El Gobierno de Castilla-La Mancha espera que el Ministerio de Medio Ambiente rectifique su intención de conectar los embalses del Talave y Cenajo, en la cuenca del Segura, y advierte que su oposición a este proyecto será firme y dura porque el Plan Hidrológico Nacional (PHN) «no es un cheque en blanco».

Así lo aseguró, en una entrevista con la agencia Efe, el consejero portavoz de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien destacó que el desarrollo del Plan Hidrológico Nacional debe estar presidido por el mismo grado de consenso y conversación que caracterizaron su larga negociación.

El portavoz del Ejecutivo autonómico recordó que Castilla-La Mancha apoyó el Plan Hidrológico Nacional pero expresó su voto particular a los proyectos para conectar el Talave y el Cenajo y a la conducción del embalse de la Fuensanta, y por lo tanto estas condiciones «se tienen que cumplir», al tiempo que confió en que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas tenga la misma disposición en el desarrollo del Plan Hidrológico Nacional que en su negociación.

Por sorpresa

Emiliano García Page espera «que no tengamos que arrepentirnos de haber llegado a acuerdos» porque el Ministerio de Medio Ambiente ha cometido el primer error de «actuar por su cuenta e intentar pillarnos por sorpresa en pleno verano» con el anuncio del inicio de estas obras que, por lo pronto, precisan de un estudio de impacto ambiental.

«Si el Ministerio cree que, una vez aprobado el Plan Hidrológico Nacional, puede hacer lo que le venga en gana se equivoca», apostilló el consejero castellano-manchego, quien recordó que la muchas de las actuaciones del Plan Hidrológico requieren del concierto entre las distintas administraciones.