Ecologistas en Acción considera que el Plan Integral de Mejora de la Calidad del río Tajo, informado favorablemente ayer por mayoría de votos en el Consejo del Agua de la Confederación Hidrográfica del Tajo no responde a las necesidades de recuperación integral del río, incumpliendo el mandato de la Ley del Plan Hidrológico Nacional.

Los documentos del Plan Integral aprobados ayer no son más que una simple compilación de las actuaciones que ya estaban previstas en los respectivos Planes de Depuración del Ministerio de Medio Ambiente y de las Comunidades Autónomas, y han dejado de lado la cuestión clave para asegurar la mejora integral del río, y que no es otra que el aumento de los caudales circulantes en el río, especialmente en el tramo entre Bolarque y Talavera de la Reina. Estos caudales se encuentran en la actualidad agotados dada la sobreexplotación que suponen el trasvase Tajo-Segura y el descontrol en los aprovechamientos para regadío, industrias y abastecimientos urbanos.

El Plan Integral, que más bien habría de denominarse Plan de Depuración, no aporta más que algunas nuevas actuaciones de depuración, pero no aborda siquiera calendarios exigentes para la puesta en funcionamiento de nuevas depuradoras. Y lo que es aún más grave, no incluye mecanismos de financiación, sin los cuales el Plan se queda en un documento vacío de compromisos.

Todas estas deficiencias han llevado a que el Plan nazca el consenso necesario, ya que ni las dos Comunidades Autónomas con más territorio en la cuenca del Tajo, esto es, Extremadura y Castilla-La Mancha, ni los grupos ecologistas se mostraron a favor del Plan. Extremadura, en un ejercicio de coherencia, votó en contra del Plan por la falta de un compromiso de financiación por parte de la Confederación del Tajo. Castilla-La Mancha se abstuvo y mostró públicamente su rechazo al hecho de que el Plan no plantease ninguna medida para recuperar los caudales del río Tajo. La postura de Castilla-La Mancha resultó un tanto ambigua y tibia, puesto que, si no estaba de acuerdo con lo que sus representantes en el Consejo calificaron como una parte muy sustancial del Plan, debiera haber mostrado un rechazo más claro.

Ecologistas en Acción, en representación de los grupos ecologistas en el Consejo del Agua del Tajo, manifestó su rechazo al Plan, aunque no le fue permitido ejercer el derecho al voto por la actitud, que sólo cabe calificar de antidemocrática, del Presidente del Consejo, a la sazón Presidente de la Confederación del Tajo, que se amparó en una cuestión formal de la que la propia Confederación era responsable, para retirar el voto al representante ecologista en el momento que ya se estaba realizando la votación.

Ante el contenido y planteamiento engañoso que supone el Plan Integral aprobado y ante las numerosas irregularidades que han rodeado su aprobación, Ecologistas en Acción ha decidido recurrirlo emitiendo una carta de protesta a la Ministra de Medio Ambiente, la cuál se basará en los siguientes puntos:

- El Plan no responde en absoluto al objetivo de mejora integral del río Tajo que la propia Confederación Hidrográfica definió y que quedó expresado en la memoria de metodología para la elaboración del Plan del siguiente modo: “La elaboración del Plan Hidrológico del Tajo y su resultado ha puesto claramente de manifiesto que el tratamiento de los aspectos de calidad [de las aguas] no puede separarse en ningún modo de los relativos a la cantidad por lo que será preciso abordar ambos de manera simultánea y en profundidad”.

- El Plan no incluye un acuerdo de financiación acordados entre la Confederación Hidrográfica y las Comunidades Autónomas que haga viable siquiera las medidas de depuración

- La convocatoria y el desarrollo de la reunión del consejo del Agua en la que se ha informado favorablemente el Plan no cumplió con los requisitos legales, ya que no se remitió a los miembros del Consejo el documento del Plan que se sometía a aprobación, y no se permitió ejercer el derecho de voto al representante ecologista.

Por último, Ecologistas en Acción considera el Plan Integral como un nuevo fracaso de las administraciones en el objetivo de recuperar el Tajo, que deja una vez más en evidencia el Plan Hidrológico Nacional, pues el Plan Integral era una de las pocas medidas de carácter medioambiental que contemplaba, y deja en muy mal lugar a aquellos que lo apoyaron.