A. V./ALBACETE

Unos planes nacen, crecen y llegan a su fin cuando se consideran cumplidos y otros nacen para ser presentados, conseguir el impacto mediático buscado y pasar, directamente, al cajón de los olvidos.

Este último parece ser el destino del, en su momento, publicitado Plan de Recuperación de la Ribera del Júcar. Suscrito por tres administraciones, Ayuntamiento de Albacete, Junta de Comunidades y el Estado, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar y millonariamente dotado, el Plan duerme el sueño de los justos desde hace más de medio año.

Si se le pregunta al concejal de Medio Ambiente en funciones, Eduardo Martínez Valero, de quien es la culpa, asegura que de la Confederación y si la pregunta se traslada a Ecologistas en Acción, de todos.

La idea era recuperar la ribera del Júcar en un tramo de 31 kilómetros de río, que atraviesa los términos municipales de Albacete, Tarazona, Madrigueras, Motilleja y Mahora, y consistía en establecer un caudal ecológico, regular los usos (pesca, medioambiental y ocio) y restablecer el ecosistema de flora y fauna propio de la ribera y del río.

En agosto de 2002 Ecologistas en Acción (EA) denunciaba el pésimo estado de algunos tramos de la ribera y que las distintas administraciones con responsabilidad en este tema -Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Consejería de Agricultura y Medio Ambiente y Ayuntamientos ribereños- se «pasan la pelota» a los demás, dejando entre todos «la ribera sin barrer».

Dos meses antes, esta misma organización había participado en una reunión a la que asistieron, además, representantes la Federación de Vecinos, la Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO), grupos políticos municipales, la Universidad regional (UCLM), la Junta , y la CHJ, donde se acordó elaborar un informe que sirviera de punto de partida para la adjudicación del proyecto y su ejecución, del que hasta ahora no se sabe nada.

«Ni me acuerdo»

Cipriano Escribano, quien participó por EA en alguna de las reuniones «que ya casi ni recuerdo» casi se felicita porque desde entonces no se haya hecho nada porque lo que, a su juicio, se quería hacer era «un lavado de imagen» que se limitaba a «un tema de jardinería» con «excesivas zonas de recreo» que obviaba el imprescindible «cierre de pozos y las necesarias expropiaciones para recuperar las zonas forestales de las laderas del río, en una ribera que en Albacete pertenece a nueve personas que han transformado los ecosistemas forestales de la ribera en cultivos intensivos agrarios de regadío».

«Hubo un encontronazo con la Confederación», recuerda Escribano, «por el nivel del caudal ecológico que se quería dejar en dos metros cúbicos por segundo, y con este nivel no se puede llevar a cabo la recuperación porque no hay río que recuperar».

«Mientras para nosotros el objetivo era recuperar el río, abordar el problema de la falta de drenajes por las extracciones por la extracciones del acuífero y solucionar los vallados y cercados que hay en la ribera fuera de normativa, entre otras cosas», la CHJ asumió la legitimación exclusiva para decidir en todo lo concerniente al Júcar con una actitud obstruccionista, que ni abordaba la problemática, ni dejaba a los demás hacerlo, asegura EA.

«El tema sigue candente y muchos empezamos a asumir que el Júcar se va a quedar seco si se lleva a cabo el Plan de Cuenca, que incluye el abastecimiento a Albacete y los trasvases Júcar-Vinalopó y a La Manchuela conquense», dice Escribano, antes de añadir que «el río puede llevar de 15 a 20 metros cúbicos por segundo de caudal y sólo se le garantizaban dos, con lo que cuando los drenajes del acuífero dejan de fluir hacia el río se seca y esto lo sabe todo dios, desde el alcalde a la Confederación».

El concejal de Medio Ambiente en funciones del Consistorio albaceteño, Eduardo Martínez Valero, también acusa a la CHJ de tener olvidado el proyecto: «Hubo un compromiso incumplido por la Confederación, que se comprometió a tener las bases para distribuir la elaboración del proyecto entre el Centro Regional de Estudios del Agua (CREA) y empresas públicas con relaciones con la CHJ, pero hasta ahora, y después de reiterarles varias veces la necesidad de reunirnos, todavía no lo hemos hecho».

«Parece que se le ha dado prioridad a la redacción del proyecto de recuperación del Canal, que está muy avanzado y este lo han dejado para después, teniendo en cuenta que hay de plazo hasta el 2006».

Un proyecto para la nueva Corporación

Para este proyecto y para la mejora del canal de María Cristina existía un presupuesto de 11.660.000 euros (1.940 millones de pesetas), que sería aportado en un 70% por la Confederación Hidrográfica del Júcar, con fondos europeos, un 20% lo daría la Junta y el 5% el Ayuntamiento de Albacete. Para llevar a cabo el Plan de Recuperación de la Ribera del Júcar hay de plazo hasta el 2006, aunque, hace ya un año, se decía que lo más probable era que el proyecto pudiera adjudicarse «dentro de un año». Como esto ya no va a poder ser así, habrá que confiar en que la nueva Corporación, que toma posesión el próximo día 14 se tome en serio el Plan, llame a la Confederación, titular de la ribera y le insista en la necesidad de elaborar el proyecto para recuperar la ribera.