Que el tráfico rodado en esta ciudad se hace cada vez más insoportable no es ninguna novedad. Sin embargo, el caos circulatorio se va agravando conforme pasan los años, porque la ciudad va creciendo, las zonas residenciales también, así como el número de habitantes, sin que, paralelamente, vayan aumentándose el número de vías rápidas por el extrarradio y las plazas de aparcamiento y párkings públicos en el centro.

Sin duda, los que más sufren de atascos y embotellamientos son los alrededor de 10.000 trabajadores del polígono industrial de Campollano, que todos los días han de soportar las largas colas de vehículos que se forman en los accesos a la zona industrial en horas puntas. Tras ellos, otros trabajadores ajenos al polígono que desarrollan su actividad laboral en calles adyacentes a los accesos, como Isabel La Católica, Ramón y Cajal, Menéndez Pidal, Pablo Medina

Precisamente, la portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida, Rosario Gualda, calificaba ayer de «caóticas» las entradas y salidas a Campollano, un problema que se podría haber resuelto con la puesta en marcha del tan anunciado Plan de Movilidad Urbana, aunque, después de cuatro años en el gobierno municipal, «el Partido Socialista, lejos de poner en marcha el Plan, ha empeorado la situación que, hoy por hoy, es caótica en cuando a movilidad se refiere».

En este sentido, Gualda denunció la «carencia absoluta» de aparcamientos y los precios excesivos de los párkings públicos y la falta de revisión de vados de cocheras, ya que muchos no tienen licencia y otros se han caducado. Además, «no se ha mejorado el transporte público, ni se han introducido a penas microbuses ni transporte ecológico, sigue sin haber itinerarios suficientemente largos de carril-bici y la organización de los días sin mi coche ha sido desastrosa».

La portavoz de IU consideró que el equipo de Gobierno municipal no tiene solamente que «prometer», sino realizar «actuaciones conjuntas, no deslavazadas, en las que se trate de compatibilizar las aceras para peatones y la calzada para los coches».

En su opinión, no se trata de «culpar» a los conductores del caos circulatorio, porque «hay quien necesita su vehículo para trabajar».Sin embargo, recordó que los mayores desplazamientos que se realizan por la ciudad corren a cargo de los peatones, por lo que las calles «deben estar hechas para ellos». En este sentido, lamentó que en estos últimos cuatro años «no hay lugares de esparcimiento para los ciudadanos, no se ha peatonalizado ninguna calle nueva, solamente las del Teatro Circo, no hay casi nuevos espacios verdes y plazas, los barrios están descuidados y las calles peatonales se han convertido en verdaderas autopistas, sobre todo en el barrio de Carretas».

Para Rosario Gualda, el Ayuntamiento de Albacete debe ejercer una «defensa a ultranza» del peatón, pero «no culpabilizando al ciudadano que necesita su coche para trabajar».

Para ello, «es necesario sentarse a negociar con un plano de la ciudad y tener valentía política para acometer actuaciones que den soluciones a la situación caótica de la movilidad en Albacete».

Desde su punto de vista, «el Partido Socialista ha dejado pasar el tiempo para llegar a las próximas elecciones y presentar el Plan de Movilidad Urbana como bandera electoral, a pesar de que este proyecto está elaborado desde hace varios meses».

No en vano, Gualda recordó que se siguen celebrando comisiones para cerrar las actuaciones propuestas en el Plan, porque «hay propuestas de colectivos que no se han incorporado».

Pero además, aseguró que el Plan de Movilidad Urbana «nunca ha llegado a presupuestarse y se ha enmascarado en los programas de mejora de los barrios que, están muy bien, pero no tienen nada que ver con este proyecto integral de la ciudad que queremos».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos del barrio Carretas-Huerta de Marzo, José Valtueña, aseguró que están recibiendo «multitud de quejas» por parte de los vecinos por el cambio de las direcciones que se ha acometido en las últimas semanas, sobre todo por el entorno de Huerta de Marzo y la Plaza del Depósito del Sol: «En el barrio de Carretas tienes que caer, porque entrar o salir es complicadísimo», manifestó Valtueña, quien criticó «lo mal organizadas que están las calles en este barrio».

Carretas puede ser uno de los barrios más peatonalizados de la ciudad. El presidente de la asociación vecinal reconoció las velocidades de «vértigo» con la que atraviesan los coches estas zonas para el peatón, fundamentalmente, «por las direcciones prohibidas que se han instalado».

Según ha denunciado en varias ocasiones esta asociación, «el problema de la falta de aparcamiento nos obliga a dejar el coche en la calle peatonal, porque no sabemos qué hacer con él», una situación que «se agravará bastante» cuando desaparezca el aparcamiento del solar de la calle de la Cruz donde se construirá el colegio Primo de Rivera.

A su entender, el barrio de Carretas-Huerta de Marzo necesita un «borrón y cuenta nueva» y una nueva reorganización de sus calles.