Unas 200 personas participaron ayer en la sexta marcha antinuclear a pie a la central de Zorita, en cuyas puertas han llevado a cabo un cierre simbólico de la planta con cadenas y un candado para reclamar su clausura, dadas las importantes deficiencias de seguridad que consideran tiene esta instalación nuclear. La marcha estuvo encabezada por una pancarta en la que se podía leer Zorita, ni un año más, tras la cual desfilaron miembros de organizaciones ecologistas, juveniles, sociales, sindicatos, partidos políticos y asociaciones de diversa índole.

Los participantes recorrieron a pie los dos kilómetros que separan el municipio de Almonacid de Zorita (Guadalajara) de la central nuclear, en una marcha pacífica que transcurrió sin incidentes.

Esta marcha a pie forma parte de la campaña que llevan a cabo colectivos ecologistas en favor del cierre «inmediato y definitivo» de la central nuclear de Zorita, a la que sucederá una nueva manifestación en septiembre, que recorrerá las calles de Guadalajara capital, cuya fecha concreta está por determinar.

Nada de prórrogas

Las treinta organizaciones convocantes de la sexta marcha antinuclear a pie a las instalaciones de la central, propiedad de Unión Fenosa, quieren que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no conceda en octubre una nueva prórroga de la licencia de funcionamiento de esta planta.

El portavoz en materia nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castro, dijo que la central nuclear de Zorita «está obsoleta, es insegura y su cúpula registra importantes problemas» y criticó la connivencia que ha mostrado el CSN para que siga funcionando, al conceder a sus propietarios hasta tres exenciones.

El número de participantes en esta marcha fue menor que en otras ocasiones.