AGUSTÍN VICO/ALBACETE

Los regantes albaceteños, un ejemplo. Esta es la principal y sorprendente conclusión del informe sobre regadío en España, que han elaborado, a petición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dos técnicos del Instituto Agronómico Provincial de Albacete, Prudencio López Fuster y A. Montoro Rodríguez.

El documento, "El ahorro como principal recurso de agua para el futuro", fue dado a conocer al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, el pasado jueves en Toledo durante la jornada autonómica del Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural, en la que un grupo de expertos analizaron la situación y perspectivas del sector agrario en Castilla-La Mancha.

Los autores comienzan llamando la atención sobre la imposibilidad de, tal como se hace ahora, emplear el 72% del agua dulce utilizable del planeta en regar cultivos, algo que no se podrá seguir manteniendo si se quiere sostener la creciente demanda del abastecimiento urbano y los usos ecológicos.

Ahorro que, en opinión de los redactores de la ponencia, pasa por: la mejora de infraestructuras de los antiguos regadíos; la modernización de los equipos de riego; el conocimiento de la productividad del agua; el uso sostenible de los recursos hídricos y el empleo de herramientas eficientes para su gestión.

La suma de estas actuaciones podría suponer la disponibilidad de «un 38% más» de agua para riego, lo que equivaldría a 9.000 hectómetros cúbicos al año.

La cantidad más importante, 5.000 hectómetros cúbicos por año, provendría de la modernización de todas las redes de distribución del agua hasta la parcela de riego, a la que habría que sumar el ahorro por la mejora y modernización de los sistemas de aplicación del agua al suelo, 2.800 hectómetros cúbicos, y el producido por la mejor eficiencia agronómica para los diferentes cultivos, después de introducir la tecnología necesaria y «ya disponible para hacerlo», que supondrían otros 1.300 hectómetros. Los redactores advierten que los ahorros podría ser, incluso, superiores, ya que en sus cálculos no han incluido los que podrían obtenerse por las modificaciones de las superficies de ciertos cultivos, debidos a los cambios en las ayudas por superficie de la Política Agrícola Común (PAC) que se pueden dar en el futuro, como cultivos de riego en verano sin importantes subvenciones que «disminuirían muy significativamente» sus superficies sembradas «liberando recursos». En este sentido, hay que destacar que sólo entre el maíz y la alfalfa consumen en el conjunto de España más de 7.000 hectómetros cúbicos para su riego.

La falta de modernización hace que en pleno siglo XXI el sistema de riego predominante en España sea por gravedad, sin tecnificar, con casi dos millones de hectáreas, el 60% de la superficie regada. Cerca de un millón de hectáreas, 24% del total, se riegan por aspersión y el 16% restante con riego localizado (goteo).

Según los anteriores porcentajes las superficies en riego por gravedad consumirían el 76% del agua total utilizada por los regadíos (más de 18.000 hectómetros cúbicos al año), mientras que para el riego por aspersión, sería preciso un 18% del agua, y sólo un 6% para el riego localizado, que ocupa un 16% de la superficie regada.

Cultivos

El 80% de las superficies de regadío en España se utiliza en regar diez cultivos herbáceos básicos (maíz, trigo, cebada, alfalfa, patata, tomate, remolacha, algodón, arroz y girasol), que consumen el 53% del agua, y los diez cultivos leñosos más importantes (naranjo, mandarino, limonero, viñedo, olivar, melocotonero, manzano, peral, albaricoquero y almendro), en los que se gasta el 20% del agua.

Maíz y alfalfa

Sólo el maíz y la alfalfa consumen más de 7.000 hectómetros cúbicos de agua, siete trasvases como el contemplado en el Plan Hidrológico Nacional.

Estas diferencias llevan a los autores a proponer que se prime el regadío de los cultivos más eficaces, en detrimento de aquellos que consumiendo más agua, lo hacen de manera poco efectiva, e insisten en la necesidad de modernizar el regadío y emplear de manera eficiente los equipos de riego, lo que puede suponer una diferencia del 10% del agua a aplicar en una parcela modernizada. El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural, actualmente en fase de elaboración, tiene como objetivo recoger y analizar en profundidad el presente y futuro del sector agroalimentario español, así como la problemática que rodea la actividad del mundo rural.

A. VICO/ALBACETE

Fuster y Montoro afirman que en un futuro próximo el agua, en España, será «el más escaso y preciado recurso» dado que el consumo para riego coloca al país «entre los cuatro primeros consumidores de agua por habitante, unos 1.000 metros cúbicos por habitante y año», cifra sólo superada por EE UU, Canadá e Italia, y por encima de Alemania, Francia o el Reino Unido, por lo que verá afectada «por las restricciones que se avecinan». El regadío en España ocupa el 15% de la superficie agraria útil, entre 3,17 y 3,34 millones de hectáreas, es responsable del 60% de la producción final agraria y consume el 80% del agua (24.100 hectómetros cúbicos al año). El 20% restante se reparte en abastecimientos urbanos (15%) e industriales (5%).

La necesidad de modernizar los regadíos para ahorrar agua viene reconocida en el mismo PNR, que según el informe, expone «el gran desfase» entre su importancia socio económica y su conservación y tecnología, pues, por su antigüedad, el 29% de los mismos supera los 200 años, el 36% tiene más de 90 años y sólo el 27% tiene menos de 20 años.

Castilla-La Mancha: 417.000 hectáreas de regadío, un 5,26% de su superficie total.

Murcia: 170.262 hectáreas de regadío, un 15,04% de su superficie total.

Comunidad Valenciana:342.151 hectáreas de regadío, un 14,71% de su superficie total.

La Rioja: 44.286 hectáreas de regadío, un 8,80% de su superficie total.

Aragón: 398.493 hectáreas de regadío, un 8,36% de su superficie total.

Andalucía: 714.804 hectáreas de regadío, un 8,18% de su superficie total.

Cataluña: 254.549 hectáreas de regadío, un 7,97% de su superficie total.

Navarra: 81.491 hectáreas de regadío, un 7,84% de su superficie total.

Extremadura: 207.940 hectáreas de regadío, un 5% de su superficie total.

Castilla y León: 410.842 hectáreas de regadío, un 4,37% de su superficie total.

Baleares: 19.408 hectáreas de regadío, un 3,93% de su superficie total.

Canarias: 29.298 hectáreas de regadío, un 3,92% de su superficie total.

Madrid: 25.577 hectáreas de regadío, un 3,19% de su superficie total.

ESPAÑA: 3.177.811 hectáreas de regadío, un 6,29% de su superficie total.