El rechazo al Plan Hidrológico Nacional y al trasvase del Ebro congregó ayer en Barcelona a unas 150.000 personas, según la Guardia Urbana, y unas 400.000, según los organizadores.

La manifestación había sido convocada por medio centenar de organizaciones agrupadas en la Plataforma en Defensa del Ebro y estaba apoyada por grupos ecologistas, partidos de izquierda catalanes y aragoneses, así como por organizaciones sindicales.

Un gran número de participantes llegaron a Barcelona en más de 250 autocares que partieron principalmente de las comarcas catalanas del Ebro y de tierras aragonesas, aunque también se fletaron una decena de autobuses procedentes de Andalucía, Madrid, Logroño e incluso Francia y Alemania, según la organización.

La manifestación partió minutos después del mediodía de la plaza de Cataluña y dos horas después de su inicio empezaban a caminar las personas que se encontraban en la cola, cuando ya habían terminado los parlamentos en la avenida de la Catedral.

La marcha, que ha tenido un marcado carácter lúdico y festivo, estaba encabezada por un grupo de personas que sostenían un gran tubo en forma de nudo, símbolo de la plataforma antitrasvase, y a continuación por una pancarta con el lema Por una nueva cultura del agua, en catalán y castellano, que sostenían el presidente de la Plataforma en Defensa del Ebro, Manolo Tomás, y líderes políticos y sindicales.

En un segundo término y con una pancarta con el mismo lema escrita en distintos idiomas marcharon el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; el presidente del PSC, Pasqual Margall, así como diversos europarlamentarios y científicos contrarios al PHN. También asistió el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.

Muchos de los participantes en la manifestación lucían camisetas y pañuelos azul marino con el signo del tubo en forma de nudo, portaban globos del mismo color y gritaron consignas como «el río es vida, no al trasvase» durante todo el recorrido.

El actor y humorista Oriol Grau leyó un manifiesto consensuado por los organizadores en el que se señalaba que «no es cierto que el agua sobre de donde se quiere sacar. No es cierto que llevarla desde el Ebro o el Ródano hasta dónde falta sea la solución».

Intereses en duda

En el manifiesto se critica que PP y CiU quieran llevar a cabo el trasvase «contra el deseo de la mayoría de catalanes y aragoneses, contra los verdaderos intereses de la gente del País Valenciano, Murcia y Almería. Contra las directivas comunitarias sobre la gestión del agua, su calidad, su precio, preservación de zonas húmedas, defensa de zonas de especial protección de las aves y los ecosistemas».

En nombre de la comunidad científica que participó en la manifestación, el catedrático de la Universidad de Zaragoza y presidente del Consejo Ibérico de Planificación y Gestión de Aguas, Pedro Arrojo, señaló que «esta impresionante marea, esta inundación de ciudadanía le va a aguar al señor Aznar su cumbre europea».

Otras dos manifestaciones contra el PHN se celebraron ayer a la misma hora en Zaragoza y Teruel.

Tomás dijo que con esta manifestación acaba un ciclo de lucha y que en una nueva asamblea decidirán qué nuevos pasos efectuará la Plataforma en Defensa del Ebro.