El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, defendió, ante el titular de Medio Ambiente, Jaume Matas, la necesidad de que la central nuclear de Zorita (Guadalajara) sea cerrada, mientras que el ministro dijo al respecto que no tiene competencias y que apuesta por las energías renovables.

Tras firmar un convenio sobre reforestación y conservación de los bosques de Castilla-La Mancha por importe superior a los 267 millones de euros (más de 44.000 millones de pesetas en siete años) Bono aprovechó la ocasión para «fijar su posición de forma clara y actualizada» respecto a la central de Zorita.

Tras cuestionar las medidas de vigilancia y el celo de Unión Fenosa, propietaria de la central, a la que no citó, el presidente regional defendió el cierre de la central José Cabrera de Almanacid de Zorita «porque es tan antigua -dijo- como la fotografía que exhibe en su interior en la que aparece el dictador» inaugurando la planta. «La central de Zorita -señaló- que es un vivo exponente de antigüedad, por lo que debe estar en las almonedas, donde se exhiben las cosas viejas», afirmó Bono.

El presidente regional felicitó a los activistas de Greenpeace que el pasado mes de abril se encaramaron a la cúpula de la central dejando así en evidencia sus medidas de seguridad, cuestionadas también ayer por Bono, quien se preguntó que hubiera ocurrido si en vez de ecologistas los protagonistas hubieran sido terroristas.

Señaló también que el único interés existente en que esta central siga funcionando está en sus propietarios por «cobrar el kilovatio más que en vigilar la seguridad a la que están obligados y Zorita -reiteró Bono- ya está suficientemente amortizada, ya ha dado bastantes beneficios».

El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, dijo al ser preguntado si la sintonía puesta de manifiesto con Bono también la hacía extensible a la central de Zorita, manifestó que «no tenemos competencia en esta materia». Señaló que el Gobierno apuesta «por mantener la estructura de la energía nuclear siempre que reúna las condiciones», dijo el ministro, quien reiteró que el gobierno de Aznar apuesta por las energías renovables.

Explicó que el objetivo es que en 2010 se duplique la producción de energías renovables hasta alcanzar el 12% del total nacional. «Tenemos la voluntad de cerrar o modificar entre veinte y treinta centrales térmicas tradicionales y sustituirlas por sistemas menos contaminantes» como al gas natural, capaz de reducir hasta el 75% los niveles de emisión de gases.