Ecologistas en Acción denuncia irregularidades en el último simulacro nuclear de Trillo  
(Ecologistas en Acción. Guadalajara, 28 de noviembre de 2003)

El último simulacro de emergencia nuclear se produjo en Trillo (Guadalajara) a finales de 2002. Según Ecologistas en Acción el inapropiado punto de concentración de la población, la deficiente identificación de las carreteras, la dirección del viento o las deficientes comunicaciones son sólo algunas de las irregularidades que se produjeron en el simulacro.

A finales de noviembre de 2002 se produjo el último simulacro de emergencia nuclear en torno a la central de Trillo. Según los responsables del consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y los propietarios de las centrales nucleares, en caso de accidente nuclear severo no debería haber ningún problema porque existen dispositivos capaces de minimizar los daños sobre la población. Los planes de emergencia nuclear y, en particular el plan de Guadalajara, el PENGUA, han sido a menudo criticados por Ecologistas en Acción que sobre todo ha denunciado la deficiente coordinación entre las instituciones involucradas, Ayuntamientos, Ministerio del Interior y Protección Civil. Los sucesos de este último simulacro vienen a confirmar el hecho de que en caso de emergencia se producirían graves irregularidades que harían inviable la evacuación de la población.

Según Ecologistas en Acción las principales deficiencias que se observaron fueron, en primer lugar la incapacidad de cambiar las directrices del plan ante el hecho de que la dirección del viento no coincidía con la prevista en el simulacro. ¿Es que los responsables de la evacuación sabrían de antemano cual iba a ser la dirección del viento? Además de por este hecho, la descoordinación se puso de manifiesto al producirse en primer lugar la evacuación de las personas de una zona que no era, según los planes del simulacro, la más gravemente afectada.

Por si esto fuera poco, el punto de concentración de Trillo se fijó en una calle sin salida, en que la accesibilidad era más que limitada y en que el espacio para que la población pudiera desenvolverse era más que reducido. El punto para aterrizaje del helicóptero era también inapropiado ya que estaba situado en una zona de sembrados que, tras las últimas lluvias de noviembre, se encontraba convertido en un barrizal que dificultaba el acceso de la población y para las maniobras de aterrizar y despegar.

Pero aún se produjeron más desajustes. En una zona como la de Trillo un 60% del territorio no tiene cobertura para teléfonos móviles, las comunicaciones de emergencia son claves. Pues bien, no se suministró ningún tipo de sistema de comunicaciones capaz de mantener en contacto a los diferentes agentes que intervenían en la organización o a los vehículos que participaron en el simulacro.

Ecologistas en Acción no puede por menos que preguntarse cuál es el destino de los fondos y recursos que se destinan a la preparación de los municipios para un posible accidente nuclear severo. Los sucesos de este simulacro son un ejemplo de lo que la población puede esperar en caso de accidente. Hay que recordar que todas estas incidencias se produjeron sin que hubiera una situación real de tensión ¿qué habría ocurrido en caso de accidente real?.

 
 
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