Desde que la instalación de antenas de telefonía móvil se convirtiera hace escasamente unos meses en tema de preocupación vecinal en Albacete, el ayuntamiento decidió implantar una moratoria en virtud de la cual quedaba totalmente prohibida la instalación de nuevos aparatos en la azotea de cualquier edificio de la capital.

En aquellos momentos, colectivos como la Plataforma por la Seguridad en las Antenas de Telefonía Móvil cifraba ya en unas cuarenta el número de artilugios de estas características existentes solamente en la ciudad.

Por todo ello, y como medida preventiva hasta que ayuntamiento o Junta de Comunidades dispusieran de una normativa concreta para este tipo de instalaciones, el equipo de gobierno presidido por el socialista Manuel Pérez Castell decidió poner en situación de alerta a la Policía Local y al negociado de Disciplina Urbanística para que evitaran la colocación de nuevas antenas o la ampliación de la potencia de las ya existentes.

Imposibilidad material

Ahora, transcurridos varios meses, el concejal responsable del área de Urbanismo, José Luis García Guerrero, reconoce que el ayuntamiento es incapaz de controlar la instalación de nuevas bases de telefonía celular. «Ésto es como ponerse en la autovía para que los coches no superen los 120 kilómetros por hora, puedes sorprenden a unos cuantos, pero no a todos», dijo.

En este sentido, en las últimas semanas se han detectado dos antenas más, que han sido clausuradas, agregó García Guerrero, dando traslado de las últimas actuaciones del negociado de Disciplina Urbanística.