Cada móvil advertirá a partir de junio su nivel de emisión de ondas

La etiqueta reflejará la potencia del aparato y el índice de absorción corporal de las ondas electromagnéticas
Podría ser una pegatina en el teléfono o un folleto
 
(El Mundo, 12 de Marzo de 2.002)

MADRID. Los teléfonos móviles que se vendan en España a partir de junio deberán llevar una etiqueta que indique su potencia y el nivel de absorción de ondas electromagnéticas. La idea tiene casi un año de antigüedad, pero la fecha se sabe desde ayer, cuando la avanzó Francisco Vargas, subdirector general de Sanidad Ambiental y Salud Laboral del Ministerio de Sanidad.

En mayo del año pasado, un grupo de expertos independientes realizó un estudio para Sanidad en el que estableció que la exposición a campos electromagnéticos no es perjudicial para la salud «dentro de los límites establecidos por la UE». Pero entre las recomendaciones, aquel informe instaba a las compañías fabricantes de terminales celulares a «clasificar y etiquetar sus productos de forma clara y sencilla en función de sus potencias de emisión».

Pegatina o folleto

La Unión Europea indica que el nivel de exposición del público a campos electromagnéticos está entre 0 Hz. y 300 GHz. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una tasa de absorción inferior a cuatro vatios por kilo no es nociva. Por debajo de estos números de clase de física deberán moverse las etiquetas a partir del verano.

Diez meses después de aquel informe, los ministerios de Sanidad a través del Instituto Nacional de Consumo y de Ciencia y Tecnología, y las compañías fabricantes de teléfonos tienen casi elegida la forma en que los 29 millones de usuarios de móviles en España sepan qué están utilizando o que van a comprar. El asunto está tan maduro que en este momento la discusión sólo afecta a un aspecto: saber si la información irá en el aparato o en el folleto de instrucciones.

«Nosotros queremos que sea una pegatina en el mismo teléfono y los fabricantes prefieren que vaya en la caja, supongo que para que el cliente no se asuste o algo así. Pero es una cuestión formal. Los fabricantes son receptivos al etiquetado y todas las partes estamos intentando llegar a un texto exacto que satisfaga a todos», decía ayer Vargas.

En adhesivo o en prospecto, la información deberá contar qué cantidad de energía libera el aparato, qué nivel de absorción corporal de ondas tiene y qué precauciones deben tomar los «grupos de especial atención» (niños o usuarios de prótesis como audífonos y marcapasos, entre otros).

Tiempo y calor

«El 99% de los móviles cumple con los límites de exposición marcados por la UE, pero el consumidor tiene derecho a saber qué compra y a elegir entre unos y otros. La información nunca está de más y por ejemplo es bueno saber que cuanto más cerca está un teléfono de una antena menos energía libera y viceversa o que el tiempo que estemos colgados al teléfono influye en la temperatura corporal», afirma el subdirector general de Sanidad Ambiental.

Vargas copresentó ayer Ondas electromagnéticas y salud, un libro en el que distintos expertos resumen lo que se sabe sobre telefonía móvil, radio, televisión y alta tensión.

«Ni la física, ni la evidencia científica, epidemiológica y experimental han aportado pruebas consistentes de peligro derivado de exposiciones a campos de potencias por debajo de los límites marcados en la legislación», escriben los técnicos.

 
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