Ecologistas en Acción sigue erre que erre. Ayer, dos de los portavoces de esta colectivo ecologista, José Manuel Pérez Pena y Cipriano Escribano, convocaron una rueda de prensa para insistir en lo que ya denunciaron hace escasamente una semana en el pleno del Ayuntamiento: la «pésima» calidad del agua que se consume en Albacete por su alta concentración en nitratos, consecuencia directa de la «agricultura intensiva de regadío» que se practica en el municipio.
Pero ayer, los ecologistas subieron un peldaño más en la escalera de la denuncia pública. José Manuel Pérez Pena aseguró que los responsables de que los recursos del acuífero de la Mancha Oriental -del que se nutre la ciudad- sean cada vez más escasos y sin posibilidad de recuperación, y que ese líquido elemento sea de peor calidad conforme pasa el tiempo es responsabilidad no de todos los agricultores albaceteños, sino de ocho terratenientes.
Estos agricultores, según el portavoz ecologista, están «derrochando» el agua «de todos los albaceteños» para practicar «el pelotazo de las subvenciones comunitarias». Pérez Pena destacó que estos grandes propietarios se dedican al cultivo de la alfalfa principalmente -«son forrajeros especializados exclusivamente a forrarse», indicó-, y lo hace con el objetivo de cobrar «subvenciones millonarias» de la Unión Europea.
José Manuel Pérez Pena -que reconoció que no podía dar todos los nombres de estos grandes terratenientes «ya que es muy difícil desmadejar la madeja bajo la que se esconden estos ocho forrajeros»- aseguró que estos productores consiguieron en 1998 más de 1.970 millones en ayudas europeas, y en 1999, 2.365 millones de pesetas, aproximadamente.
A juicio de Pérez Pena, además, las ayudas las pueden estar cobrando indebidamente, ya que la UE paga a razón de 14 pesetas por kilo de alfalfa secada en un secadero, «pero éstos la dejan secar al aire».

Peligrosas concentraciones
Por su parte, Cipriano Escribano indicó que es una «barbaridad» presentar casi como un éxito que el agua de Albacete tiene 21 miligramos de nitratos por litro, apuntando que «habría que saber la cantidad acumulada en los últimos años». Pero Escribano fue más allá, y acusó al Ayuntamiento de ocultar información, como la relativa a la clausura de un pozo de abastecimiento, el conocido como el Hondo de la Cebada, en el que el agua mantenía niveles de nitratos por encima de los 100 miligramos por litro.
Este portavoz ecologista apuntó que además, desgraciadamente, el municipio de Albacete está exportando nitratos a otros pueblos de zonas como La Manchuela por las aguas subterráneas. Cipriano Escribano se preguntaba los motivos por los que el Ayuntamiento, hasta ahora, no ha realizado un estudio del nivel de pesticidas del agua que se consume en la ciudad, y además, negó que esté practicamente listo el estudio que se encargó a la Universidad de Castilla-La Mancha sobre el estado de las aguas, «ya que está paralizado por falta de fondos».
Por último, agregó que el peligro de la concentración de nitratos ya aparecía como advertencia seria en las directrices del Plan Hidrológico del Júcar.