En el 10º aniversario de la muerte de François
Miterrand
Vinculado a Francia y su historia por razones familiares por ser nieto de emigrados
económicos de la Gran Guerra y de exiliados políticos de 1939, entre todo cuanto he
escrito en prensa, libros o para televisión en los últimos quince años sobre el Exilio
republicano, la Resistencia española en Francia y la guerrilla antifranquista, olvidé ex
professo al presidente de la República francesa de 1981 a 1995 François Miterrand,
hombre de dos mujeres, padre de una hija natural y dos hijos legítimos, 35 años diputado
y 11 veces ministro.
Pero al cumplirse el décimo aniversario de su fallecimiento a los 79 años el 8 de enero,
ante la generalizada exaltación del personaje que me recuerda el Salvador Monsalud de La
segunda casaca de Benito Pérez Galdós, he rescatado algunas notas recogidas in situ por
boca de numerosos exiliados españoles e hijos de éstos. Después de contrastarlas como
verídicas, casi siempre se olvidan voluntaria o involuntariamente. En el mejor de las
casos se escriben en letra confusa o menuda para maquillar una biografía de claroscuros.
Miterrand desde 1942 estaba en posesión de la Medalla Francisca número 2202 de La
Cagoule, organización de unos 10.000 llamados cagoulards por usar capucha para
confabular, fundada por militares y ultras franceses hacia 1932 para espiar y atentar
contra todo cuanto fuera contrario al nazifascismo. Muy activa en la frontera contra
intereses de la República española durante la Guerra Civil, saboteó varias veces la
vía férrea que une Serbera de la Marenda con Portbou. En la Francia Ocupada adoptó el
nombre de MSE (Movimiento Social Europeo). Operaba en combinación con la italiana OVRA
(Organización para la Represión del Antifascismo) y la alemana Abwehr (Defensa).
Miterrand informó de su viaje a la Alemania nazi con suma naturalidad en la publicación
colaboracionista France (Revue de l'Etat Nouveau) y en la Libération se convirtió en
activo camarada de la sórdida e indiscriminada Depuración. Para reprimir entre 1947 y
1948 las huelgas de mineros, ferroviarios, bancos o gasolineras, convocadas por la CGT
contra los precios por las nubes y saldadas con sangre en Pas de Calais, Nantes o Saint
Etienne, movilizó a 80.000 reservistas, llamó a 40.000 soldados de la Alemania ocupada y
creó la CRS (Compañía Republicana de Seguridad) con los restos de la vichysta GMR
(Guardia Móvil Republicana).
Luego defendió la necesidad de la desastrosa Guerra de Indochina. En 1956 apoyó la
expedición punitiva contra Egipto por haber intentado quitar a las multinacionales el
Canal de Suez. En la Argelia que luchaba por su emancipación transformó los tribunales
ordinarios de justicia en tribunales militares de excepción. No se inmutó ante la
condena a muerte del protomártir objetor de conciencia, comunista, Fernan Iveton.
Socialistas en la Resistencia
Codo a codo con Felipe González en 1994 repitiendo aquellas palabras de Charles de
Gaulle por cuanto los españoles fueron los primeros europeos en luchar contra el fascismo
François Miterrand inauguró el Túnel del Pimorent y realizaron una ofrenda conjunta en
el Monumento al Guerrillero Español de Prayols (Ariège) pueblo hermanado desde 2003 con
Santa Cruz de Moya (Cuenca). Pura diplomacia, pura hipocresía porque ambos líderes
compartían un profundo sentimiento anticomunista y los grupos guerrilleros en el interior
y el exterior hasta 1952 fueron mayoritariamente del PSUC, del PCE o UNE entre 1941 y
1945.
Desoyendo las consignas de Indalecio Prieto que decía "esta guerra no nos incumbe a
los españoles" en sintonía con aquellas palabras que pronunció en 1939 "es
inútil continuar la lucha pues tenemos fascismo para cien años", cuantos
socialistas estuvieron en las filas de la Resistencia francesa o en el seno de Unión
Nacional Española fueron a título individual como los comandantes Antonio Gardó Cantero
y José A. Paz Martínez, la primera Directora General de Prisiones Victoria Kent, la
diputada Julia Álvarez, el presidente del Ateneo Obrero de Madrid Julio Hernández,
Juanita Zugazagoitia, hermana del ministro de la Defensa Nacional fusilado en 1940 por
Franco o el héroe condecorado personalmente por Charles de Gaulle en el Hospital de la
Grave de Toulouse como paradigma de la bravura y coraje de los españoles que derramaron
su sangre por Francia, Pablo García Calero (Ciudad Real, 1912).
A la espera de un pronto desenlace internacional que acabaría con Franco, diplomática y
pacíficamente, pero que no llegó nunca, Indalecio Prieto, al regresar de su dorado
exilio mexicano tras apoderarse en Veracruz, en un acto de piratería, del yate Vita (el
Giralda de Alfonso XIII) con un tesoro que incluía las joyas de Juana La Loca valorado en
tres mil millones de pesetas, mandó retirar en octubre de 1948 la Federación de
Guerrillas León-Galicia de mayoría socialista que tan heroicamente combatía desde
octubre de 1937 en unión de comandantes anarquistas como Marcelino de la Parra o
comunistas como Manuel Girón Bazán.
Fernando Sánchez Agustí
Enero de 2006.