El ayuntamiento lo intentó primero con cargo a los Fondos de Cohesión de la Unión Europea para el periodo 1994-2000; ahora, ha presentado los mismos proyectos para la convocatoria 2000-2006. Los problemas de las arcas municipales y la falta de respuesta por la Unión Europea impiden al consistorio que preside el socialista Pérez Castell llevar a cabo de una vez las obras para dotar de depuradoras a las pedanías de Aguas Nuevas, Argamasón y Santa Ana y para ampliar la de la capital.

La situación es considerada por el equipo de gobierno como «preocupante», ya que mientras el dinero europeo no llega, los problemas que la falta de un mecanismo adecuado para depurar las aguas residuales van en aumento.

La actual corporación presentó en los primeros meses de este 2001 al ministerio de Hacienda los proyectos de las nuevas depuradoras con un coste de 363 millones de pesetas en total, a ejecutar durante los ejercicios 2001 (33 millones), 2002 (313 millones) y 2003 (16 millones), dinero que sería financiado en un 80% por Europa; sin embargo, hasta la fecha, los responsables de los Fondos de Cohesión se han limitado a solicitar al consistorio que se completase documentación, ya que la enviada era insuficiente. De esta forma, hoy por hoy, nadie del ayuntamiento se atreve a dar una fecha en la que podrían iniciarse los trabajos de construcción de estas estaciones de depuración.

La situación

De acuerdo con un informe de la consejería de Agricultura al que ha tenido acceso este diario, la depuradora de Aguas Nuevas (1.500 habitantes), situada a 200 metros de la población, se encuentra en estos momentos abandonada y sin funcionamiento, con unos elementos obsoletos y deteriorados. El arroyo en el que terminan las aguas procedentes de la población presenta una concentración muy elevada de residuos, lo que ha provocado y provoca, entre otras cosas, mal olor. En Santa Ana (1.100 habitantes) no existe sistema de depuración, por lo que –según la Junta– las aguas residuales se envían mediante un colector a una zona altamente degradada donde se acumulan escombros y basuras sin que exista una red de drenaje. Además, los agricultores toman las aguas de manera ilegal directamente del colector por lo que al punto final de vertido no llega caudal alguno.

El informe de Agricultura dice sobre Argamasón (550 habitantes) que tampoco tiene sistema de depuración, ya que la antigua estación se encuentra abandonada. Las aguas sucias terminan en una rambla muy próxima al núcleo de población. Por último, el ayuntamiento pretende ampliar la depuradora de la ciudad para que el agua que se trata pueda ser usada para la agricultura.