Dos décadas pasan factura. El afluente más rico del Segura, el Taibilla, está a punto de perder esa categoría de maná hídrico. Desde el 2000, la aportación media no ha parado de descender, y en lo que va de año hidrológico, el balance es igual de negativo.

Este río abastece de agua para beber, ducharse y cocinar a 42 municipios de Murcia -salvo Yecla, Jumilla y Aledo-, 32 de Alicante y 2 de Albacete, con una población de 1.800.000 personas, que durante la época estival supera con creces los dos millones.

El agotamiento de esta fuente para el abastecimiento humano ha hecho saltar las alarmas de la Mancomunidad de Canales de Taibilla, que sacará a concurso en septiembre la elaboración de un estudio de hidrogeología que precise si el afluente está enfermo y por qué bajan, año tras año, sus recursos propios.

Agotamiento

El director de la Mancomunidad, Isidoro Carrillo, recuerda que este organismo cuenta con la asignación anual del Trasvase Tajo-Segura de 145 hectómetros cúbicos (113 Hm3 en destino, después de sufrir la evaporación en el canal abierto).

Aún así, Carrillo no esconde su preocupación: «Es cierto que la pluviometría ha bajado, pero queremos saber si existe alguna otra causa que esté mermando los recursos. La aportación media del Taibilla era de 60 Hm3 anuales, y desde hace tres años, incluido este, tenemos una pérdida de 18 hectómetros, como promedio. En el 2000 sólo se recogieron 44 Hm3 y en el 2001, 46 Hm3. Y desde que empezó el año hidrológico, en octubre, hasta ahora, la aportación no sobrepasa los 41 hectómetros».

La sequía hace estragos en las reservas de la cuenca del Segura, y de esa cruz no se escapa ni el afluente más caudaloso. Además, tampoco es baladí la presión que supone el crecimiento continuo de la población en los municipios a los que abastece la Mancomunidad, sin olvida el turismo en las costas murciana y alicantina. A pesar de estas evidencias, Carrillo quiere indagar cualquier posible pérdida, efecto de la naturaleza o mal uso desconocidos.