Ecologistas en Acción de Albacete criticó ayer la postura del Gobierno de Castilla-La Mancha por apoyar el Plan Hidrológico Nacional, cuando, a su juicio, apuesta por un modelo de agricultura «despilfarrador» en lugar de buscar la sostenibilidad. Para su portavoz, José Manuel Pérez Pena, el proyecto, a juicio de los ecologistas, se limitará a «llevar agua al desierto y traer el desierto a los ríos», algo que, según Pérez Pena, ratifican 40 expertos consultados por el Ministerio de Medio Ambiente, que ya han advertido que de este Plan Hidrológico Nacional sólo se beneficiarán las empresas constructoras, el Gobierno y aquellos que han dado su visto bueno al borrador.

El portavoz de Ecologistas en Acción criticó al Gobierno de Castilla-La Mancha que cambiase su postura inicial de rechazo, y lamentó que su único argumento para «justificar lo injustificable» sea el decir que se ha pasado de un proyecto que contemplaba 170.000 millones de inversión a conseguir 205.000 millones de pesetas. «Este es el gran logro de la Junta –dijo– más dinero para invertir en hormigón». «El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha dejado de ser «el Bono verde, para pasar a ser el Bono del hormigón», apuntó Pérez Pena, agregando que la Junta de Comunidades premia de nuevo a los regantes de la Mancha Oriental. En este sentido, acusó a este colectivo de ser el responsable de los «grandes fiascos» de Albacete y de Castilla-La Mancha, porque han hecho un «uso codicioso del agua, cargándose la mayor parte de los acuíferos».Sobre este asunto, los ecologistas lamentaron que se siga apostando por el modelo agrícola actual, que provoca que «en Castilla-La Mancha surjan como setas, en el mes de octubre, cuando llueve, una corte de listos que, unas veces con el lino y otras con la alfalfa, se enriquecen».