Según Gil, en estos momentos, el Parque Nacional presenta un encharcamiento de apenas unas 300 hectáreas cuando su estado óptimo se considera que se alcanza cuando están encharcadas unas 1.800 hectáreas, una situación debida a que el Acuífero 23, sobre el se ubican, se ha vaciado y el agua proveniente de otros trasvases se ha ido a ese acuífero o se ha evaporado.

En todo caso, el consejero señaló que el futuro de este Parque Nacional no se puede ver sólo en relación con la llegada de agua mediante diferentes trasvases, ya que no se le puede «mantener siempre enfermo, sino que hay que curarle» y darle una solución definitiva. En relación con este tema, reiteró la petición ya realizada al Gobierno central de que adelante la financiación del proyecto de tubería que unirá el trasvase Tajo-Segura con la Mancha Occidental, Ciudad Real y Puertollano y que se inicie esta obra, aunque todavía no estén aprobados los fondos europeos con los que se quiere pagar. Por otro lado, el consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, declaró que la «solidaridad» con las zonas húmedas no se demuestra sólo «predicando», sino trabajando en su recuperación con la toma de medidas para alcanzar ese objetivo.

En relación a la celebración, el próximo sábado, del Día Internacional de los Humedales, señaló que, a veces, de cara a estas zonas, se hacen actos protocolarios, mientras que desde el Gobierno regional –indicó– se trabaja en colaboración con los ayuntamientos de la región y los ciudadanos para mantener un nivel de agua adecuado para su equilibrio ecológico.