La Asociación Montes de Malafatón, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, la Plataforma en Defensa de los Espacios Protegidos de Almansa y la Plataforma para la Defensa de Nuestros Espacios Protegidos de Caudete, expresan, en nota de prensa, su «satisfacción» por la labor desempañada por el Juzgado de Instrucción de Almansa, así como por la labor de la Fiscalía de Albacete, que, según informan, ha considerado que el cierre de varios caminos de titularidad pública, efectuado por el propietario de la finca Malafatón, constituye un «presunto delito de usurpación».

Dichos caminos, aseguran estas asociaciones, pertenecen a los términos municipales de Alatoz y Alpera, y se impide el paso de personas y ganado a través de ellos, ya que el propietario de la finca los ha cerrado con vallas y puertas metálicas.

Veredas reales

Entre los caminos cortados se encuentra la Cañada Real de los Serranos y las veredas reales Camino de Alpera y Camino de Enmedio, vías pecuarias utilizadas para el pastoreo desde hace siglos.

El cierre que denuncian las asociaciones y que hoy se verá en el juicio tuvo lugar en la primavera del año 1999, al vallar el nuevo propietario, vecino de Madrid, varias fincas que englobó en una sola, El Malafatón, con una superficie de algo más de 800 hectáreas.

Los afectados explican que, en un principio, soló compró unas 600 hectáreas, para las cuales solicitó el permiso de vallado. Éste le fue concedido por la Delegación de Agricultura de Albacete con varias condiciones, entre ellas la que estipulaba que deberían quedar expeditos todos los caminos de uso público, hecho que no cumplieron. Las 200 hectáreas restantes fueron adquiridas posteriormente a dicho permiso, pero, igualmente, fueron valladas.

Además del cierre de todos los caminos existentes, que atraviesan la finca por completo, se realizó un camino perimetral de unos 18 kilómetros de longitud y entre 6 y 8 metros de anchura, lo que, según denuncian las asociaciones, «descuajó más de 130.000 metros cuadrados, deforestando, allanando y arrasando toda la vegetación existente y eliminando la práctica totalidad de la tierra fértil de esa franja. En el expediente se exigía al dueño de la finca que dejase de transitar por dicho camino y lo reforestase con vegetación autóctona.

Sin embargo, La Asociación Malafatón asegura que el camino sigue utilizándose, lo atraviesan diariamente vehículos 4x4 y no se ha reforestado «ni un sólo metro cuadrado».

Asimismo, añade que «desde que se cerraron los caminos, se está impidiendo la utilización de la fuente del Malafatón a personas y ganados, aunque está estaba abierta al uso público desde hacía siglos.