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Residuos / Reportajes periodísticos

«Los vertederos de la vergüenza»

Ecologistas, políticos y vecinos losdunician, pero siguen reecibiendo residuos amparados en la permisividad de las autoridades

Lunes 4 de agosto de 2014

LOS VERTEDEROS DE LA VERGÜENZA

Ecologistas, políticos y vecinos los denuncian, pero siguen recibiendo residuos amparados en la permisividad de las autoridades

La Comisión Europea ha denunciado a España por mantener abiertos 28 vertederos que no cumplen la normativa comunitaria. Pero no son solo 28. Fuera de esa lista, otros 51 basureros de distinto tamaño y clase acumulan denuncias por toda España de ecologistas y vecinos. Algunos suponen riesgos de contaminación grave para ciudades como Huelva o Valladolid; otros pueden estar relacionados con enfermedades que se extienden entre la población.

Marya Nieto, Interviu, 04-08-2014


La calma que reina a la hora de la siesta de un día laborable en el Bar Real, en plena calle Real de Santovenia del Pisuerga, se convierte en tensión cuando alguien menciona el asunto más escabroso de esta tranquila localidad vallisoletana. Es el tema del vertedero, una polémica que ha dividido y enfrentado durante años a sus 4.000 habitantes.

SANTOVENIA (VALLADOLID).

Gestionado por Cetransa, firma del grupo ACS, y situado a menos de dos kilómetros del núcleo urbano, el basurero de Santovenia de Pisuerga ocupa varias hectáreas rellenando un pequeño valle. El plástico con el que se selló la última capa de basuras reluce bajo el sol. Algunos solitarios camiones circulan por el camino que bordea su tóxico contenido. Dentro, miles de toneladas de residuos peligrosos procedentes de toda España. Si alguna vez el plástico que lo tapa se degrada, el filtrado de venenos industriales podría alcanzar el no muy lejano río Pisuerga.

Vidal Vegas, teniente de alcalde entre 1995 y 1999 por el partido independiente Agrupación Vecinal Santovenia, sufrió las consecuencias de ser parte activa de la plataforma que se creó en los años noventa para protestar contra la construcción del vertedero. «Me detuvieron por las manifestaciones que hubo y querían aplicarme la» «ley Corcuera». De hecho, la iba a estrenar yo, pero recularon porque tuvo bastante repercusión«, cuenta. Vidal Vegas es prudente; prefiere hablar a las afueras del pueblo.»Hubo una división muy fuerte entre la gente «recuerda», hasta el punto de que en muchas familias no se podía sacar el tema a la hora de comer porque acababan a palos«. Los que estaban a favor de la construcción del vertedero esperaban empleos y beneficios para el pueblo. Al final resultó ser»lo que dijimos, una falacia«concluye Vegas». Han contratado alrededor de media docena de personas porque la mano de obra que necesita la planta de tratamiento de residuos y el vertedero es cualificada y en el pueblo no la hay. Y los beneficios se redujeron a la financiación de las fiestas locales y poco más".

El vertedero de Santovenia de Pisuerga es uno de los más polémicos y denunciados de España. Y, sin embargo, no está en la lista negra europea. Hace tres semanas, la Comisión Europea llevó al Gobierno de España ante el Tribunal Europeo de Justicia en Luxemburgo por incumplir el artículo 14 de la Directiva 1999/31/CE relativa al vertido de residuos. Todos los estados tenían de plazo hasta 2009 para adaptar sus vertederos a la normativa o cerrarlos. Cinco años después, en España aún hay 28 que ni se han adaptado ni han cerrado. Pero los denunciados por Europa no son los únicos. Hay otros 51 vertederos denunciados repetidamente por Ecologistas en Acción, fundamentalmente, y otras asociaciones y entidades cívicas ante diferentes instancias. En total, son 79 los vertederos de la vergüenza, depósitos legales e ilegales que gestionan deficientemente, incluso con riesgo para la salud humana, parte de los casi 24 millones de toneladas de basura que generamos al año en nuestro país.

Javier Gutiérrez, de Ecologistas en Acción, ha ganado en los tribunales todos los recursos interpuestos contra el vertedero de residuos peligrosos de Santovenia de Pisuerga, pero el vertedero sigue funcionando. Fotografía: Guillermo Navarro.

Javier Gutiérrez, profesor universitario jubilado y representante de Ecologistas en Acción de Valladolid, recuerda que el vertedero de Santovenia está pendiente de la ejecución de una sentencia del Tribunal Constitucional que lo inhabilita. “Pero las administraciones no se dan por aludidas –denuncia”porque, para empezar, el vertedero está situado en suelo rústico protegido: ahí no se debería haber construido de ninguna manera”. Sin embargo, la empresa que gestiona el vertedero no tiene intención de cesar su actividad, sino todo lo contrario. En las cercanías se puede comprobar cómo trabajan varias excavadoras en unas obras de ampliación, también denunciadas por Ecologistas en Acción. Una parte de la población se pregunta si los no pocos casos de leucemia que hay en el pueblo no se deberán a la cercanía del venenoso agujero.

FONCALENT (ALICANTE). Ecologistas en Acción lo ha denunciado repetidas veces ante el Seprona y la Consejería de Medio Ambiente por acumular residuos sin recibir ningún tratamiento previo o llenar las balsas de lixiviados por encima del máximo permitido.

Veneno y fraude

Para funcionar, todo vertedero necesita una licencia de obra primero y una AAI (Autorización Ambiental Integrada) después. Esta última autorización la concede la comunidad autónoma, y el vertedero de Santovenia del Pisuerga la tiene. Lo que le falta son las licencias de obra y actividad que le retiró el Tribunal Supremo en 2002 tras los repetidos recursos interpuestos por parte de Ecologistas en Acción. «Las Cortes de Castilla y León» cuenta Gutiérrez «respondieron aprobando una Ley de Caso Único (Ley 9/2002) para darle cobertura legal al vertedero y dificultarnos el derecho de recurso, porque para recurrir una ley hacen falta 50 parlamentarios. Pero los conseguimos reunir, gracias al PSOE federal, y llevamos la Ley al Constitucional. Éste nuevamente falló a nuestro favor, declarando el vertedero nulo de pleno derecho». Pero más allá de la pelea legal está el peligro contra la salud: el vertedero de Santovenia de Pisuerga se impermeabiliza con materiales cuya resistencia a la degradación se desconoce, según los ecologistas. «Si falla la impermeabilización del vertedero, entonces los residuos llegarían al río Pisuerga, y afectaría a todo Valladolid», advierte Gutiérrez.

NERVA (HUELVA). El vertedero de residuos peligrosos de Nerva es un grave peligro para el río Tinto por sus frecuentes vertidos de lixiviados tóxicos. Ha sido denunciado repetidas veces por Ecologistas en Acción por sus daños al medio ambiente y a los habitantes de la cuenca minera onubense.

Como en Santovenia de Pisuerga, el vertedero de residuos peligrosos de Nerva, situado a 800 metros del núcleo urbano, en la provincia de Huelva y gestionado por la empresa Befesa, filial de Abengoa, también es motivo de gran malestar en el pueblo. Allí, Juan Romero, profesor de primaria, hijo de la cuenca minera onubense y representante de Ecologistas en Acción de Huelva, habla con resignación de “la tierra quemada”. Se refiere al hastío de sus vecinos: “Se ha discutido tanto en este pueblo que la gente hoy ya no quiere saber nada”. Hace diez años, una epidemia de meningitis en la localidad llevó a pensar a los opositores al vertedero en la relación de esa enfermedad con la inhalación de polvos de hierro.

Esa sustancia forma parte de la neblina tóxica que flota sobre su cubeta, enorme y cercana a las minas de Riotinto, que arroja por su parte baja venenosos lixiviados sobre un río que llega hasta la ciudad de Huelva. Nerva debe cumplir con el principio de proximidad, al igual que Santovenia. Eso quiere decir que solo debería recibir residuos de Andalucía o, como mucho, de las comunidades limítrofes. Sin embargo, Nerva acoge residuos de buena parte de Europa, como demostró, en enero de 2011, el accidente de un camión. Los investigadores del siniestro descubrieron que su carga de residuos procedía de Italia.” Al recibir material de más lugares de los autorizados, el vaso de residuos peligrosos está lleno”, se lamenta Juan Romero. Él formaba parte de la Comisión de Control y Seguimiento del vertedero, pero ese organismo dejó de funcionar en 2011, después de las elecciones municipales.

“También debían instalar unas redes para medir la calidad del aire que respiran las personas como consecuencia de la actividad del vertedero. Esto estaba contemplado en la declaración de impacto ambiental y no se ha hecho”, denuncia Romero. Es fácil para cualquier visitante ver las nubes de polvo contaminante sobrevolando el vertedero. Pero lo que más preocupa a Ecologistas en Acción son los vertidos tóxicos al río Tinto. “Hemos interpuesto varias denuncias por la vía de lo penal, pero siempre se archivan”, cuenta Romero. También fue archivada la más grave de todas, la que llegó a la fiscalía cuando el Seprona descubrió, en la madrugada del Jueves Santo de 2011, a personal del vertedero arrojando residuos al río.

ABANILLA (MURCIA). Recibe los residuos de varios municipios de Murcia y Alicante, y en 2010 Ecologistas en Acción lo denunció por destruir de forma irreversible 40 hectáreas de la Sierra de Abanilla siendo un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).

ABANILLA (MURCIA).

Nerva no está entre los vertederos denunciados por la Comisión Europea, como tampoco integra la lista el vertedero de Abanilla, en Murcia. Se trata de una propiedad del polémico empresario alicantino Ángel Fenoll y lo gestiona una de sus empresas, Proambiente. En 2010 Ecologistas en Acción denunció que el vertedero había destruido de forma irreversible 40 hectáreas del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Sierra de Abanilla. José Antonio Herrera, portavoz de Ecologistas en Acción en Murcia, advierte que “esto provoca la desaparición de especies protegidas y hábitats prioritarios. También se han denunciado deficiencias en la actividad del vertedero, además de contar con una impermeabilización muy deficiente en unos casos e inexistente en otros”. Ángel Fenoll, el propietario, fue condenado la pasada semana por el Juzgado de lo Penal 3 de Orihuela a 35 años y medio de prisión por 11 delitos contra Hacienda.

El más grande de Galicia

CERCEDA (PONTEVEDRA). Este vertedero es el más grande de Galicia y recibe más residuos de los que puede soportar. Ecologistas en Acción lo ha denunciado también por recibir más tipos de basura de las que tiene permitido, como fármacos, que tienen una regulación especial.

CERCEDA (PONTEVEDRA).

En Cerceda (A Coruña), a 1.007 kilómetros del vertedero murciano de Abanilla, se repite la situación. En los alrededores del vertedero de Cerceda, verdes paisajes montañosos y una fresca brisa marina impiden vaticinar que por allí mismo se abre la inmensa hondonada del basurero más grande de Galicia y una incineradora aledaña. Lo gestiona la empresa Sogama (Sociedade Galega do Medio Ambiente), empresa pública de la Xunta. Según un informe elaborado por Daniel López, responsable a nivel nacional del área de residuos de Ecologistas en Acción, “el macrobasurero de Cerceda está al borde del colapso; recibe muchos más residuos de los que puede incinerar, de manera que el resto los entierra provocando numerosos incendios espontáneos”. Además, “incumple todos sus compromisos de reciclaje y está contaminando el río Cerceda”. Los ecologistas han denunciado públicamente que en el vertedero se entierran fármacos sin guardar los protocolos legales, entre otros preocupantes detalles. Otros vertederos son menos visibles que el gigantesco basurero de Nerva. Difusos, en forma de las pequeñas escombreras que rodean a ciudades como Sant Feliu de Guíxols, o escondidos bajo el mar, como en Roses, o salvajes, como los que proliferan en el Parque Natural de La Albufera de Valencia o en las pinadas de Benidorm o, en fin, dispersos por el cauce de un río, como ocurre con el tarraconense Francolí, contra el que los verdes de la Fundació Mediterrània llevan años luchando.

PINADA (BENIDORM). Ecologistas en Acción de la Comunidad Valenciana denuncia la proliferación de vertederos incontrolados en varios puntos de la provincia de Alicante, como este en Benidorm.

ISLA DE TABARCA (ALICANTE). Los residuos se acumulan y extienden sin control hasta en esta pequeña isla situada frente a Santa Pola, como denuncian los ecologistas.

SOBER (LUGO). En el municipio de Sober proliferan puntos que acumulan basuras, como este que denuncia la organización Colado do Vento.

MEDINASIDONIA (CÁDIZ). Este macrovertedero está denunciado ante la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía y ante la Comisión Europea por no cumplir con la obligación de someter a tratamiento previo los residuos urbanos que almacena.

Demasiada basura

No muy diferente en cuanto a la polémica que genera a su alrededor es el caso del vertedero de Abajas, en el norte de la provincia de Burgos. Como el de Cerceda, acoge más basura de la que puede admitir. Una enorme cantidad de escombros y restos de todo tipo de material se extiende a lo largo de un valle cerca del río Homino. Junto a este basurero está planeada la construcción de otro destinado a recibir residuos industriales no peligrosos, pero, mientras se construye, estos residuos van a parar al que hay ahora. Por ello, hace más de un año que está colmatado; pero sigue recibiendo residuos que se almacenan unos sobre otros. Un trámite legal ha tenido parado todo proyecto de ampliación, a pesar de tratarse de un asunto muy urgente. Y a pesar, también, de que cuenta con una AAI. Aunque los ecologistas advierten que la declaración de impacto ambiental de Abajas no contempla el peligro sobre las personas.

ABAJAS (BURGOS). Este vertedero hace más de un año y medio que está colmatado, pero sigue recibiendo residuos. Desde entonces se ha estado advirtiendo de ello.

Desde el principio, el vertedero estuvo cargado de polémica. En 1999, el por entonces alcalde de Abajas, Juan Carlos Rodríguez, se opuso a su construcción, y él y su partido, el PSOE, impugnaron tanto la licencia de obra como la autorización de actividad. La Junta de Castilla y León lo convirtió en proyecto regional, encargando su ejecución a la ciudad de Burgos, que también estaba gobernada por un alcalde socialista, Ángel Olivares. Esto provocó un gran conflicto entre alcaldes del mismo color.

La gestión del vertedero se encomendó a la Unión Temporal de Empresas formada por Arranz, Copsa y Acciona. En diez años, Arranz compró unos terrenos dentro del vertedero que más tarde Hacienda le embargó para cubrir deudas fiscales. El ayuntamiento no pudo hacerse cargo del vertedero tras el embargo, y todo proyecto de ampliación se paró. Pero el vertedero siguió funcionando. La finalidad de este vertedero es la de almacenar residuos finales, aquellos a los que ya no se les puede dar ningún uso; es decir, ni reducir, ni reutilizar, ni reciclar. El vertedero cuenta también con una planta de tratamiento que gestiona la misma empresa, cerrando por completo el circuito.

Luis Oviedo, portavoz de Ecologistas en Acción de Burgos.

Ningún portavoz de la empresa ha querido hacer declaraciones a interviú. Sí que habla Luis Oviedo, abogado y portavoz de Ecologistas en Acción de Burgos, para quien «el primer problema que plantea el vertedero es de gestión, porque hay residuos que llegan allí que podrían considerarse subproductos y ser útiles para otras industrias». Según Chema Jiménez, concejal socialista y diputado regional, «se vierte allí porque tampoco hay otro lugar donde hacerlo. La ley dice que las comunidades autónomas tienen que hacerse cargo de sus propios residuos». Raúl Salinero, concejal de IU, asume la responsabilidad de que su grupo «llegó a una gran hipocresía porque nos manifestamos en contra del vertedero; pero cuando hubo que decidir, a nuestro concejal, Manuel Ortega, le pareció buena idea y estuvo a favor», admite. El actual alcalde socialista de Abajas, Ángel García, lleva tiempo esperando «algún tipo de compensación para el pueblo, como que nos recojan la basura gratis. En su día hicieron una pista polideportiva y la travesía del pueblo. Pero esta travesía la utilizan los camiones que traen los residuos de Miranda de Ebro y Briviesca, con su correspondiente peligro para los vecinos y el deterioro de la carretera».

Raúl Salinero, concejal de Izquierda Unida en Burgos y portavoz de su formación para el área de Medio Ambiente, apoya las denuncias de los ecologistas contra el vertedero de Abajas.

Hoy, el problema de la titularidad del vertedero se ha solucionado, pero Arranz sigue gestionándolo. Los camiones continúan llegando cada día desde diversos destinos hasta el gran agujero de Abajas. Hace dos años, la prensa burgalesa advertía de que la cubeta estaba llena. Cerca de dos millones de toneladas de residuos se guardan en su seno ante la impotencia de los opositores. En el pueblo, desde la puerta de una céntrica casa, una vecina se muestra resignada ante a los periodistas de interviú: «Se empeñaron en poner el vertedero, y ahí está. Lo pusieron por cojones».

Fuente: Texto: Marya Nieto, Fotografía: Guillermo Nieto (Interviu) y Ecologistas en Acción, [Interviu], 04-08-2014.