Greenpeace-España reclamó ayer al Gobierno del Partido Popular la puesta en marcha de un plan de abandono de la energia nuclear, empezando por el inmediato cierre de las centrales más antiguas –las de Zorita (Guadalajara) y Garoña (Burgos)– tras la aprobación en Alemania de un acuerdo en ese sentido.

Carlos Bravo, director de la campaña contra la energia nuclear de esta organización ecologista dijo ayer que el gobierno germano ha terminado por dar excesivas concesiones a las eléctricas en los plazos para el abandono de la energía nuclear, pero al menos ha mostrado una «voluntad política» que en el caso del gobierno español no existe.

Así, acusó al Ejecutivo de desoir el sentir general de la opinión pública, ya que las encuestas del CIS hablan de un 70% de españoles partidarios del abandono de est fuente energética. En este sentido, Greenpeace reclama un plan de abandono de la energía nuclear y un debate energético que incluya la gestión de residuos. Bravo llamó la atención sobre el «creciente riesgo» que suponen mantener abiertas las centrales más antiguas, como Zorita que ya tiene 33 años de vida y supera el plazo máximo que se ha dado en este plan de cierre de centrales nucleares en Alemania, pero que la industria española está planteando dar otros seis años más de vida útil.

«Esa propuesta es demencial de locura, proque la vida útil de Zorita está totalmente agotada, y es peligroso, debido a sus problemas de agrietamiento», añadió. En otro orden de cosas, el informe del año 2000 del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que acaba de remitir al Congreso, desvela que las siete centrales nucleares españolas registraron el pasado año 55 sucesos de carácter notificable, 36 menos que en 1999, todos ellos clasificados de nivel 0 y no supusieron ningún riesgo.

Este informe indica asimismo que el control de la seguridad de las centrales dio lugar a 188 inspecciones, frente a las 193 en el año 1999, un total de 68 dictámenes y 32 instrucciones técnicas complementarias a los permisos de explotación.

El presidente del CSN, Juan Manuel Kindelán, tras comparecer ante la Comisión de Economía y Hacienda, destacó que los problemas de seguridad con la energía nuclear se están trasladando en la actualidad de las centrales nucleares a las pequeñas instalaciones.