Adena se personará en tres nuevas causas penales por utilización de cebos envenenados, dos casos en Ciudad Real y un tercero en Toledo, siendo ya seis los casos en Castilla-La Mancha en que la organización ecologista está ejerciendo la acusación particular en este tipo de delitos.

A la sentencia firme condenatoria de Albacete, en el mes de mayo del presente año (Término de Casas de Lázaro), hay que añadir los casos todavía pendientes de resolución en Toledo (Nambroca y Gerindote), a los que ahora se suma San Martín de Montalbán, mientras en Ciudad Real, las acusaciones se han concretado en presuntos delitos cometidos en Moral de Calatrava y Montiel.

La nueva acusación en Toledo viene motivada por unos hechos que se produjeron el dos de marzo de 2000, cuando miembros del equipo del Seprona de Toledo, registraron el vehículo del guarda de caza de la finca Valdelayozo, en San Martín de Montalbán, coto situado junto al de Valdezarza, también con antecedentes al respecto, pues ya en 1998, agentes de la guardería forestal, habían encontrado en este último numerosos huevos envenenados repartidos por toda la finca, realizando la correspondiente denuncia.

En esta ocasión, en Valdelayozo, el Seprona, durante el registro del vehículo del guarda, localizó en el interior de una misma caja, diez docenas de huevos de codorniz, un recipiente con el rótulo «veneno» y el material necesario para inyectar el veneno en los huevos (jeringuillas). Además, en la guantera del vehículo se encontró una bolsa de plástico con varias morcillas con un fuerte olor a pesticida y que se encontraban manchadas de tierra, como si acabaran de ser retiradas del campo.

Según informa en nota de prensa la organización ecologista, el presunto autor de los hechos fue detenido e interrogado por el Seprona y puesto a disposición judicial.