Cabe recordar que la comarca de Villarrobledo forma parte del ámbito de influencia del acuífero 23. Al término de la reunión, el alcalde explicó que en el transcurso de la misma repasaron los proyectos más importantes para Daimiel en la Legislatura que ahora comienza, entre ellos, la puesta en marcha de un segundo polígono industrial, de unas cien viviendas públicas con algún tipo de protección social, así como la puesta en funcionamiento de un teatro y un museo comarcal. Según apuntó el alcalde Daimiel y la cuenca Alta del Guadiana, sufre el problema de la sobreexplotación del Acuífero 23, que amenaza al desarrollo agrario y ambiental.

En este momento se está redactando el Plan especial del Alto Guadiana que es la mención que realiza el Plan Hidrológico Nacional y, según dijo Díaz-Salazar, lo que se está exigiendo a la Confederación Hidrográfica del Guadiana es que dicho Plan se consensúe. Para el alcalde de Daimiel, seguramente esta sea la última oportunidad para poner orden la «tragedia ambiental» que soporta toda la cuenca Alta del Guadiana. Por eso, pidió a la Confederación que recoja las aportaciones no sólo del sector agrario, de los regantes, sino también de los representantes de los gobiernos municipales y autónomo, que hasta el momento no han tenido participación.

Díaz-Salazar agregó que de la mano de un buen Plan especial se podría empezar poco a poco a superar esta situación que ha supuesto una pérdida importante en una riqueza calificada como «reserva de la bioesfera» y señaló que Las Tablas es el último exponente que nos queda.

Las Tablas último exponente vivo de lo que la UNESCO calificó como Mancha Húmeda y necesitada de recuperación de los niveles hídricos. Eso pasa por la aprobación de un Plan especial que ponga en marcha un modelo de desarrollo más sostenible y menos economicista que el instaurado en los años 60.