La concejalía de Medio Ambiente decide desactivar siete bases de telefonía móvil  
   
Las empresas no han acatado la orden de desactivación  
(La Verdad de Albacete. 9 de Julio de 2.001)

El Ayuntamiento de Albacete, a través de sus técnicos, se encargará de desactivar las siete antenas de telefonía móvil que la corporación, en pleno, acordó que dejaran de funcionar por su cercanía a centros públicos de niños, enfermos y mayores.

Así lo ha anunciado el concejal de Medio Ambiente, José Eduardo Martínez Valero, quien explicó que «esta actuación es consecuencia de la falta de respuesta por parte de las empresas titulares de esas bases de telefonía móvil, el trabajo lo hará esta institución, pero posteriormente pasará su coste a las operadoras responsables».

La primera de las antenas que va a queda inactiva es la ubicada en la azotea del número 100 de Alcalde Conangla por su cercanía a tres centros educativos, a una gasolinera y a un centro comercial, con hipermercado incluido. Otra, la situada en el edificio del número 8 de Virgen del Loreto, junto al centro social y la escuela infantil del Ensanche; también dejará de funcionar la situada en el número 2 de la calle Martínez de la Ossa, junto al colegio San Antón, y la que está ubicada en La Pajarita, a un paso de un consultorio médico y del colegio Primo de Rivera.

Las otras tres antenas están situadas en las siguientes localizaciones: García Lorca 2; Julio Carrilero, 63 y calle Hellín, próximas a colegios, a las estaciones de autobús y Renfe, Hospital General, Centro de Atención a Discapacitados Psíquicos y Residencia de Ancianos San Antón.

Medidas preventivas

Recientemente, los técnicos municipales, en un informe elaborado sobre el Plan de despliegue en Albacete presentado por Retevisión, han propuesto «en relación con las emisiones de todo tipo que puedan hacer los diferentes tipos de antenas que se plantean en este Plan» que «en atención a la prudencia y a la compatibilidad entre la implantación de las antenas y la salud», que todas las antenas, excepto las terminales, guarden una distancia variable entre trescientos metros y un kilómetro, «en función de las emisiones que produzcan», desde el elemento emisor hasta el edificio o recinto o patio exterior de instalaciones tales como guarderías, centros docentes, centros de salud, residencias de la tercera edad y áreas de juego infantil o zonas verdes.

Éste es el primer informe municipal en el que se plantean medidas preventivas de este tipo.

 
 
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