CONCLUSIONES DE LAS JORNADAS ANDALUZAS DE CONSERVACIÓN DEL LITORAL


Conil de la Frontera (Cádiz) 11, 12 y 13 de mayo de 2001


En las Jornadas Andaluzas de Conservación del Litoral se ha constatado una amplia coincidencia de criterios entre políticos, técnicos, científicos y sectores sociales, sobre el diagnóstico de la situación del litoral andaluz y las líneas generales de lo que debe ser el nuevo desarrollo sostenible que necesita.

Las conclusiones a que se han llegado son las siguientes:

1. El modelo actual de desarrollo del litoral es depredador e insostenible, pues está destruyendo su principal recurso no renovable: el paisaje, que a su vez es su mayor atractivo turístico.

2. A unos espacios complejos y dinámicos, de reciente descubrimiento como territorios productivos, se les están aplicando mecanismos coloniales de explotación y poblamiento El actual modelo de desarrollo -basado en un continuo y desmesurado crecimiento urbanístico y de la agricultura intensiva- está provocando la destrucción de sus recursos naturales -paisaje, suelo, agua...-. La experiencia de otros lugares nos muestra que cuando la situación se haga insostenible, los promotores económicos se irán a otras regiones o países dejando paro y desolación.

3. El litoral es la zona donde se produce mayor crecimiento económico y menor desarrollo, cohesión social e integración medioambiental. Hay que pasar del crecimiento cuantitativo al desarrollo cualitativo.

4. Sobre el espacio litoral confluyen multitud de usos que compiten entre sí. Dado que este espacio es limitado, se evidencia una clara incapacidad de acoger todos estos usos en el futuro.

5. El crecimiento sin límites de la industria turística y de las segundas residencias, con la consiguiente masificación urbanística, está suponiendo la pérdida de prestigio y de competitividad de amplias zonas del litoral.

6. El litoral necesita de una planificación estratégica a medio y largo plazo, abarcando ámbitos territoriales supramunicipales, evaluando la capacidad de carga, detectando el nivel de saturación y reversibilidad del territorio, y ajustando las actuaciones a las características y grado de vulnerabilidad. Hay que analizar la capacidad de carga de los espacios litorales, que en algunos municipios está más que superada.

7. Es urgente limitar e, incluso, paralizar el crecimiento de segundas residencias, que generan sólo beneficios a corto plazo y provocan una peligrosa economía dependiente del sector de la construcción, que tiene que retroalimentarse constantemente, consumiendo más y más territorio. La economía turística no se puede basar en la construcción de carácter residencial, sino en el alojamiento.

8. En los nuevos desarrollos turísticos deben primar los usos hoteleros, que generan más empleo y valor añadido que los residenciales, consumiendo menos recursos y suelo.

9. En zonas saturadas urbanísticamente se propone:

- El esponjamiento del territorio, procediendo a la demolición de los edificios más impactantes en primera línea de playa para rescatarlos como espacios libres de uso público.
- Revisar el planeamiento urbanístico desclasificando sectores no desarrollados de suelo urbanizable para clasificarlos como suelo no urbanizable protegido, proceso del que existen experiencias, como la de Calvía (Mallorca), con sentencias judiciales que ratifican que no procede indemnización cuando este proceso responde al interés general.
- Programación de ritmos de licencias de construcción, con la limitación de un máximo anual en relación con el parque de viviendas existentes.

10. El actual modelo de desarrollo turístico del litoral provoca problemas ambientales añadidos debido a la alta movilidad: construcción de infraestructuras viarias y aparcamientos, aumento de la producción de CO2... Hay que incluir la reducción de la movilidad y el fomento del transporte público entre los objetivos estratégicos del desarrollo turístico del litoral.


11. Se constata que existe un cuerpo normativo suficiente para garantizar la conservación de los valores ecológicos y paisajísticos del litoral. Lo que se necesita es voluntad política y medios para garantizar su cumplimiento.

12. Hay que modificar los criterios de la Evaluación del Impacto Ambiental de los planes urbanísticos, superando los criterios meramente naturalísticos, y contemplando la evaluación a medio y largo plazo de los desarrollos urbanísticos -crecimientos y tipología- y de su impacto sobre todos los recursos naturales: paisaje, flora, fauna, energía, agua, suelo... Los EIA tienen que plantear alternativas a estos modelos de crecimiento basado en la construcción de segundas residencias.

13. Hay que establecer como requisito previo para la revisión o modificación de los planeamientos urbanísticos la realización de una auditoría externa que compruebe el grado de cumplimiento del planeamiento existente y sus consecuencias. No se aprobarán revisiones ni modificaciones del planeamiento si se constatan graves incumplimientos de la normativa existente, especialmente en relación con la disciplina urbanística.

14. No se deben permitir convenios urbanísticos que conlleven reclasificación de suelo no urbanizable a urbanizable o urbano, modificaciones en la calificación del suelo, ni aumentos de edificabilidad. Únicamente se permitirán convenios encaminados a la gestión de las determinaciones del planeamiento vigente y no a su modificación.

15. El litoral es hoy paradigma de conflictos de competencias entre administraciones públicas. Es necesaria su conversión en un escenario de cooperación para garantizar la eficacia de las políticas de ordenación y conservación del litoral.

16. Andalucía, a pesar de la creciente especulación urbanística y la presión de la agricultura intensiva de invernaderos, aún tiene la oportunidad de optar por un desarrollo sostenible en el litoral.

17. Se propone que todos los municipios desarrollen y pongan en práctica Agendas 21 que incluyan los objetivos del desarrollo sostenible y los fórmulas de participación social para lograr el máximo consenso posible, proceso que se ha demostrado muy acertado en el municipio de Almonte.


18. Si se plantea el turismo como alternativa en aquellas comarcas que sufren una fuerte crisis de otros sectores productivos -como la pesca-, este desarrollo debe realizarse con premisas totalmente distintas que las aplicadas hasta ahora, por lo que se deben promover Agendas 21 locales y comarcales que garanticen un desarrollo sostenible y no agresivo con los recursos naturales.

19. Es urgente el deslinde de la totalidad del Dominio Público Marítimo-terrestre y sus zonas de protección, garantizando su integridad. Se estima muy conveniente ampliar en el planeamiento urbanístico esta zona de servidumbre de los 100 metros mínimos que estipula la Ley de Costas, a una franja entre 200 y 500 metros.

20. El litoral es un espacio de alto valor ecológico y paisajístico, que hay que conservar como principal recurso natural que potencie el desarrollo socioeconómico sostenible. Como dato significativo cabe destacar que el 37% de las especies de flora vulnerables o en peligro de extinción de Andalucía están en el litoral. Los espacios naturales protegidos deben pasar de considerarse freno al desarrollo a principal valor y motor del mismo.

21. Los estuarios son ecosistemas de alta productividad biológica. Es necesario asegurar los caudales ecológicos, que garanticen los aportes de agua dulce de los ríos, y la eliminación de la contaminación para mantener su funcionalidad, sobre todo en relación con el alevinaje de especies de alto valor comercial.

22. El paisaje litoral es de una gran riqueza y variabilidad, y al mismo tiempo de una gran fragilidad, cualquier alteración puede causar un gran impacto ambiental. Es necesario divulgar entre toda la población los valores ecológicos, económicos y paisajísticos de los ecosistemas litorales: pinares, enebrales, sabinares, retamares, dunas, marismas, acantilados, arrecifes, praderas de fanerógamas...

23. Andalucía ha sumido los criterios europeos que la han convertido en suministradora de productos agrarios especializados: frutas y hortalizas. Este monocultivo se centra en una estrecha franja del litoral muy vulnerable.

24. Hay que paralizar el descontrolado crecimiento de los invernaderos. La agricultura intensiva de invernaderos -modelo Almería- está abocada al más estrepitoso fracaso, pues se basa en dos premisas para ser rentable:

- Mano de obra barata: familiar o de inmigrantes
- Agua de extracción ilegal. El 50% de los invernaderos de Almería carecen de concesión de agua.

25. Es imprescindible un plan de prevención de la contaminación del litoral, que elimine cualquier vertido contaminante, tanto desde tierra como desde el mar, con indicadores precisos y evaluables de la calidad ambiental. Hay que establecer un nuevo inventario de contaminantes marinos. Los objetivos de recuperar y mejorar la calidad ambiental del litoral son irrenunciables y deben garantizarse trasponiendo la Directiva de Prevención y Control Integrados de la Contaminación.

26. Es imprescindible la aplicación con rigor de la Directiva Marco del Agua, sobre todo los principios de acción preventiva y de corrección de los atentados al medio ambiente desde la fuente misma. Así mismo, hay que actualizar el obsoleto Programa de Vigilancia Sanitaria de la Calidad de Aguas de Baño, que tiene 25 años de antigüedad, por una norma que incorpore nuevos parámetros fisicoquímicos y microbiológicos.

27. Las administraciones y sectores empresariales tienden a no asumir los costes reales que supone una agricultura intensiva y un turismo depredador de masas, ocultando los factores desencadenantes de los problemas ambientales y territoriales que generan estas actividades. Hay que internalizar los costes ambientales del crecimiento urbanístico y de la agricultura intensiva de invernaderos.

28. Se apoya la implantación de una fiscalidad ecológica, que debe penalizar duramente las actividades turísticas más impactantes: construcción de segundas residencias, consumo de agua y energía, transporte, contaminación...

29. Es necesario buscar mecanismos para transmitir a la población de forma comprensible y asumible la necesidad de la planificación territorial y de los recursos naturales (Planificación Ambiental Integrada) a medio y largo plazo para asegurar la sostenibilidad.

30. Urge que las administraciones, las Universidades y los centros públicos de investigación hagan un esfuerzo de divulgación con el fin de que la sociedad tenga a su disposición una información veraz y asequible de la situación y de los procesos que tienen lugar en el litoral.

31. Se hace cada vez más evidente la necesidad de desarrollar programas de formación dirigidos a la sociedad en general -y al profesorado, técnicos y responsables de la administración y de las empresas privadas en particular-, con la finalidad de que puedan emprender programas de educación e intervención ambiental en el ámbito del litoral.

32. Hay que aprender a percibir la belleza del paisaje litoral. Es necesario una educación en la sensibilidad que promueva su valoración y conservación, desarrollando la inteligencia emocional.


Ecologistas en Acción espera que estas Jornadas sirvan para impulsar el debate sobre el modelo de desarrollo sostenible que necesita implantarse en el litoral andaluz, y la necesidad de preservar sus enormes valores ecológicos y paisajísticos.


Conil de la Frontera (Cádiz) a 13 de mayo de 2001