El portavoz del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Albacete, Elías Rovira, hizo pública la resolución del. 6 de mayo de 2002, de la Dirección General de Calidad Ambiental, sobre la declarción de impacto ambiental del proyecto del campo de golf privado de 9 hoyos Navamarín en el término municipal de Lezuza. Según explicó el portavoz izquierdista, en dicha resolución, se asegura que el campo de golf consumiría 7 veces más de agua que un regadío y que una instalación de estas características afectaría gravemente al caudal ecológico «legalmente exigible».

Rovira afirmó que la instalación de un campo de golf implica un cambio en la red natural de drenaje, «variando las condiciones actuales de recarga del subsuelo y de los cauces».

Paralelismo

El portavoz izquierdista se mostró satisfecho con esta resolución de la Junta, pero lo comparó con el campo de golf de Las Pinaillas, construido en la ribera del río Júcar en el término municipal de Albacete. «Mientras que en uno se prohíbe por ser totalmente perjudicial para el medio ambiente, en otro se permite que se ejerza la actividad careciendo de licencia de obra y de actividad, y sin haber realizado el estudio de impacto ambiental», apuntó, al tiempo que consideró incompatible el proyecto de recuperación de la ribera del Júcar con este campo de golf.

Por estos motivos denunció la doble vara de medir «según la simpatía que se tenga hacia el promotor de turno, produciéndose un claro trato de favor frente al resto de empresas que promueven otras instalaciones», aseguró mientras criticaba la actuación tanto de la Diputación como del Ayuntamiento «que no defienden los intereses medioambientales de la ciudad y provincia».