CARTA DE CARLOTA LERET O'NEILL, ANTE LAS TODAVÍA MENTIRAS DE UN FASCISMO ENCUBIERTO.

Desde Despage hemos dedicado muchas horas y atención a la historia del que fué primer militar caído en defensa de la República ilegítimamente pisoteada, en la madrugada del 17 al 18 julio de 1936, en Melilla. Todas estas horas en las que hemos tomado conocimiento de una historia no revelada, evidentemente, por la censura férrea de un sistema totalitario de inicios fascista (apoyado por Hitler y Musolinni, ¿era fascista o no?) y más tarde devenido en nacional-católico para aproximarse a las potencias del otro bando antifascista, que abandonaron totalmente a la maltratada República Española, todas estas horas, repito, nos han servido para ir apartando el grano de la paja, contactando con los libros escritos, con los propios protagonistas, con las publicaciones de la época. No voy a darme el lujo de nombrar a un fascista, sólo decir que en esta Guerra Civil, el que no estuvo con la República, repito, legal y legítima, estuvo con el fascismo, aunque no luciera una camisa azul, porque el fascismo no era sólo un partido político, sino una ideología seguida por militares traidores, partidos de derecha y ultraderecha, y costumbres, que se perpetuaron durante 40 años, además se le incorporó una feroz represión en gente que no tenía delitos de sangre (Franco había prometido salvarlos, pero ya se sabe: ¡Las promesas de un traidor...!), así como una férrea censura de cualquier idea, escrito, libro, película, pensamiento, etc. contrario al tirano del Pardo y TODOS los que le apoyaron, en mayor o menor grado de complicidad.

Sobre lo que ha contestado Carlota a las cartas publicadas respecto de la segunda esquela aparecida en el País (único remedio de que salga publicada la tremenda vesania que se cometió con su padre,teniendo en cuenta que  la primera salió el año pasado) sólo tengo que decir que son VERDAD. Que hemos accedido a cartas y testimonios y siempre hubo una feroz persecución de su abuelo, a ellas y a su propia madre, y que quién niegue ésto no sólo no podrá demostrarlo, sino que entrará en la historia como defensor de aquel régimen, de quién nadie bien nacido puede sentirse contento.

Todos hemos tenido en nuestras familias, quiénes estuvieron con los golpistas o con el gobierno legítimo de la República. Esto nos debe hacer recapacitar sobre la defensa de lo legal y legítimo, aunque no fuera perfecto; sin embargo hay elementos crispados en nuestros país, que siguen defendiendo que "ellos ganaron" y tienen derecho a todo. Con su pan se lo coman. Los hechos contrastados por varios historiadores, Moga Romero, Hormigón, Martín Cuesta, Carlos Lázaro, Revistas Aeroplano, Aenanoticias, Aeronáutica y Astronáutica, así como nuestros artículos publicados en Despage, Nuestra Historia, en la revista el Viejo Topo y en otras webs, avalan la certeza de esos testimonios. Si aparecieran testimonios nuevos los incorporaríamos, pero falsedades y defensas basadas en el desconocimiento de parte de nuestro pueblo español, ante la censura ejercida, no lo admitiremos jamás. La seudo farfolla de los impresentables sólo puede ser tapada con la Verdad y la Justicia. Por eso no quieren en muchos estamentos de la derecha heredera de la fascista que se consideren la NULIDAD DE LOS JUICIOS SUMARÍSIMOS, porque saldrían las responsabilidades de los verdaderos rebeldes y no están dispuestos, aunque sea antidemocráticamente a que trasciendan.

Bravo, Carlota por tu respuesta y que tu esfuerzo se vea recompensado con la tranquilidad de espíritu que debe invadirte, cuando ves estos pobres argumentos de esa España inferior que ora y embiste, cuando se digna en utilizar su cabeza.

¡Salud!

Antonio Cruz González, para Despage.

14 Agosto 2007.

 

CARTA DE CARLOTA:

Hola Carmen: 

 

Navegando por Internet, en la página de Carmen Domingo, he encontrado los comentarios anexos de un tal Manuel Adrián Rodríguez Leret, miembro de las Juventudes Socialistas de Chamberí (JSCH), fechado el 24-07-07, los cuales me conciernen ya que se refieren a mi familia  y a mi, por lo que me veo en la obligación de contestarle. Te agradecería que los publicaras en tu página. Afectuosamente,

Carlota

 

 

Soy la hija de la escritora Carlota O´Neill y del Comandante de Aviación Virgilio Leret Ruiz, y nieta del Coronel Carlos Leret Úbeda. Lamentablemente para mi madre y para nosotras, sus hijas, María Gabriela y Carlota Leret O´Neill, el Coronel Carlos Leret Úbeda fue un militar reaccionario, beato, africanista y fascistoide, que nunca acusó a sus compañeros de ser los asesinos de su hijo, el Comandante Virgilio Leret,  hecho que sucedió en  Melilla la  madrugada del 18 de julio de 1936, por defender la legalidad y la democracia del ataque asesino y reaccionario de los militares franquistas.

 

Por el contrario, todo su dolor y su rabia lo descargó contra mi madre, denunciándola ante los militares golpistas de Melilla, que la sometieron a dos consejos de Guerra y a dos Causas Judiciales, y que le hicieron sufrir cinco años de prisión en el fuerte de Victoria Grande de Melilla, lo que incrementó el inmenso dolor que las tres sufrimos por el asesinato de mi padre.

 

 Por culpa del Coronel Leret Úbeda, mi hermana y yo quedamos completamente abandonadas, en una ciudad inhóspita y desconocida para nosotras, y sobrevivimos gracias a unas familias que nos recogieron, al convertirnos, 48 horas después de la asonada golpista, en dos niñas huérfanas de padre y madre.

 

El Coronel Leret Úbeda  jamás nos brindó cariño o ternura. Cuando terminó la guerra civil y llegamos a su casa, se desprendió rápidamente de nosotras, enviándonos al Colegio de huérfanas de Aranjuez, en donde, por ser hijas de 'rojos', aquel internado fue más difícil de soportar.

 

Cuando mi madre salió de la cárcel, después de tantos años de separación, ante nuestros ruegos y la necesidad de estar junto a ella, nos sacó de aquel horrible colegio de monjas; sin embargo, mi abuelo volvió a denunciarla, por "roja y atea", y logró que le quitaran la patria potestad de nosotras, sus hijas, y nos regresaron al colegio de Aranjuez, como detenidas, custodiadas por dos detectives, y trasladadas en un automóvil policial.

 

Han pasado muchos años desde aquellos hechos trágicos, que marcaron nuestras vidas y que no podemos olvidar. La crueldad de quien fuera nuestro abuelo, el Coronel Leret Úbeda, con nuestra madre y con nosotras, la sufrimos directamente, el rechazo hacía él  y hacia aquellos Leret que tanto daño nos hicieron permanece intacto.

 

Es incomprensible  que alguien que no lo vivió, y que se dice socialista, pretenda reivindicar su nombre, enlodando el de aquellas que fuimos sus víctimas.

 

 Carlota Leret O´Neill
E-mail:
carlotaleret@cantv.net
carlotaleret@gmail.com

 

ESCRITO DE CARMEN DOMINGO A PROPÓSITO DE LA ESQUELA DE LA FAMILIA LERET:

Carmen Domingo - www.carmendomingo.com

Desde Melilla, mira tú por dónde

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La historia de Virgilio Leret (capitán, jefe de hidroaviones en el Atalayón, en la Mar Chica de Melilla) explicada por su mujer Carlota O'Neall ("Una mujer en la guerra de España") fue de las primeras que leí -y de las que más me impactó- cuando estaba documentándome para escribir "Con voz y voto". Estaban en Melilla el 17 de julio, Carlota y las   niñas en una barco en la costa disfrutando de las vacaciones y Virgilio con ellas, pero con un pie en el cuartel(la foto es más o menos de esa época). Y así estaban, y cuando se sublevaron los militares en Melilla salió Virgilio a ver qué pasaba y nunca más volvieron a saber de él. Lo fusilaron el 18 de julio y a Carlota (separada de sus hijas) la fueron enviando de prisión en prisión (por ser mujer de un militar que se había mantenido fiel a la República), sin decirle que su marido estaba muerto, y sin darle casi noticias de sus hijas, a las que recuperó años después. No me extiendo más, porque el libro -escrito y reescrito varias veces, porque tuvo que irlo destruyendo por la amenaza que suponía tener el texto- podéis comprarlo que lo reeditaron el año pasado, pero es una buena muestra de cómo sucedieron las cosas, de los odios inter familiares, de las irracionalidades aplicadas desde los primeras hasta los últimos días de guerra y de cómo se prolongaron los odios durante la dictadura. ¡Una buenísima muestra!

Hoy, cuando Jaime me ha llamado para decirme "mira la página 44 de El País", lo último que me esperaba era una esquela de la familia Leret recordándolos y reclamando desde Caracas la investigación y la recuperación del cuerpo del militar. Y, la verdad, ha sido una de las esquelas que he encontrado más merecidas, porque a saber desde hace cuánto que no se le hacía un homenaje así y bien está.

 

Lunes, 17 de Julio de 2006 19:31

CARTA DE MANUEL ADRIÁN RODRIGUEZ:

 

Autor: Manuel Adrián Rodríguez Leret

Bien, quería decir varias cosas.

Soy sobrino nieto de Virgilio Leret Ruiz. En una publicación de EL PAÍS cuenta una historia de Carlota basada en lo que dice en el libro que no es del TODO CIERTA. MI BISABUELO, Carlos Leret Úbeda no es fascista, era militar y como tal defendió la República.

Que se sepa también, que sus hijas se arrepintieron de muchas de las cosas que contaba su madre sobre nuestra familia que eran FALSAS.

De las hijas no se supo nada por una razón especial y es que se la llevaron a Aranjuez para que estuvieran bien cuidadas y lo único que hizo Carlota para "agradecerlo" fue vender los planos del motopropulsor a reacción a los ingleses para conseguir un visado y salir, así, de España. Por lo tanto no es tan buena como la pintan.
SALUD!!

Fecha: 24/07/2007 17:49.