Instituciones y colectivos ciudadanos comienzan a trabajar para reelaborar el plan de recuperación de la ribera del Júcar

Más protección para la ribera del Júcar

Instituciones y colectivos ciudadanos comienzan a trabajar para reelaborar el plan de recuperación de un tramo de 31 kilómetros de este maltratado río. Se podrían expropiar unas 400 hectáreas de suelo para dejar fuera de peligro una mayor superficie
(La Verdad de Albacete. 8 de Abril de 2.002) Con varios años de retraso las instituciones se han puesto de una vez manos a la obra para desarrollar el Plan de Recuperación de la Ribera del Júcar. Teniendo como base el proyecto presentado en 1996 al Ayuntamiento de Albacete por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), se ha constituido a iniciativa del Consejo Local de Medio Ambiente un grupo de trabajo con el fin de decidir qué se quiere hacer en la ribera de este maltratado río, tanto las instituciones como los ciudadanos, en un tramo de 31 kilómetros. El proyecto que se está estudiando afectaría no sólo al municipio de Albacete, sino también a Tarazona, Madrigueras, Motilleja y Mahora. El grupo de trabajo está integrado por representantes de Ecologistas en Acción, Federación de Asociaciones de Vecinos de Albacete (Fava), Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO), grupos políticos municipales (IU, PP y PSOE), Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y además, ese tiene la intención de invitar a responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar, un organismo que tiene mucho que decir y que además financiará el 70% del coste del proyecto con fondos comunitarios Feder (la Junta aportará un 20% del presupuesto, y el 5% restante, el ayuntamiento). Cabe recordar que tanto para este proyecto como para la mejora del canal de María Cristina existe un presupuesto de 11.660.000 euros (1.940 millones de pesetas, aproximadamente). Flexibilidad A la primera reunión de este grupo de trabajo, celebrada hace apenas unos días, asistió en representación de la Junta de Comunidades el director general del Agua, Enrique Calleja, quien dio cuenta de las conversaciones mantenidas con altos responsables de la CHJ, los cuales manifestaron su predisposición a modificar el Plan de la Ribera cuanto sea necesario. Pues bien, y aprovechando esta actitud flexible de la Confederación, el grupo de trabajo ha acordado encargar a la UCLM, en colaboración con el Centro Regional de Estudios del Agua (CREA) la elaboración de un nuevo proyecto para la Ribera en el que se recojan de manera ordenada todas las sugerencias que instituciones y colectivos interesados en la materia aporten. La idea es que el nuevo proyecto esté concluido a lo largo de este año 2002, para comenzar a actuar durante el próximo ejercicio. Y es que el proyecto que presentó la CHJ en 1996 está, además de desfasado, fuera de la filosofía que de un tiempo a esta parte se viene aplicando en los programas de intervención en ecosistemas tan frágiles como son las riberas de los ríos. Cipriano Escribano, de Ecologistas en Acción, señalaba que «el proyecto que tenemos sobre la mesa es excesivamente intervencionista, las acciones que contempla convertiría este tramo de la ribera casi en un parque periurbano, y eso sería un tremendo error». El grupo de trabajo opina que es preciso no sólo mantener intactas las zonas virgenes –si es que las hay–, sino incrementar la superficie protegida o a recuperar forestalmente, para lo que está en proyecto la expropiación de casi 400 hectáreas de suelo como mínimo, una cantidad insuficiente para los ecologistas. Ésto es Jucarlandia
El proyecto inicial de la Confederación Hidrográfica proponía la creación de zonas de pic-nic, un jardín botánico y hasta un circuito con aparatos gimnásticos en la ribera
El proyecto presentado en 1996 por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), y que ha dormido el sueño de los justos durante cinco años, pretendía convertir casi 32 kilómetros de ribera en una zona de ocio y esparcimiento, sin olvidar la conservación de cauces y riberas. Los ecologistas, tras estudiar el plan, se echaron las manos a la cabeza por entender que un proyecto de recuperación como el que se viene demandando desde hace años para una ribera tan deteriorada como la del Júcar no debe servir para transformar un ecosistema frágil en un parque periurbano. «Ése parecía ser el objetivo, una vez vistas las actuaciones previstas, primando la creación de áreas de recreo sobre otras cuestiones», señalaba Cipriano Escribano, de Ecologistas en Acción. De hecho, en la memoria del proyecto de la CHJ se hacía especial hincapié en la necesidad de dar una respuesta a la «creciente demanda» por parte de la sociedad de lugares de ocio y esparcimiento en ecosistemas acuáticos. Uno de los apartados clave del proyecto eran las actuaciones en las áreas recreativas de La Marmota, Cuasiermas y Las Mariquillas. En este sentido, para La Marmota se planteaba la creación de una zona de pic-nic en la que se debían incluir dos zonas de juegos, una de barbacoas y la instalación de mobiliario (mesas, bancos y papeleras). Propuestas Junto a ésta, una zona de aparcamientos perfectamente delimitada por una formación arbustiva plantada. Además de plantaciones de árboles y arbustos por todo el área, el proyecto apostaba por la creación de un itinerario ecológico. Para Cuasiermas, además de las mismas propuestas que para La Marmota, el proyecto proponía la puesta en marcha de un jardín botánico. Para Las Mariquillas la CHJ pensó en crear un circuito de entrenamiento para correr y una zona deportiva con aparatos gimnásticos, al igual que un paseo fluvial. Estas medidas, siguiendo la filosofía que inspira al grupo de trabajo constituido para la recuperación de la ribera, se quedarán, probablemente, en simples ideas. No es la primera vez que se plantean propuestas de este calado, ya que todavía quedan restos de la que se llamó playa del Júcar. Además, son muchos los ciudadanos que ya utilizan estas áreas, y lo hacen indebidamente, dejando numerosos restos de basura. No obstante, el proyecto incluía otras muchas actuaciones, algunas de ellas tremendamente interesantes, a la vez que necesarias, como la potenciación de la vegetación propia de las riberas o la recuperación del antiguo bosque de galería del río, pasando por desbroces, cortas, destoconados, podas, limpieza del cauce y basuras, demolición de construcciones inservibles y retirada de escombros.
Un caudal insuficiente para este ecosistema
Cipriano Escribano, de Ecologistas en Acción, explicaba a La Verdad que antes de afrontar cualquier recuperación de la ribera es preciso «aclarar» con el organismo responsable de su conservación, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que debe garantizar el mantenimiento a lo largo de todo el año del denominado caudal ecológico. En la actualidad, según este portavoz ecologista, el caudal del Júcar viene a ser de dos metros cúbicos por segundo, «insuficiente si tenemos en cuenta que el caudal concedido a la ciudad de Albacete para el abastecimiento de los ciudadanos es de un metro cúbico por segundo, por lo que consideramos que sería preciso que ese caudal ecológico para el Júcar fuera de 6 metros cúbicos por segundo, un objetivo ahora más fácil de conseguir teniendo en cuenta que Alarcón ya no es de titularidad privada sino pública». «Lo que no puede ser es que el caudal de este río sea tan oscilante, lo que impide el mantenimiento en condiciones normales de cualquier ecosistema», comentó Cipriano Escribano. Por su parte, el concejal del PP, Lorenzo Boira, miembro del grupo de trabajo para la recuperación de la ribera, destacó la postura «flexible» de la Confederación, «ya que su objetivo es el de mantener en las mejores condiciones posibles esta zona, con libertad, y ha sido gracias al Partido Popular que este proyecto va a ver la luz». El concejal de Medio Ambiente, José Eduardo Martínez Valero, indicó que «el actual ayuntamiento ha realizando un tremendo esfuerzo para conseguir poner en práctica este proyecto, que llegó al ayuntamiento en 1996 y que tuvo que ser desempolvado por esta corporación». De cualquier manera, a estas alturas no se puede hablar todavía de plazos. El camino para la recuperación de la ribera es muy largo y apenas se han recorrido algunos pasos, aunque se cuenta con el presupuesto suficiente para su desarrollo, buena parte del cual procede de Europa.