Los campos de concentración franquistas y otros detalles de colaboración con los nazis.
29 de Junio de 2008.
Antonio Cruz González para DESPAGE.

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Artículos sobre los Campos referenciados.

Asistimos a la presentación del libro de Montse Armengou y Ricard Celis, RAVENSBRÜCK, el infierno de las mujeres, en la Librería Blanquerna de Madrid, el 26 de Junio de 2008.

El motivo de este artículo surge del debate introducido a partir de la presentación del documental sobre campos hitlerianos y sobre el propio libro. Aunque el libro no se presta a ningún equívoco y ni siquiera trata del aspecto franquista del interior, es inevitable que al tratarse de republicanas y republicanos españoles, aparezca el dictador Franco en la trastienda. Sólo quiero matizar algunas afirmaciones que se hicieron de forma tertuliana y no con certeza y seguridad histórica. No podemos polemizar en un acto público, sobre dónde están nuestras fuentes; sería por nuestra parte una necedad intentar demostrar que el acto que se celebraba a las 19 horas, se hacía en horas de tarde, y hubiera que demostrar que no era de noche. No se demuestra la evidencia. Pero es privilegio de los necios, despreciar cuánto ignoran, a la manera machadiana. Yo, sinceramente no tengo la culpa que a estas alturas de la película, haya personas que intentando investigar la historia ocultada de los últimos años, "revisionen" y se queden solamente lo que les interesa para sus fines demagógicos. Y es una verdadera lástima, porque nosotros, Despage y las demás Asociaciones que estamos luchando por devolver el sitio a los republicanos, la dignidad no podemos, porque nunca la perdimos, nos encontremos de pronto con investigadores que, incluso habiendo publicado libros y ensayos, no conozcan los entresijos de lo que pretenden saber.

Por ello aquí voy a hacer lo que se me pidió en público, ¿dónde están las fuentes?.

La primera aseveración que se lanzó es que Franco no tuvo campos de concentración. Que los campos de concentración eran hitlerianos. Brevemente, porque si se quiere mayor información no hay más que acudir a las fuentes que reseño, indico que los Campos de Concentración Franquistas fueron creados por Orden de la Secretaría de Guerra de 5 de julio de 1937 y que la orden se títulaba exactamente así: Secretaría de Guerra. Órdenes. Campos de concentración de prisioneros. BOE Burgos, 5-VII-1937, nº 258. También se puede consultar una Memoria de la Inspección de los campos de concentración de prisioneros, que abarca de marzo del 1937 a febrero del 1938. Archivo General Militar de Avila, armario 1, legajo 46 bis, carpeta 1, documentos 113. Citado todo por el Historiador Pedro Pascual en Historia 16, nº 310, Febrero de 2002. Todo lo que sigue relacionado con los campos parte de ésta suficiente fuente.

Evidentemente en el año 1937 la guerra entraba en el primer año, por lo que todos estos campos, 72 en total, estaban situados en zona rebelde franquista. Los que contaron con más de mil prisioneros fueron: Aranda del Duero (1604), Camposancos (Pontevedra) (1119 y en 1938: 1434), Deusto (Bilbao) (2307), Dueso (2539), León (3859), Miranda del Ebro (2368), Orduña (3486), Pamplona (1086), San Pedro de Cardeña (1300), Santander (3638), Santoña (2703, llegando a 6712 en 1938). Contando todos los campos, citados por la misma fuente, incluidos los Hospitales de Liérganes, Deusto y SSCC de Santander, sumaron un total de 33.369 prisioneros en 37 y 42.885 en 1938.

A la vez que se crearon los campos, es decir desde el día siguiente, 6 de julio de 1937, la Comisión de Obras Públicas se dirigió a la Junta Técnica del Estado rebelde para sugerir un plan de obras públicas y trabajos aptos para los prisioneros y presos políticos. La propuesta se aprobó el 13 de julio. Lo que indica claramente que el plan estaba trazado de antemano y no motivado por la cantidad de prisioneros que iban llegando. Estos Batallones Disciplinarios de Trabajadores (trabajo esclavo, pues aunque se cita que serían remunerados con 2 pesetas del nuevo estado, se les retendría, 1 pta 50 ctmos para el propio condumio, y el resto se les daba al fin de la semana, si no ha habido alguna falta que lo impidiese, verdadera puerta falsa con la que el acreedor pasaba a ser deudor por el capricho de cualquier jefe o por la delación de un numeroso cuerpo de Confidentes creados a partir de 1938, entre los propios prisioneros (ver fuente citada).

En definitiva, a pesar de que el caudillo Franco recordaba en sus órdenes y decretos el trato de la Convención de Ginebra sobre prisioneros, la realidad era muy otra, siempre "a juicio de sus respectivos jefes": art. 2ºdel Decreto 281 sobre pago de salarios a los presos, del BOE fechado en Burgos, 1 junio 1937. En definitiva era el trabajo esclavo en utilización de las obras del régimen y así se ejecutaron durante el franquismo, desde el Valle de los Caídos (Campo de trabajo de Cuelgamuros), hasta el canal Sevilla-Bonanza, por citar dos de los más destacados. Se puede acudir al libro de Rafael Torres, Los Esclavos de Franco, para documentarse sobre el tema.

Esto continuó durante los años de la llamada Paz de Franco. Para ser más exactos hay un estadillo de la Jefatura de Campos de Concentración y Batallones disciplinarios de finales de julio de 1942, también en el archivo General Militar de Avila, con cerca de 50.000 prisioneros, aún en campos, a pesar de que "cautivo y derrotado el ejército rojo" la guerra, según el parte franquista, había concluído el 1 de abril de 1939. Aquí una apreciación, ni todo el ejército rojo estaba derrotado, pues continuaba combatiendo en la guerrilla de los maquis (el último maqui fue abatido en el 1956), y también en las fuerzas de resistencia francesa, FFI de Francia, por lo que muchos fueron represariados en los campos de concentración, estos sí ya nazis, pero siempre con el permiso franquista, a través de las gestiones de Serrano Suñer cerca de la Gestapo alemana, comandada por Himmler, al que luego nos referiremos, y cuyas gestiones dieron como conclusión la retirada de la nacionalidad a los republicanos españoles del exterior, y la retirada de la condición de presos políticos en su estancia en los campos de las SS. También hubo miembros del ejército republicano que combatieron con las fuerzas francesas del exterior (legión extranjera) del Tchad, bajo el mando del géneral Leclerc, que por cierto fueron los primeros en tomar París para los Aliados, con los famosos tanques con los nombres de Guernica, Belchite, Guadalajara, etc. Héroes en Francia y Víctimas en España.

Otro asunto que se puso en duda era que Franco concediese extradición de presos a la Gestapo para su internamiento en campos de las S.S. en Alemania y Austria. San Pedro de Cardeña y Miranda de Ebro fueron los campos de concentración dónde fueron los Brigadistas Internacionales. No todos los que cayeron en manos franquistas, pues muchos fueron fusilados en el momento de su captura, según nos cuenta Gerhard Hoffman en el artículo de Historia 16, titulado Cautivos Internacionales de Franco (mismo número de H16, pags. 30-35). Se habla de unos 30 alemanes y austriacos, que fueron entregados a la Gestapo, que a su vez los internaron en los campos de concentración de Alemania. Otros casos también son citados en el artículo con nombres y apellidos.

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Obsérvense con atención los símbolos: la foto de Hitler, el yugo y las flechas en la chaqueta del dictador.

Y el tercer problema es que se desconocía (¡y se puso en duda que mi cita fuera cierta!) la visita de Himmler a España. Podría citar varias fuentes, pero como muestra basta un botón, citaré al historiador Manuel Ros Agudo de la Complutense de Madrid y MBA de la Universidad de Houston (Texas, USA), que en su serio trabajo sobre la Guerra Secreta de Franco (1939-1945), cita en su capítulo 6, titulado la Gestapo en España, con pelos y señales la visita hecha por Himmler a España, su recepción en Madrid, con revisión de tropas en la Estación del Norte, su estancia en el Ritz, su visita al Ministerio de Asuntos Exteriores, su visita al Pardo y su entrevista con Franco, su recepción en la Dirección General de Seguridad (no hay que olvidar que Himmler era jefe de las SS, que entre otras ocupaciones tenían la de la Administración de los campos de concentración y de exterminio), su asistencia a una corrida en las Ventas, con toda la parafernalia de cruces gamadas y enseñas de la Falange, su cartel: Lalanda, Pepe Luis Vazquez y Rafael "Gallito", con reses de Escudero, su visita al día siguiente a la tumba de Jose Antonio en el Escorial, su visita a Toledo. Al día siguiente la visita cultural, ya de paisano al Museo del Prado, al Arqueológico. Comidas, recepciones y entrevistas que versaron sobre la colaboración Gestapo-Falange-DGS. El conde de Mayalde en una cena de despedida, publicado en ABC del 24 de octubre, en el mismo Ritz, dónde se hospedaba el jefe de las SS, pronunció unas palabras de despedida y citamos las que mejor se adaptan a este artículo:

"Nuestros enemigos comunes no podrán decir ya que no es popular y sincera la amistad hispano-alemana, ni podrán negar que nuestra política internacional es profundamente popular y que España sólo ansía vuestra amistad y desprecia sus maquinaciones y ofrecimientos. (El subrayado es mío).

Sólo añadir que Himmler en su entrevista con Franco recomendó dejar de matar sin juicio previo, con victas a la repercusión que el régimen de Franco debía tener en el exterior, ante terceros países, ya que a las alturas de 1940, ya no se podrían considerar como "bien vistos" las sacas de las cárceles y campos para fusilamientos y tiros en la nuca, sin documentar. A partir de éste año y ya implantados a partir del 1942, comienzan los "juicios sumarísimos", con lo que al menos, los fusilados y condenados a otras penas, ya no figuran como "desaparecidos", aunque en estos juicios, en los que hasta el mismo abogado defensor de oficio, era un militar del ejército triunfante, y de inferior graduación al Presidente Togado Militar, poco podía hacer aunque lo hubiese intentado. Los juicios estuvieron exentos durante el tiempo que duraron, que se alargaron por toda la vida del dictador, de la menor garantía jurídica para los acusados. Las condenas a muerte, a veces varias para el mismo preso, estaban revisadas personalmente por el dictador, normalmente mientras desayunaba.

Con esto quiero matizar que no hubo un Hitler y un Franco, y establecer unas diferencias, que uno fue mejor o peor, que uno mató más judíos que otro. Es infantil y simplista establecer estas diferencias. Era una Europa fascista, y no se podrían establecer diferencias de tratamiento para Hitler, Mussolinni y Franco, porque los tres fueron genocidas y criminales contra la humanidad. Y no vamos a contar ahora la crueldad o las formas de tortura, para determinar quién se llevaba la medalla de oro. Sólo hacer constar que Franco pudo retornar o extraditar todos los republicanos que estuvieron en campos alemanes y austriacos y polacos, y no lo hizo por una única razón: "allí sufrirían más" y es cierto que murieron y sufrieron las torturas de un régimen maldito cuyos crímenes no prescriben. La diferencia se trata de establecer para que nadie diga que los crímenes de Franco tampoco prescriben, y eso genera un problema político a los gobiernos actuales. Por eso siempre se trata de encubrir el problema. Si hacemos tanto hincapié en que Franco no mató judíos (por la sencilla razón que sus antecesores los habían expulsado), por qué no insistir en que Franco fusiló sacerdotes católicos vascos, cosa que Hitler no hizo. Establecer estas diferencias postmodernistas en realidad encubren un verdadero problema que no se quiere tratar: la impunidad de un régimen que no resultó vencido por las armas, como el del General Franco, y que quedó tan atado y bien atado que la propia democracia se muestra incapaz de aplicar las leyes de un Estado democrático de Derecho y de un Derecho Internacional. De ahí las crisis y las diferencias de criterio, nunca de los hechos, que son claros y diáfanos.

Bien, todo lo dicho en ese acto, está documentado, y por supuesto por más historiadores de los citados aquí. Ni siquiera me he molestado en entrar en Google, dónde la información es copiosa, basta con acudir a los conocimientos adquiridos y a la biblioteca. No he pretendido desmontar nada, sino todo lo contrario despejar dudas e incógnitas y por supuesto, acreditar que lo que dije era cierto, y que uno no puede llevar el portátil bajo el brazo para dar toda la bibliografía seria que hoy existe.

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NOTA.-
Transcripción del cartel de la corrida de toros a la que asistió Himmler en la plaza de toros de las Ventas de Madrid el 20 de Octubre de 1940: