EUROPA PRESS • TOLEDO Las asociaciones ecologistas de Castilla-La Mancha, reunidas ayer en Toledo, estudian la posibilidad de presentar de forma firme ante el Ministerio de Medio Ambiente (Miman) y la Junta de Comunidades la descatalogación del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, para que dejen de ser considerados espacios protegidos. De este modo pretenden denunciar que se utiliza a estas zonas como tapadera para conseguir sobreexplotando los recursos naturales de estas comarcas.

Esta iniciativa, según avanzó el coordinador de Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha, Miguel Angel Hernández, responde a la «hartura» de las asociaciones, que han visto, a propósito de la reciente aprobación del Plan Hidrológico Nacional (PHN) apoyado por el Gobierno regional, cómo se las utiliza y «cómo se utiliza el medio ambiente como excusa para seguir manteniendo políticas de desarrollo insostenible».

Los ecologistas no quieren que se vuelvan a destinar fondos para una zona de regadío «que se ha declarado sobreexplotada» y que además se ampara en dos espacios que «se denominan naturales y no son tales». «Son espacios muy directamente intervenidos por el hombre», dijo, asegurando que en la actualidad, Las Tablas de Daimiel son «un mero escaparate» y las Lagunas de Ruidera «un simple parque acuático donde se hace turismo».

En este sentido, afirmó que «ya estamos hartos de que se nos utilice para amparar ciertas decisiones del Gobierno regional», «que –añadió– va vendiendo una imagen de ecologista cuando no se la merece». Criticaron el apoyo de la Junta a proyectos como el PHN, la consecución del AVE por toda la región o el aeropuerto de Ciudad Real.

Todas estas actuaciones, «que no son nuevas», demuestran que el presidente castellano-manchego, José Bono, «en vez de apostar por el desarrollo de la región sacrifica el medio ambiente en aras de proyectos de dudosa rentabilidad económica y social», añadió Hernández.

Gestos sin contenido

Según indicó el responsable de Ecologistas en Acción en Albacete, José Manuel Pérez Pena, «Bono ya no necesita al movimiento ecologista para vender una imagen de diferencia con el resto» como ha demostrado su apoyo al AVE, al PHN, «que no ofrece ninguna solución para la región», y al aeropuerto que «asaetea y crucifica» la Red Natura 2000.

Los ecologistas, aseguró, «somos para ellos una carga pesadísima en su gestión porque tenemos muy buena memoria y no se nos olvida nada».

Esta nueva línea de confrontación en contra de las posiciones «graves» que está adoptando el Gobierno regional, apoyada de forma unánime por Ecologistas en Acción en las cinco provincias de la Comunidad Autónoma, además de Amigos de la Tierra, Greenpeace, la Sociedad Española de Ornitología y la asociación WWF/Adena, tiene como objetivo hacer llegar a la sociedad un mensaje claro de la realidad y ver qué alternativas viables existen para no realizar impactos mediambientales.

Además de estudiar la descatalogación de los dos parques castellano-manchegos, que se hará definitiva probablemente a partir del mes de marzo, los ecologistas han acordado, aunque los tachen de traicionar o de ser insolidarios con la región, acudir a la UE «buscando el amparo en Bruselas por no encontrar aquí ningún nivel de racionalidad», solicitando el bloqueo de los fondos comunitarios que puedan derivarse de todos los proyectos anteriores.

El coordinador de Ecologistas en Acción en Castilla-La Mancha indicó que todos estos problemas «no son sólo cosa de Bono», ya que «los cimientos de estas actuaciones los ha puesto el Gobierno central con sus proyectos», pero matizó que el presidente regional tiene una doble responsabilidad en el asunto: la búsqueda de complicidad «buscada durante años» con el medio ambiente «detentando una imágen que no le corresponde», y el respaldo que el Gobierno regional ha ofrecido a los proyectos del AVE y el PHN.