Hasta hace unos años el ruido era tolerado y permitido por considerar que no se podía hacer nada por evitarlo, pero ahora cada vez más gente lucha contra el ruido, y buena prueba de ello son las asociaciones que surgen en torno a este problema y las medidas que las administraciones regulan en sus normativas para paliar este problema.

Otro factor a tener en cuenta son los efectos nocivos que el ruido tiene para la salud. El ruido es un contaminante que no se nota y que va haciendo mella en la salud de las personas sin apenas darse cuenta. Cada vez son más los casos de ansiedad, estrés o depresiones que los médicos diagnostican a las personas que soportan altos niveles de ruido. El ruido impide además un correcto descanso y ello permite que la gente enferme con más facilidad.

Como consecuencia de esta nueva cultura sobre el ruido han surgido en Albacete asociaciones y empresas que se preocupan por luchar contra este fenómeno evitable la gran mayoría de las veces.

Resonor

Una de estas empresas es Resonor, que es una empresa de ingeniería acústica que se crea para asesorar en materia de ruidos a todos aquellos que lo soliciten. Este asesoramiento se dirige fundamentalmente a promotores y constructores que tienen la posibilidad de recibir consejos sobre cómo realizar un aislamiento de acuerdo a la normativa y para proteger a las viviendas de los ruidos externos.

El gerente de esta empresa, José Ramón Carretero, explicó que el objetivo básico de esta empresa es encontrar y descubrir cuáles son las deficiencias y carencias de los sistemas constructivos que se están empleando para la edificación o para la industria.

Actualmente, la normativa en España en materia de ruidos es bastante deficitaria, mientras que en otros países de Europa se preocupan por evitar el ruido en España aún estamos sumidos en esa cultura del ruido, «incluso nuestro tono de voz cuando hablamos es más alto» asegura Jesús Sanz, ingeniero de telecomunicaciones y experto en acústica.

En Albacete la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente, en su modificación del 24 de septiembre de 2000, exige que sea el director de la obra el que certifique que se cumplen las condiciones de aislamiento que dicta la Normativa Básica de Edificación (NBE). En consecuencia el director técnico de las obras tiene que aportar un certificado sellado por el colegio oficial correspondiente. Pero en realidad lo que se presenta es una hoja justificativa de que ese edificio cumple la normativa mediante un ensayo en laboratorio. «Pero eso no es así porque las condiciones de un laboratorio son asépticas y no tiene en cuenta nada de lo que pasa a su alrededor y basándose en esto le pueden meter mano a cualquier promotor», asegura José Ramón Carretero. El gerente de Resonor explicó que el Ayuntamiento de Valencia tomó cartas en el asunto el año pasado como consecuencia de las innumerables reclamaciones y denuncias que le llovían en materia de ruidos, y ahora exige un certificado demedición en la propia obra».

«La gente ahora ya no está dispuesta a tolerarlo y demanda al Ayuntamiento, porque es él quien concede licencias de ocupación y el que certifica que esa vivienda está en condiciones de ser habitada», asegura José Ramón Carretero.

El gerente de Resonor aclaró que si las administraciones decidieran tomar cartas en el asunto la gran mayoría de las obras que se están construyendo no cumplirían con los mínimos requisitos que se están exigiendo, «y si una vivienda terminada no cumple los requisitos es la ruina para el promotor, porque no puede venderla».

Para actuar correctamente sobre el ruido lo más importante es hacerlo desde el principio, desde antes de comenzar con la construcción de un edificio, porque de esta manera las medidas que se tomen son mucho más efectivas. Para comenzar a tratar el ruido, por ejemplo en una vivienda hay que tener en cuenta el ruido exterior que le llega desde la calle y para ello se hace una medición. El refuerzo de la fachada, de los forjados y de los tabiques interiores, así como doblar las ventanas son algunas de las medidas más efectivas para luchar con el problema desde el principio. Una vez construida una vivienda es mucho más difícil conseguir un correcto aislamiento acústico, porque quedan pocas opciones para hacerlo, ya que es imposible reforzar la fachada o los tabiques interiores.

El gerente de Resonor, explicó que en Albacete tan sólo cumplen con la normativa 5 promotores, «pero es lógico, porque no se lo exige la administración», manifestó. «Además, que cumplan con las condiciones les supone incrementar notablemente sus gastos y sólo tiene dos formas de hacerles frente o incrementando el precio de las viviendas o reduciendosu margen de beneficios, por lo que estaría en desventaja con otras promotoras».

Jesús Sanz explicó que en Europa no se permite que en el interior de las viviendas haya más de 30 DBA tenga el ruido que tenga en el exterior, pero en España se exige que la fachada te quite 30 DBA, por lo que si hay 80 DBA en el exterior en el interior de la vivienda se pueden alcanzar los 50 DBA.

La normativa existente obliga a todas las ciudades mayores de 50.000 habitantes a tener un mapa de ruido actualizado y el de Albacete es de hace varios años, con lo cual no se tienen en cuenta las nuevas condiciones.

Antonia Martínez, técnico de Medio Ambiente de Resonor, explicó que Albacete es una ciudad muy ruidosa, especialmente el centro y en los lugares donde existe mucha concentración de locales de ocio. «Además, hay que tener en cuenta que Albacete ha crecido mucho por lo que hay mayor concentración de viviendas y se incrementa la producción de ruidos por el tráfico», apuntó. Lo que ocurre es que en Albacete hay zonas que están calificadas como ZAC (Zonas Acústicamente Contaminadas), fundamentalmente donde hay mucha acumulación de locales de ocio, pero aquí no existe constancia de zonas por niveles de ruido», concluyó.

El tráfico es la principal fuente emisora de ruidos en Albacete, pero sin embargo se excluye de la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente a la hora de establecer los límites máximos.