histórica de las actuaciones humanas sobre el territorio, con continuos cambios en el uso del suelo sin tener en cuenta sus condiciones y el frágil equilibrio de los ecosistemas mediterráneos.

Según este estudio, la desertificación constituye una seria amenaza por su incidencia territorial, ambiental, ecológica y socioeconómica.

Los principales procesos de desertización son la erosión hídrica, salinización y alcanización, la eliminación de la cubierta vegetal, la sobre explotación de las reservas hídricas, el abandono de las prácticas tradicionales de conservación del suelo y la incorrecta planificación de los usos del suelo.

Francisco Montero explicó que actualmente se están desarrollando algunos proyectos de investigación de carácter internacional, nacional e incluso regionales, «cuyos objetivos pasan preferentemente por el estudio y evaluación de la capacidad de adaptación de distinto material vegetal a las condiciones medioambientales reinantes y previsibles».

Recursos hídricos

Además, estos proyectos, en los que participa la universidad regional, pretenden evaluar y optimizar los recursos naturales disponibles «con especial relevancia a las disponibilidades hídricas que son el nivel de los acuíferos, y los niveles de captación, distribución y aplicación».

El director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos también explicó que «Albacete aparece en este contexto como punta de lanza en materia de investigación aplicada con proyectos desarrollados desde el Centro Regional de Estudios del Agua (CREA) y desde la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO).

29/7 La principal medida protectora es la corrección de ramblas y avenidas E.J./ALBACETE

RAMBLAS. Las ramblas provocan todos los años la pérdida de cientos de hectáreas de suelo fértil. / LV

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Fundamental ayuda europea La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, está trabajando para evitar en la medida de lo posible la erosión del suelo en toda la región, y particularmente en la provincia de Albacete, por ser una de las más afectadas.

Son cinco los grandes campos en los que trabaja la Consejería para reducir estos problemas de erosión del suelo.

El primer ámbito de actuación es lo que pretende es lograr una repoblación de los bosques de la región. En este sentido, el delegado provincial de Agricultura, Manuel González Ramos, informó de que desde 1984 se han repoblado 4.000 hectáreas de monte público, «a lo que hay que añadir la reforestación que se realiza gracias a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), por la que se han repoblado otras 18.000 hectáreas de monte de carácter privado.

La segunda medida que toma la administración regional consiste en la consolidación de las masas forestales ya existentes, mediante tratamientos adecuados con herbicidas, podas correctas, etc. De esta forma además de proteger la masa forestal de enfermedades se previene también contra los incendios forestales.

La tercera medida para prevernir la erosión del suelo en Castilla-La Mancha consise en la corrección de ramblas, avenidas y cauces torrenciales mediante la construcción de diques. En este sentido, el delegado de Agricultura explicó que se está trabajando en las dos comarcas más afectadas por este fenómeno, que provoca el arrastre del suelo cuando existen lluvias relativamente fuertes, y que son Campos de Hellín y La Machuela.

En La Manchuela el municipio más afectado por este fenómeno es Villamalea, mientras que en Campos de Hellín las localidades más afectadas son Fuente Álamo, Tobarra, Ontur y Hellín. Con la construcción de diques lo que se pretende es que proteger el suelo fértil del arrastre y por tanto de una erosión desmesurada.

Lucha contra incendios

La cuarta medida es la relacionada con la campaña de lucha contra incendios, mediante la cual se pretende que sea mayor la superficie repoblada que la incendiada. En este sentido, Manuel González Ramos aseguró que hasta la fecha se repuebla más de lo que se quema. El delegado de Agricultura puso como ejemplo el incendio de Yeste, producido en 1994 y en el que se quemaron más de 14.000 hectáreas de monte quemadas «de las que se han regenerado ya entre el 85 y el 90 por ciento».

La última medida de conservación de suelos en Castilla-La Mancha es la consolidación de regadíos, con el que se pretende mantener los cultivos leñosos como es la viña que ayudan fijar más el suelo. «Si usamos el agua racionalmente ayudamos a mantener la cubierta vegetal y se pueden garantizar los cultivos», apuntó el delegado de Agricultura, que añadió que con este tipo de cultivos se retrasa la desertificación.

Durante el pasado año, el Gobierno regional invirtió más de 1.200.000 euros en la conservación de suelos, dinero que en la provincia de Albacete se destina fundamentalmente a las zonas más castigada, sobre todo en el sureste de la provincia, como son Fuenteálamo, Tobarra y la zona de La Manchuela.

 
La principal medida protectora es la corrección de ramblas y avenidas  
(La Verdad de Albacete, 29 de Julio de 2.002)

ELÍAS JIMÉNEZ/ALBACETE

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, está trabajando para evitar en la medida de lo posible la erosión del suelo en toda la región, y particularmente en la provincia de Albacete, por ser una de las más afectadas.

Son cinco los grandes campos en los que trabaja la Consejería para reducir estos problemas de erosión del suelo.

El primer ámbito de actuación es lo que pretende es lograr una repoblación de los bosques de la región. En este sentido, el delegado provincial de Agricultura, Manuel González Ramos, informó de que desde 1984 se han repoblado 4.000 hectáreas de monte público, «a lo que hay que añadir la reforestación que se realiza gracias a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), por la que se han repoblado otras 18.000 hectáreas de monte de carácter privado.

La segunda medida que toma la administración regional consiste en la consolidación de las masas forestales ya existentes, mediante tratamientos adecuados con herbicidas, podas correctas, etc. De esta forma además de proteger la masa forestal de enfermedades se previene también contra los incendios forestales.

La tercera medida para prevernir la erosión del suelo en Castilla-La Mancha consise en la corrección de ramblas, avenidas y cauces torrenciales mediante la construcción de diques. En este sentido, el delegado de Agricultura explicó que se está trabajando en las dos comarcas más afectadas por este fenómeno, que provoca el arrastre del suelo cuando existen lluvias relativamente fuertes, y que son Campos de Hellín y La Machuela.

En La Manchuela el municipio más afectado por este fenómeno es Villamalea, mientras que en Campos de Hellín las localidades más afectadas son Fuente Álamo, Tobarra, Ontur y Hellín. Con la construcción de diques lo que se pretende es que proteger el suelo fértil del arrastre y por tanto de una erosión desmesurada.

Lucha contra incendios

La cuarta medida es la relacionada con la campaña de lucha contra incendios, mediante la cual se pretende que sea mayor la superficie repoblada que la incendiada. En este sentido, Manuel González Ramos aseguró que hasta la fecha se repuebla más de lo que se quema. El delegado de Agricultura puso como ejemplo el incendio de Yeste, producido en 1994 y en el que se quemaron más de 14.000 hectáreas de monte quemadas «de las que se han regenerado ya entre el 85 y el 90 por ciento».

La última medida de conservación de suelos en Castilla-La Mancha es la consolidación de regadíos, con el que se pretende mantener los cultivos leñosos como es la viña que ayudan fijar más el suelo. «Si usamos el agua racionalmente ayudamos a mantener la cubierta vegetal y se pueden garantizar los cultivos», apuntó el delegado de Agricultura, que añadió que con este tipo de cultivos se retrasa la desertificación.

Durante el pasado año, el Gobierno regional invirtió más de 1.200.000 euros en la conservación de suelos, dinero que en la provincia de Albacete se destina fundamentalmente a las zonas más castigada, sobre todo en el sureste de la provincia, como son Fuenteálamo, Tobarra y la zona de La Manchuela.

 
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