Los propietarios de la central nuclear de Zorita (Guadalajara) no consiguen reparar la central y hacer que funcione dentro de los parámetros exigidos por el Consejo de Seguridad Nuclear. Ecologistas en Acción solicita que no se ponga de nuevo en marcha la central, puesto que supondría un gran peligro.

Durante la última parada para recarga, que se ha prolongado más de un mes, los propietarios de la central de Zorita se vieron obligados por el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) a realizar una serie de reparaciones. Éstas fueron ya calificadas como chapuceras y temerarias por Ecologistas en Acción que solicitaron que no se produjera la recarga y que, en cambio, se procediera al cierre definitivo de la central. Una importante reparación afectaba al sistema de refrigeración de emergencia que en la central de Zorita es un elemento clave. Hay que recordar que Zorita sólo tiene un lazo de refrigeración y, caso de que éste falle, la única salvaguarda sería el sistema de refrigeración de emergencia. Este sistema debería extraer el calor del núcleo del reactor para evitar su fusión y un accidente de incalculables consecuencias.

Tras las reparaciones se han realizado una serie de pruebas que han arrojado el resultado de que el sistema de refrigeración no es capaz de suplir el caudal requerido, sino que la cantidad de refrigerante es un 10 % menos del que sería necesario. Y este hecho viene a producirse tras las largas reparaciones ha que ha sido sometida la central tras este proceso de recarga. La reacción del CSN ha sido prolongar una semana más la recarga para dar la oportunidad a los propietarios de la central de cumplir las especificaciones.

Es evidente que es una temeridad poner en marcha la central en estas condiciones y que nada garantiza que las reparaciones autorizadas sean capaces de elevar el caudal del sistema de refrigeración de emergencia hasta el nivel necesario. Más bien todo apunta hacia un nuevo fallo de este sistema vital para la seguridad y tremendamente envejecido.

Ecologistas en Acción solicita por tanto que no se ponga en marcha la central y se proceda a su cierre definitivo, que estaba programado para abril de 2006.