Preocupada por la situación de sequía que padece la presa del Molinar, que registraba tramos absolutamente secos y otros con una ínfima lámina de agua procedente de nacimientos propios y que en cualquier caso nunca superaban los 36,5 litros por segundo, cantidad que se filtraba en el subsuelo, la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de la Manchuela (ACEM) propuso una reunión con Iberdrola, compañía eléctrica que gestiona la concesión de todo el caudal del río Júcar para aprovechamiento hidroeléctrico, con el fin de analizar la situación crítica que padecía esta zona de alto valor ecológico perteneciente a la comarca de La Manchuela.

En este sentido, Ximo Azorín, miembro de la ACEM, explicó a La Verdad que, en los últimos años y aguas abajo, el río Júcar a su paso por la presa del Molinar aparecía «totalmente seco». Las mediciones del caudal a la salida de la presa realizadas en el verano pasado arrojaban una cantidad de 36,5 l/sg., agua que se escapaba de las compuertas de la propia presa: «Tan exiguo caudal –señaló Azorín– se filtraba inmediatamente y el agua solo aparecía en algunos tramos por nacimientos naturales».

Antecedentes

Para aclarar los antecedentes, es necesario especificar que la totalidad del caudal del río Júcar se desvía hacia un canal que conduce al aprovechamiento hidroeléctrico de Cofrentes, también conocido como Salto de Basta, que es explotado por la compañía eléctrica Iberdola. Hace aproximadamente cuatro años, dicha empresa cambió las compuertas de la presa del Molinar, ante el mal estado de las anteriores que dejaban escapar bastante caudal que llegaba al río. Si bien Ximo Azorín reconoció que las nuevas compuertas cumplen su función, estas sólo dejaban escapar los ya mencionados 36,5 litros por segundo, «lo que equivale a decir que el río Júcar estaba seco. No había caudal ecológico, bueno, en realidad, lo que no había es agua, sólo se veían piedras en su cauce».

Según la ACEM, la ausencia de caudal ecológico provoca que la Confederación Hidrográfica del Júcar incumpla la normativa del Plan Hidrológico de Cuenca, que en su artículo 19 especifica que «se considera prioritario el mantenimiento del caudal medioambiental en los siguientes casos: Habitats o especies incluidas en la Directiva Habitats». A tal respecto, Ximo Azorín subrayó que el valle del Júcar, desde el término municipal de Valdeganga y hasta su entrada en la Comunidad Valenciana, está propuesto como Lugar de Interés Comunitario (LIC), una zona que entraría a formar parte de la Red Natura 2000. Este valle incluye, aguas abajo, la presa del Molinar, siendo curiosamente la zona de más alto valor ecológico de todo el espacio ambiental.

Preocupada por esta situación, las asociaciones Ecologistas en Acción de Albacete y de Ayora, a iniciativa de la ACEM, mantuvieron una reunión en Casas Ibáñez con el jefe de generación hidroeléctrica y el ingeniero jefe del Salto de Cofrentes de Iberdrola, con el fin de analizar la situación del tramo seco y conocer las expectativas de futuro que había para la zona. El resultado de esta reunión no pudo ser más satisfactorio para los grupos ecologistas ya que, en un gesto de buena voluntad por parte de Iberdrola y como solución temporal hasta que se establezca el caudal medioambiental para la presa del Molinar y se construyan las válvulas auxiliares previstas para otoño, la empresa eléctrica se comprometió a abrir levemente las compuertas de la presa para conseguir que llegue al Júcar la suficiente cantidad de agua para lograr una lámita de forma continua. No obstante, la reivindicación ecologista no ha parado aquí. «Hemos dado un paso importante, pero no es suficiente», advirtió el miembro de la ACEM. En este sentido se refirió a la desinformación que tienen sobre el caudal ecológico determinado en el Plan Hidrológico de Cuenca para El Molinar, ya que no aparece. Sin embargo, aguas arriba, el caudal medioambiental oscila entre los 2.000 litros por segundo del pantano de Alarcón (150 kilómetros aguas arriba de El Molinar) y los 600 litros por segundo del azud de Antella (800 kilómetros). La ACEM ha remitido un escrito a la Confederación Hidrográfica del Júcar en el que le solicita información sobre el caudal ecológico determinado para El Molinar. «Una vez que nos conteste la CHJ –informó Azorín–, queremos que esta Administración realice un estudio individualizado para este tramo y determine el caudal medioambiental que garantice el mantenimiento de este rico ecosistema fluvial, que como mínimo debería tener 600 litros por segundo».

En caso de que el caudal ecológico de El Molinar estuviese determinado, «lo cual dudamos», la asociación ecológica exigirá a la CHJ que se cumpla. Asimismo, «recordaremos a la Confederación que la gestión del agua debe basarse en criterios de sostenibilidad y respeto al medio. Que el Júcar es un río importante, y tiene derecho a un agua –al menos una parte del agua– que es suya, y que es la arteria que da vida a un bello ecosistema».