Dentro de los actos conmemorativos del Día Mundial del Libro, esta semana se han presentado los resultados de un estudio científico sobre los factores de riesgo de contaminación del subsuelo y de las aguas subterráneas de Albacete que, entre otras utilidades, se convertirán en una importante herramienta de trabajo a la hora de evaluar la conveniencia de la instalación de determinados tipos de actividades potencialmente contaminantes en los diferentes puntos del suelo albaceteño. Los autores de este estudio han elaborado varios mapas temáticos en los que describen cuáles son las zonas de la provincia más susceptibles de padecer esta situación por el efecto de los diversos agentes contaminantes.

Bajo el título Elaboración de un mapa de riesgo medioambiental para la provincia de Albacete mediante un sistema de información geográfica, el geológo Luis Sebastián Alafont y el ingeniero agrícola Jesús García Villar han presentado esta semana los resultados de más de cuatro años de investigación y de análisis de los factores de riesgo de contaminación en el subsuelo y las aguas subterráneas de Albacete.

Este estudio, en cuya elaboración ha colaborado el Instituto de Estudios Albacetenses a través de una beca concedida a Luis Sebastián Alafont, permitirá a las administraciones, entre otras utilidades, evaluar los efectos de la puesta en marcha en cualquier punto del territorio provincial de determinados tipos de instalaciones potencialmente contaminantes por la actividad que desarrollan, como pueden ser polígonos industriales, vertederos, gasolineras o actividades agropecuarias, según explicaba el propio autor.

Metodología

La metodología que se ha seguido en este proceso de investigación, que se ha realizado en todo el territorio español aunque extrapolando los resultados obtenidos a la provincia, consistió en una primera fase en la recopilación de los datos que describen el medio físico albaceteño en todos los organismos competentes, como el Instituto Geográfico, Instituto Geológico, Instituto Nacional de Meteorología y Junta de Comunidades, además de la propia empresa donde trabajan los autores y de los estudios sobre medio ambiente que ésta ha hecho.

Con estos datos y a partir de un sistema de información geográfica y de la utilización de variables de hidrogeología, climatología, sismología, geología, hidrología superficial y regadíos, los autores han elaborado un mapa resultante donde aparecen agrupadas en tres categorías las zonas de la provincia susceptibles de padecer esa contaminación en sus aguas subterráneas, de forma que puedan reducirse al máximo los efectos negativos que puedan causar en las mismas la fuga de determinados agentes contaminantes.

Este mapa divide en tres rangos, favorable, intermedio y desfavorable, la provincia, que geográficamente quedan distribuidos de la siguiente forma. Como zonas que presentan índices bajos de padecer contaminación en su subsuelo y aguas subterráneas, agrupadas en el rango favorable, se citan las distribuidas en una dirección noroeste-sudeste y que forman un triángulo cuyos vértices estarían en las poblaciones de Villarrobledo, Hellín y Almansa.

Entre las zonas desfavorables figuran la zona nordeste de la provincia (ríos Cabriel y Júcar), las Lagunas de Ruidera y el Campo de Montiel, y especialmente las sierras de Alcaraz y Segura. El resto de la provincia adquiere la calificación de zonas intermedias.

El factor que más se ha ponderado en el estudio del medio físico albaceteño es el de la permeabilidad de los terrenos, «porque los acuíferos en esta provincia son muy extensos y de tipo carbonatado, lo que hace que normalmente se contaminen con más facilidad porque la transmisión de agua es más rápida» precisó Luis Alafont. Asimismo, se ha valorado la situación de los distintos espacios protegidos de la provincia, de la red fluvial y de la extracción de aguas para abastecimiento y para riegos en la obtención de estos resultados.