DÍA 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales

Ecologistas en Acción denuncia el mal estado de conservación de los humedales castellano-manchegos

 
   
La política de protección de la Junta de Comunidades y del Ministerio de Medio Ambiente no es eficaz para detener el deterioro generalizado de las zonas húmedas  
(Ecologistas en Acción. Toledo, 1 de febrero de 2004)

 

Castilla-La Mancha, a pesar de contar, al menos sobre el papel, con la mayor parte de sus zonas húmedas amparadas bajo alguna figura de protección, mantiene estos productivos y ricos ecosistemas en un lamentable estado de conservación.

Patos en la laguna Ojos de Villaverde, en Albacete
Foto: Ecologistas en Acción
 
La contaminación de las aguas, fundamentalmente proveniente de núcleos urbanos, pero también de focos industriales y agrícolas, y la falta de caudales, por la sobreexplotación de acuíferos y aguas superficiales, han llevado a los humedales castellano-manchegos a un estado generalizado de degradación que se ve reflejado en la pérdida de la vegetación acuática y riparia y en el descenso del número de especies de fauna presentes.

El paradigma de esta situación lo representa el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, un espacio que hoy en día, debido a las condiciones de artificialidad en las que se mantiene, es más parecido a un parque temático que a un espacio natural. Sólo los aportes del trasvase Tajo-Segura, retenidos además por la presa de Puente Navarro, permiten mantener bajo mínimos las Tablas de Daimiel que, de otra forma, ya habrían desaparecido ante la falta de voluntad política por resolver el problema de la sobreexplotación del acuífero 23. Además, las perspectivas para el futuro no pueden ser menos esperanzadoras, el borrador del Plan Especial del Alto Guadiana presentado por la Confederación Hidrográfica, en el mejor de los casos, esto es, si se pone coto al despilfarro de agua y a los regadíos ilegales y llueve por encima de la media, deja para dentro de 35 años el momento en que vuelvan a correr las aguas por los Ojos del Guadiana. Muchos de nosotros nunca lo veremos.

En menor grado, pero con consecuencias similares, muchos otros humedales se encuentran muy amenazados. Las lagunas de Ruidera por la sobreexplotación del acuífero 24 y por la saturación urbanística, la lagunas de La Mancha por los vertidos sin depurar y las roturaciones, los refugios de fauna de los embalses del Tajo por la contaminación del río y la falta de caudales, y así un largo etcétera que abarca buena parte de las 65.000 de hectáreas de humedales existentes en la Región.

Para frenar este deterioro, la Junta de Comunidades de Castilla-LA Mancha viene desarrollando el Plan de Humedales, sobre el papel un ambicioso proyecto de conservación de estos ecosistemas. Hasta la fecha este Plan ha permitido declarar protegidos la mayor parte de los humedales de la Región, lo que al menos ha permitido preservar físicamente mucho de estos espacios. Sin embargo, es evidente que se está fracasando en lo más importante, es decir, en proteger eficazmente los ecosistemas que albergan. Y en ello tiene buena parte de la culpa, además de la Junta de Comunidades, el Ministerio de Medio Ambiente y las Confederaciones Hidrográficas.

Las actuaciones del Ministerio, muchas veces avaladas o consentidas desde la Junta de Comunidades, han sido y son contraproducentes para la conservación de las zonas húmedas. La limpieza y dragado de cauces, la falta de control de los regadíos ilegales, el incumplimiento sistemático de la legislación sobre vertidos y depuración, la falta de deslinde del dominio público hidráulico, denotan una falta de voluntad que raya, sino está completamente inmersa, en el delito medioambiental.

Si fuera verdadera y sincera la voluntad de las Administraciones de conservar estos ecosistemas únicos que son los humedales hace tiempo que se habría puesto coto a esta terrible problemática.

 
 
Más Noticias de este Año

Página Principal Castilla-La Mancha

Página Principal Albacete