Mariana, eres mujer.
Serie dedicada a nuestras mujeres de la República.
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Mariana, eres mujer. Serie dedicada a nuestras mujeres de la República. |
| Carlota O'Neill de Lamo.
He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y
atracado en cien riberas. |
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| Carlota O'Neill una progresista contra el
franquismo. Antonio Cruz González para Despage. Carlota O'Neill era escritora. Tocó todos los géneros literarios: narración, poesía, biografía, novela, teatro, artículos y actividad periodística en prensa, radio y televisión. Si podemos recomponer hoy sus deseos, sus intereses, sus amores, sus amistades, en gran parte es gracias a sus libros. Sus memorias, sus escritos en la cárcel, su destrucción por el temor a que pudieran ser utilizados en su contra, su vuelta a escribirlos, nos ha dado el conocimiento de su vida. No tratamos de hacer una biografía, porque ya se han publicado varios apuntes biográficos bastante completos, y además ella misma nos lo ha contado magníficamente, pero sí vamos a incluir algunos datos que nos han sido proporcionados por su hija Carlota Leret O'Neill, y que clarifican otros puntos oscuros de su biografía. Además, Carlota nos dio a conocer a Virgilio Leret Ruiz, su compañero, su marido, y también, como todas las grandes narradoras, el entorno en que vivió, que fue la Guerra Civil española, su comienzo, la prisión, la posterior represión de la posguerra, y el injusto exilio, vivido en su carne y en la de su familia y amigos. ANTECEDENTES.- Primer Asunto que hay que aclarar es la fecha de nacimiento. Hay personajes en la Historia, que parecen que están marcados por la controversia desde la cuna (mi abuelo paterno, en diferentes documentos, tiene tres fechas de nacimiento; sé de lo que hablo). Así en Carlota, entre sus vicisitudes, está la de la fecha de nacimiento. Sus biógrafos citan el 27 de marzo de 1905. He investigado y en la partida de nacimiento del Distrito Congreso de Madrid, aparece como nacida en Madrid, el 29 de marzo de 1905, y consta como Carlota Alejandra Regina Micaela O'Neill y Lamo en esa partida, pero esta fecha, como se hace constar en (1) es la del Registro, no la de nacimiento (ACLO), que fué el 27 de marzo. PADRES.- Su padre, Enrique O'Neill Acosta, natural de Chihuahua (México), de profesión diplomático (en Cuba y Puerto Rico). Fue miembro activo de la Sociedad Española de Higiene de Madrid, fisiólogo de la voz, con sistema propio, aprobado por esa Sociedad, la de Otorrinolaringología y la Facultad de Medicina de Barcelona. Profesor de canto, ya destacó por una publicación: "La Voz Humana" (2), un tratado sobre el uso de la voz, desde el habla hasta el bel canto, que fue libro de texto en el Conservatorio de Canto de Madrid. (ACLO). Llegó a ser Secretario de Emilio Castelar. Su madre, Regina de Lamo Ximénez (3), andaluza de Jaén, fue escritora, pianista y periodista, apasionada defensora del sindicalismo y del cooperativismo, colaboradora de Lluis Companys en la creación de la "Unión de Rabassaires de Cataluña". Instauradora en la República de los bancos de crédito obrero, fundadora de la Asociación de Animales y Plantas de España. Entre sus logros como pianista ganó el Primer Premio Nacional de Piano en el Conservatorio de Música de Madrid, en una edad en que con sus pies no llegaba al suelo, casi una niña, y de poca estatura, no llamaba la atención hasta que empezaba a tocar, claro está, ya que lo hacía con una perfección impropia de su edad. También obtuvo primer premio en el Conservatorio de París (ACLO). Amante de la Economía, difunde las ideas de vanguardia que nacen en el siglo XIX. También fue defensora de los animales y de las plantas, coherentemente con su credo anarquista, y se muestra ardorosamente partidaria de la utilización del peto en los caballos que participan en las corridas de toros. En aquella época los caballos de los picadores resultaban empitonados por los toros, y dentro del desagradable espectáculo de la tortura animal, se agravaba más cuando en la misma plaza, volvían a introducir los intestinos en el abdómen de los caballos, los cosían y seguían utilizándolos en el "arte" de picar (¡La tortura no es arte ni es cultura!). Escribía también sobre los derechos al control de la natalidad, al aborto, a la eugenesia y a la eutanasia, y al amor libre, mostrándose partidaria de todos ellos. (4) Regina durante toda su vida realizó colaboraciones literarias, escribió poesía, artículos, dió conferencias y conciertos de piano. Tuvo esa capacidad, esos conocimientos y además los utilizó porque necesitó trabajar. Se había separado de su marido Enrique muchos años antes de su muerte (se cita por Moga que murió en Barcelona en 1932). Parece ser que en los momentos difíciles Virgilio y Carlota la ayudaron y ella, igualmente, también lo hizo con ellos. ABUELOS.- De los abuelos maternos podemos aportar nuevos datos. El abuelo Anselmo de Lamo, natural de Burgos, sumamente humilde, de profesión sastre ambulante, iba de pueblo en pueblo, vendiendo trajes y vestidos que confeccionaba él mismo. Con el correr de los tiempos llega a ser importador de telas de Inglaterra, consiguiendo crecer económicamente. Toda su fortuna empresarial de pequeño comerciante y artesano la pierde al arder un vagón de ferrocarril, en la estación de trenes de Madrid, vagón propiedad de Anselmo, que se utilizaba como almacén de ropa, repleto de telas. Anselmo casó con doña Micaela Jiménez, natural de Jaén. Los antecedentes de Carlota como escritora, nos llevan a mencionar a un tío suyo, Carlos de Lamo Ximénez, abogado, masón, que fue el segundo compañero sentimental de Rosario Acuña Villanueva, escritora de la generación del 98. Es la segunda mujer que estrena una obra en el Teatro Español de Madrid. Ocupó la tribuna del Ateneo y del Fomento de las Artes. En 1.886 entra a formar parte de la logia masona Constante Alona como Hipatía. En 1.911 a raíz de un apedreamiento a dos estudiantes norteamericanas por los estudiantes varones de la Universidad de Madrid, publica un artículo en L'Internationale de París y El Progreso de Barcelona. Acción Católica presenta una querella criminal contra ella que la obliga a exilarse en Portugal por cuatro años. Es decir, entre sus antecedentes, por la rama femenina, encontramos ese arte de la escritura, del conocimiento, de los derechos femeninos, de la progresía y del libre pensamiento. VIDA.- En un esquema sinóptico, que no tiene pretensiones de llegar hasta el último recoveco biográfico, pretendemos dar unas pinceladas para que nuestros lectores conozcan a esas personas que vivieron y destacaron en la II República Española, que hoy día se conocen poco y mal por los españoles, debido sobre todo a la inmensa represión de las conciencias y a la censura de todos los medios por la dictadura franquista. Nacida como hemos indicado, en Madrid, dónde pasa su infancia y adolescencia rodeada de cultura, arte e inquietudes sociales. Más tarde su familia se traslada a Barcelona dónde conoce al Teniente de Infantería Virgilio Leret Ruiz, que poco tiempo después es ascendido a Capitán y entra en el arma de Aviación (ACLO). Tienen un romance maravilloso, pleno de amor libre, de progresía, conjuntándose desde la primera mirada. Fruto de ese amor nace su primera hija, María Gabriela, y esperando su segunda hija, Carlota (Lotti), Virgilio le pide a Carlota, en una carta maravillosa a la que hemos tenido acceso, que se case con él, no por renunciar a sus ideas de amor libre sino porque los derechos de sus hijas no se vean mermados, que a pesar de su ideología y práctica en pareja, se verían disminuídos por la presión social sobre sus hijas. Carlota accede y en una boda sin boato, ni celebraciones, consiguen su ratificación legal. Este dato es muy importante, porque determinados biógrafos reclaman la atención sobre las presiones del padre, para la toma de esta decisión, cuando la decisión fue motivada, como decíamos, por Virgilio y para protección legal de sus hijas, a través de los derechos institucionales que todo matrimonio lleva consigo.
Carlota con Virgilio Leret y sus dos hijas: Mariela (izquierda) y Lotti. No nos paramos en fechas y lugares que se pueden consultar en las biografías abajo reseñadas. Otro dato de su vida que conviene aclarar, es que Carlota nunca fue comunista. Carlota participó con el grupo de teatro "Nosotros", en el que había comunistas y de forma voluntaria y liberal, como ella siempre se mostró, no dudó en formar parte de ese grupo. Y así como Lorca, con la Barraca y María Teresa León con el Teatro en Acción Contra el Fascismo, Carlota participó con la Central de Teatro Proletario, "Nosotros". Con éstos, estrenó su obra de teatro "Al Rojo", el 11 de febrero de 1933, en Madrid. En esta obra se reflejan los duros trabajos de las modistillas de un taller de costura, que en virtud de su precariedad, alternan ese trabajo con la prostitución, obligadas por las condiciones y relaciones de producción. También con este grupo de teatro dió la conferencia "Teatro revolucionario". Pero Carlota políticamente se afilió a Izquierda Republicana, el partido de Azaña, desde 1935. También hemos accedido a los listados del Ateneo de Madrid, de la que se hizo socia con el número 16.719 y fecha de ingreso, 1 de agosto de 1934. Carlota fundó la revista "Nosotras" alrededor de 1934, de la cual salieron pocos números (ACLO). También participó en uno de los reportajes de la revista Estampa en Junio de 1932. Puede ser que hubieran más colaboraciones con esta revista, ya que en el proceso figura esta revista por la cual Carlota se acerca a Melilla a poner el telegrama, para que su hermana cobre su colaboración. Conviene destacar que Carlota hizo de la necesidad virtud, y debido a que Virgilio se quedó en situación de "disponible" el 3/12/1934 (ver Biografía de Leret en esta Web), con un sueldo del 20%, que no alcanzaba a vivir, con su actividad periodística, muy intensa sobre todo a partir de enero de 1935, ayudó a la supervivencia de su familia. La vida de Carlota trascurrió en tres etapas bien marcadas: 1) Su etapa de escritora y
militancia, 2) Su etapa de represión, guerra civil y persecución y 3) Su etapa de
exilio. Porque en su segunda etapa, es decir desde que salió de la prisión de Victoria Grande en Melilla, en marzo de 1940, hasta que inició su exilio, para poderse ganar la vida tuvo que recurrir al seudónimo. Fue una etapa de numerosos títulos y colaboraciones en la revista Lecturas, revista en la cual colaboraban grandes firmas literarias, desde Emilia Pardo Bazán hasta Wenceslao Fernández Florez, firmas proclives al régimen, pero también otras como Carlota, que con el sobrenombre de Laura de Noves, tomado de la amante de Petrarca, tuvo una prolífica edición. Su obra más completa de esta época fue la biografía de Elisabeth Vigèe-Lebrun, escrita en 1944, que fue la celebre pintora de Maria Antonieta de Austria, a la sazón reina de la Francia prerovolucionaria de 1789. Se editó con las fotos de los famosos cuadros. Cómo tantos otros escritores (Eduardo de Guzmán entre otros), huyendo del franquismo, tuvo que escribir con éste nombre supuesto, y evidentemente el contenido de sus obras no podían tocar nada relacionado con lo social o lo político. Se añaden al pie de este artículo las principales novelas, hoy día completamente inencontrables. (5) En esta segunda etapa, quizá la más famosa, la más conocida gracias a sus "Memorias de una mujer en la Guerra de España" (6), queremos citar a cuatro grandes personas: Ana Vázquez, María XX (desconocemos su apellido), Mario Arnold y el capitán Gastañaga. Cuatro grandes amistades que influyeron positivamente en la vida de Carlota. Ana Vázquez y María, las dos presas que ayudaron a Carlota. Ana Vázquez presa común, que fue enlace de Carlota con Pons, súbdito británico, también preso, era la encargada de tareas tales como llevar la ropa sucia de las presas hasta la puerta dónde sería recogida por los familiares. Y María, compañera de sufrimientos de Carlota, condenada a 30 años, con el marido fusilado, es decir viuda, con cuatro hijos, que se prestó a tener escondidos en casa de sus padres, los documentos de Leret. El hecho se produjo (lo relata Hormigón) aprovechando que el funcionario de guardia, no era de los más puntillosos ("don Miguel, un vigilante que estaba "calamocano" las más veces", dice Hormigón, y "olvidaba la preceptiva inspección de los bártulos"). Y el que se ocupó de transportar la ropa sucia y los documentos fue uno de los hijos de María, un chaval de doce años, avisado previamente del contenido. Nuestras dos mujeres, Ana y María, fueron ejemplos de la solidaridad ante el sufrimiento de la prisión, y qué gracias a ellas, sin que nunca lo hubieran sabido, sólo por amistad desinteresada, se salvaron las pruebas de este gran invento realizado por el Comandante Leret del Ejército Leal a la República Española. Otra persona que el destino coloca en el camino de Carlota es Mario Arnold. Mario Arnold fue actor de cine en Francia, escritor y periodista. Se creyó el pasquín franquista que decía que todo aquel que no hubiese cometido en la guerra "delitos" de sangre no tenía nada que temer. El había escrito artículos defendiendo a la República y contra los sublevados, pero nada más…y ¡nada menos!. La represión le llevó a la cárcel de Porlier, en Madrid. Se enteró de que una escritora, Carlota, acudía a esa cárcel (la cárcel daba a Torrijos, hoy Conde de Peñalver, para los hombres, y a Porlier, las mujeres, en la entrada posterior) para presentarse a los funcionarios, por estar en libertad condicionada. A través de personas maravillosas (presas comunes que tenían mayor libertad de acción), se pusieron en contacto mediante pequeños mensajes. Carlota buscó entre los amigos de Arnold, para abogar por su causa, con una condena de muchos años. Todo este relato lo refleja Carlota en sus Memorias. Al final Arnold salió de la cárcel y consiguió exilarse en Venezuela. Le escribió a Carlota que se fuera para allá con las niñas, y abandonase España en cuanto pudiera. Tras inmenso papeleo, Carlota consigue tener pasaporte, pero el visado necesario se lo deniegan, con inmensa crueldad (primero se lo dan y al día siguiente se lo quitan). Viviendo en ese momento en Barcelona, decide tomar el "Bailén", barco carguero que sale de Tenerife a Venezuela. Tras una travesía de Barcelona a Palma, y de Palma a Tenerife, angustiosa, porque en esos momentos no tienen visados, llegan a parlamentar con el capitán Gastañaga, ya en Tenerife, que tiene orden de no dejar embarcar a nadie sin visado. Pero los visados no llegan. Carlota intenta e intenta a través de Arnold, que los consiga en Venezuela. Pero no llegan, y el barco debe partir. Carlota apela al corazón del capitán, Carlota no suplica, le presenta los hechos al Capitán Gastañaga; el porqué y el cómo ha llegado hasta allí, y el desastre que para ellas significaría el perder esa posibilidad de llegar a Venezuela. Gastáñaga que se llega llamar a sí mismo "Capitán Pirata", porque accede a embarcarlas a las tres, las tranquiliza y les comunica que si al llegar a Venezuela, no tienen los visados, las tiene que traer de vuelta a España. Así, con un pequeño fraude administrativo, Carlota llega a puerto. ¡Y en el puerto está Arnold con los visados!. Solamente como "transeúnte", pero suficiente para huir del fascismo. Es una lástima no tener más datos de estos tres personajes que tanto influyeron en la vida de Carlota, que tuvo de todo, menos monotonía.
Prisión de Victoria Grande en Melilla, en la actualidad. Foto: Laura Salas Leret Antes de terminar estos apuntes, que aportan nuevos datos a la vida de Carlota O'Neill, destacar las dos Causas militares y los dos Consejos de Guerra incoados contra ella que motivaron la permanencia en la cárcel del Fuerte de Victoria Grande, hasta el año 1940. La 2ª Causa por aplicación del art. 4 de la Ley de Responsabilidades Políticas, fechada en Melilla a 16 de agosto de 1.940, condenándola a sanción restrictiva de 5 años de INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA CARGOS PÚBLICOS DEL ESTADO, PROVINCIA Y MUNICIPIO Y AL PAGO DE 25 Pts. como sanción económica, ya no sorprendió a Carlota en la cárcel, por haber sido puesta en libertad condicional el 16 de marzo de 1940. De hecho, según ACLO, Carlota nunca supo de esta segunda Causa, que quedó en los Archivos como prueba de aplicación injusta del Derecho por su carácter de retroactividad. Hay que hacer constar que la "justicia" franquista era tan incompetente que en la 1ª Causa, nº 749/36, reiteradamente aparece, que la encausada es Carolina O'Nell (sic). ¡Ni el nombre ni el apellido sabían escribir!. Esta Causa se inicia con la orden de detención por el falangista Requena, en averigüación de los viajes que las encausadas (Carlota y Librada) han hecho desde la Base de Hidros a la plaza de Melilla. De la atenta lectura de una fotocopia de la causa suministrada por su hija Carlota, podemos extraer algunos párrafos que constituyen el testimonio histórico de la injusticia franquista, hasta el punto de permanecer en la cárcel, habiendo sido sobreseída la causa. Nos fijaremos sobre todo en tres testimonios, el capitán Soler que practicó la detención y la acompañó a la Comandancia Militar. El Jefe de Falange ocasional Manuel Requena Cañones, que fue el instigador de los interrogatorios y la detención. Y el taxista Navarro que las acompañó en una de las salidas de la Ciudad de Melilla a la Base del Atalayón, y luego bajo la responsabilidad de Requena, condujo a ella y su criada a la Comandancia, dónde ya quedaron detenidas. La narración de los hechos en la Causa nº 749/36 es muy complicada, tediosa y dificil de seguir. Está relacionada en escritura manual caligráfica, que no siempre es posible leer de forma clara. Por todo ello daremos un resumen para no aburrir a quién nos lea. Las actuaciones de la causa comienzan el 23 de julio de 1936. ¿Qué pasa desde que Leret deja a Carlota y a las niñas y se encamina a la Base?. Los hechos de Virgilio se pueden seguir en su apunte biográfico que encontramos en esta Web. Los de Carlota, unos están narrados por ella misma y otros en la causa. Carlota con su empleada de hogar, Librada Jiménez y sus dos hijas vuelve a la draga, cuando Virgilio se dirige a la Base tras aviso de que están atacando la Base, consecuencia del golpe de Estado. Aquí se separan y ya no se volverán a ver. En la draga permanecen escondidas durante tres días. Esto debe quedar claro. El capitán Soler en sus declaraciones indica que Carlota O'Neill y los suyos (salvo Leret que murió asesinado en la madrugada del mismo día 18 y sin conocimiento de Carlota, archivo ACLO) se encontraron completamente aisladas durante los tres días siguientes a la sublevación (como luego Leret fue acusado de rebelión militar, se supone que para los franquistas los sublevados fueron los que defendieron a la República). Es decir se escondieron como pudieron en la draga, temiendo que vinieran las fuerzas regulares, desde el momento del ataque, tarde del 17 de julio, hasta el día 22 de julio. Para salir de la draga tienen que disponer de una barca que las lleve a tierra y también de un salvoconducto para salir de la Base y dirigirse a Melilla. Durante los días que permanecen en la draga las suministran agua potable desde la base, ya en poder de los insurrectos (capitán Serrano y capitán Soler). El día 22, Carlota recibe un mensaje por el que le avisan que su vida corre peligro permaneciendo en la draga y un suboficial (suponemos que leal a Leret y a la República) le ofrece alojamiento en su casa a ella, sus hijas y su criada. En ese momento pide facilidades al que ha quedado jefe de la Base, capitán Joaquín Serrano, para trasladarse a Melilla. Se le autoriza y se desplaza con sus hijas y su sirvienta. Tras búsqueda de vivienda (parece ser que la primera ofrecida era muy pequeña y Carlota no quiere incordiar a sus ocupantes) acepta dejar a sus hijas en la del brigada Proaño, mientras ella vuelve con su sirvienta a la draga a recoger los enseres personales, maletas, etc. y a comunicarselo a Soler. Cuando vuelven en el taxi de Navarro, se encuentra con el capitán Soler y un civil. El civil es el abogado Manuel Requena Quiñones, Jefe de la Falange de Melilla, quién solicita de Soler la detención de Carlota y acompañante, argumentando que han estado saliendo a Melilla a encontrarse con activistas de izquierdas. Soler contesta, aparece en el sumario, que le extraña esa conducta "muy mucho" porque las encausadas no tenían medios para moverse de la draga. Requena insiste que hay que detenerla porque es una mujer "muy peligrosa" y que el se hace responsable de su detención. Soler le contesta que desconocía esa situación. Con fecha 23 de julio el director de la prisión de Victoria Grande le comunica al Juez Instructor que por instrucción del Excmo. Jefe Militar de esta circunscripción, Coronel Luis Solans, Carlota O'Neill y su criada Librada Jiménez, están presas desde el día 22 de julio de 1936. El Jefe de la Insurreción en Melilla, Luis Solans, dá instrucciones escritas para que a la esposa del Capitán de Aviación, D. Virgilio Leret Ruiz, se le abra e instruya oportuna causa por los viajes que Carlota ha hecho a Melilla, estableciendo comunicaciones entre elementos extremistas de esta ciudad. Esto es el primer hito importante a destacar. En la ESTADISTICA CRIMINAL DE GUERRA que se acompaña a la Causa se indica el delito: Infracción del Bando. El Bando era, como en el caso de Yagüe en Badajoz, o de Queipo en Sevilla, o de Varela en Mérida, simplemente una persecución de todo lo que oliera a republicano, de toque de queda, permisos de circulación por la ciudad, etc. etc. ¿Me podrían decir si Carlota permaneció tres días en la draga y sólo salió con permiso del capitán Soler para acompañar a sus hijas a la casa del Brigada Juan Luis Proaño y luego volvió a recoger ropas y enseres, cuándo incumplió el Bando?. Si salió con permiso ¿dónde estaba el delito?. Si no consiguieron probar el otro argumento de que "se vió con elementos extremistas", ¿dónde está el delito?. Si tampoco pudieron probar que fuera comunista (entre otras cosas porque no lo era) ¿dónde está el delito?. Es decir la infracción del Bando, sabían desde el primer momento sus jueces y denunciantes que era rematadamente falsa. Observemos ahora algunas frases de los testigos que citamos arriba. Declaración del capitán Soler: Las condiciones de su residencia en la draga (que estaba anclada lejos de la base de hidroaviones, 300 metros, y a 100 m de tierra, nos cuenta Moga Romero) requerían que para bajar a tierra se viera obligada a solicitar uno de los botes que estaban amarrados a la base. Necesitaba de salvoconducto para pasar la frontera de Melilla, necesario para ir de la Base a la ciudad y viceversa. El día 22, según Soler, Carlota solicita el permiso para ir a la ciudad y le es concedido. Traslada sus hijas y vuelve a por la ropa y enseres. A la salida con las maletas es retenida por Soler, a petición del falangista Requena, y llevada a la Comandancia.
Ruinas del fuerte-prisión de Victoria Grande en Melilla, en la actualidad. Foto Laura Salas Leret. Desde la Comandancia, por orden de Solans, pero con las presiones y recomendaciones de Requena, pasaron a la prisión de Victoria Grande en "concepto de detenidas" y a disposición del juez instructor. Se hace constar que no sólo detienen a Carlota sino también a Librada que la había acompañado con las niñas, primero, y con las maletas después. Esta criada de la que se tienen pocos datos, se sabe que era analfabeta y firmaba con la huella, como se hace constar en el sumario. La suerte de Carlota la sufrió ella también. Otra injusticia más. Si Carlota fue siempre, hasta para los franquistas, inocente, fíjense, entonces, su ayudante doméstico. La causa es larga. Se concreta en más de 40 interrogatorios, incluido un niño de 10 años, marineros, civiles, telegrafistas de la ciudad de Nador y presos del campo de concentración de Zeluán. El día 5 de agosto se presenta a declarar el taxista Ángel Navarro Toro. Este hace constar que el día 22 las dos mujeres, Carlota y Librada, subieron a su taxi en la parada de la calle O'Donnell. Uno de los graves delitos que hizo constar este chófer fue que al pasar por la Aduana camino a la Base, él se despidió de los funcionarios de la misma con la palabra "A Dios" (sic=así está escrito en el sumario) y que las mujeres le recriminaron diciéndole que debía decir "Salud". Y que también habían hecho comentarios sobre la injusticia de la detención del capitán Leret. Al llegar a la Base con ellas, el taxista informó al capitán Soler y solicitó una escolta para el viaje de regreso de las dos mujeres (ya en vías de detención hacia la Comandancia). Las "graves acusaciones" del taxista nos indican claramente cual era el sentido de la farsa: la persecución de una viuda y su asistenta, y ésto sin conocimiento en ningún momento de que ya habían fusilado a su marido. Carlota O'Neill no se entera del asesinato de su marido hasta Octubre de 1936. Una demostración más de la crueldad fascista. Pero la escenificación sigue. Ahora le toca al falangista Requena. Dice entre otras cosas, "que era rara (Carlota) y le infundía sospecha la actitud y conducta de la referida señora ya que en muy poco tiempo habían sido varios los viajes de ida y regreso que había efectuado a esta Plaza y que conociendo sus avanzadas ideas SUPONÍA (EL SUBRAYADO ES NUESTRO) que podía estar en contacto con elementos extremistas de la Ciudad…que quedara detenida para cortar toda clase de contacto con elementos de cualquier género". Ahora viene lo que constituye el más absurdo y flagrante ejercicio de fascismo en una declaración, por no hablar de torpeza y falta de inteligencia del declarante: "Que sin saber de qué persona, porque en este momento no puede recordarlo, tiene noticias el que declara de que, en algunos de los viajes que la señora citada efectuó a Melilla después de los sucesos (no se atreve a llamarlos rebelión) estuvo en el barrio de la Libertad sin que se dieran detalles de la casa que visitara, sabiendo asimismo de referencia que la detenida es mujer en extremo peligrosa, comunista de ideología y que ha mantenido contacto con los demás elementos de aquella idea, SIN QUE PUEDA CONCRETAR A QUÉ ACTO SE HA CONTRAÍDO DICHA ACTIVIDAD". "Que referente a Librada no tiene noticias ninguna de delito". ¡ Pues qué gracia! Si las acusaciones de Carlota eran suposiciones y de las de la criada no se tiene constancia, entonces ¿por qué fueron a prisión?. Cuenta Moga Romero que el 31 de mayo de 1937, es decir casi un año después, el juez teniente coronel de caballería Manuel Parres Rodríguez le comunica a Carlota la libertad de Librada Jiménez. Este juez es descrito por Carlota como de "mirada de perro; mirada húmeda y cordial". Recuerdo que en la entrada de la prisión de Carabanchel en Madrid, había en una pared, lejos del suelo, una inscripción con la efigie del general dictador, que decía: "Nunca se ha conocido un régimen carcelario y una justicia más ejemplar que las emanadas del Movimiento Nacional, bajo la Jefatura del Generalísimo Franco", o algo así. Para mayor escarnio de los presos que ibamos a recibir a las visitas, pasillo obligatorio de paso. Sin comentarios. El teniente coronel juez José Torres, instruye el sumario, con no más que 4 folios a máquina, resume las actuaciones y eleva los autos, contenidos éstos en 31 folios, a la circunscripción militar para su resolución. En el sumario se concluye que la detención de Carlota "se efectuó por indicación del Abogado (jefe de la Falange ocasional) Requena, indicando éste, que él respondía de ella, por lo que le nombró fuerzas para su custodia…(esto viene a cuento de que Soler ignoraba que fuera necesaria la detención de las dos mujeres). En cuanto a las idas y venidas que acusaba Requena a Carlota, están perfectamente documentadas por multitud de testigos. Una de ellas fue para poner el 14 de julio un telegrama a su hermana a Madrid, encargándola que le cobrara una colaboración periodística en la revista Estampa. Telegrama que se puso antes del golpe del Estado, pero ya se ve que para la justicia franquista, era delito hasta aquello que se diera en circunstancias anteriores y con todos los testigos del mundo, es decir el servicio de Telégrafos. También consta que Carlota fue a ver otra casa dónde dejar a sus hijas y que no le gustó porque era pequeña y no estaba acondicionada. Estas eran las "amistades peligrosas" de Carlota O'Neill, que le costaron casi 4 años de cárcel. Con fecha 19 de Agosto de 1936 el Juez decreta el sobreseimiento de la Causa 749/36. El 21 de agosto, narra Carlota en sus Memorias, que recibieron (siempre con Librada) la visita del Juzgado Instructor cumpliendo con la obligación de notificación. Ponemos las palabras de Carlota para demostrar la mezcla de hipocresía y cinismo que se gastaba en el fascismo: "…Como faltan pruebas contra usted, como por las averiguaciones que se han hecho no se ha descubierto que perteneciera a ningún partido político, ni tuviera actividades de ninguna clase, vengo a notificarle que tanto usted, como su sirvienta, quedan absueltas. … -Esto no quiere decir… que usted y su sirvienta salgan en libertad. -¿Y…, la inocencia? (respondió Carlota) -Eso no es obstáculo para que queden aquí en calidad de detenidas gubernativas". '¡Santiago y cierra España!", podríamos decir. Después de esta Causa, vendrían dos Consejos de Guerra y la segunda Causa por Responsabilidades Políticas, que ya no le causó a Carlota más complicaciones, de la cual ni siquiera recibió notificación. El primer Consejo de Guerra de 21 enero de 1937, se concreta en una condena de 6 años por insultos al Ejército, con fecha de 13 de Noviembre de 1937. Parece ser que entre todas las idas y vueltas que tiene la vida de Carlota o'Neill, cuando fueron a declarar a Comandancia (no se olvide que llevaban las maletas de Virgilio y la de ellas) salieron para la cárcel con una sola maleta, que no abrieron hasta llegar a prisión, dándose cuenta que estaban confundidas, y se habían quedado la suya. Aquella tenía unas notas manuscritas de Carlota, que de forma rápida había escrito en las primeras horas del Golpe. Todo lo que siguió lo narra Carlota y sólo nos hemos querido parar en aquellos párrafos más importantes, para darnos cuenta que no había ningún delito, bajo ningún tipo de norma jurídica en este planeta que hubiera podido ser imputado a estas dos mujeres. Y que ni siquiera bajo un régimen golpista y cruel, pudieron encontrar cargos contra ellas. El segundo Consejo de Guerra de fecha 18 de marzo de 1939, por delito de Injurias al Ejército, se lo incoan como consecuencia de que al tener noticias Carlota de que sus hijas se las llevan a la Península sin su consentimiento, por influencia del abuelo paterno, gritó en la prisión: "...asesinos, canallas, sinvergüenzas; que habéis matado a mi marido y ahora se llevan a mis hijas." Afortunadamente, de estos cargos, salió absuelta y no perdió el beneficio de la redención de penas por el trabajo en la cárcel. Efectivamente, el día 16 de marzo de 1940 le llegó la libertad condicional a Carlota, por orden de la D.G. de Prisiones. Aquí empezó una etapa intermedia. Salir de una cárcel para entrar en esa prisión que era España. Le negaron la custodia de las hijas, incluso la posibilidad de visitarlas, le negaron los visados para irse y el pan y la sal, que tuvo que buscárselos trabajando con seudónimo y escribiendo obritas para poder vender y poder comer. Posteriormente a su salida de prisión, para ser más exactos, el 12 de julio de 1940, el Tribunal de Responsabilidades Políticas de Melilla, incoa el expediente 4.017, en aplicación a la Ley franquista de 1940 sobre Responsabilidades políticas y represión de la Masonería y el Comunismo. Ley que admitía el carácter retroactivo hasta el año 1934. Año que recordamos pertenece al llamado bienio negro de la derecha (partidos Radical y Ceda en el Gobierno) y en el que se desarrolló la revolución de Asturias. En esta Segunda Causa son de interés el primer Resultando y el primer Considerando: 1º RESULTANDO: Que Carlota O'Neill del Amo (sic= de Lamo), esposa del conocido izquierdista ya fallecido, Capitán Sr. Leret (Leret fué nombrado Comandante por su actuación heroica, una vez fallecido, por orden del presidente Azaña), era elemento de ideas extremistas de las que hizo de poalabra y por escrito entusiasta propaganda del Frente Popular, menospreciando y combatiendo las instituciones de orden, entre ellas nuestro Glorioso Ejército por cuyo motivo fue condenada por Consejo de Guerra a la pena de seis años de prisión correccional del artículo doscientos cincuenta y ocho del Código de Justicia Militar, señalándosela en los informes oficiales como que influyó grandemente en la conducta de su esposo, ya fallecido. HECHOS PROBADOS. 1º CONSIDERANDO: Que de acuerdo con el artículo 4º de la Ley de Responsabilidad Políticas, toda vez que tuvo un influjo predominante sobre su citado esposo el Capitán Leret, y en los escritos de los que fue autora contribuyendo dentro de su limitada esfera de influencia a fomentar la situación anárquica y desastrosa que hizo necesaria la iniciación del Glorioso Movimiento Nacional.....Fallamos: que debemos condenar y condenamos a Carlota O'Neill del Amo (sic= de Lamo), por su responsabilidad política ya definida a la sanción restrictiva de CINCO AÑOS DE INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA CARGOS PÚBLICOS DEL ESTADO, PROVINCIA Y MUNICIPIO Y AL PAGO DE 25 pts., como sanción económica... En Melilla a diez y seis de agosto de mil novecientos cuarenta. Destacamos de Carlota su valentía, su esfuerzo, su voluntad férrea, para combatir y para vencer al fascismo, al menos su victoria épica, consiguiendo huir de esa inmensa prisión con su dos hijas y no regresando más hasta la democracia en 1979, coincidiendo con la reedición de "Una mujer en la guerra de España" por Editorial Turner. Permaneció 15 días, pero nunca más regresó. Tampoco volvió a Melilla desde aquellos días fatídicos del 36 al 40. Cerramos estos breves retazos de su vida con la Dedicatoria de Carlota O'Neill en las ediciones de México y España (Turner) de Una mujer en la Guerra de España. En las dos ediciones posteriores esta dedicatoria no está incluída, por error, pero ya sí se incluye en la última edición de bolsillo editada por Oberón, en 2006. D E D I C A T O R I A Virgilio Leret Ruiz era mi marido. Capitán aviador. Piloto y observador de aeroplano, con título internacional de aviador civil. Ingeniero civil aeronaútico. A él dedico este libro. Carlota pasó el exilio en Venezuela y México. Cuando llega a México consigue la nacionalidad mexicana (6 de julio de 1953) y recupera su nombre de Carlota O'Neill para la literatura. Estando en México, a los noventa años, ya muy deteriorada su salud, regresó a
Venezuela (Caracas) dónde falleció unos años más tarde. En el exilio participó
activamente en radio y televisión. Sus cenizas fueron esparcidas con una imagen de la
diosa de la muerte Cuatlicue, según sus deseos, por sus hijas, en el monte Popocatépelt,
volcán situado al Sureste de la ciudad de México, de 5.452 m, cuya cumbre goza de nieves
perpetuas. El esparcir sus cenizas, acatando su voluntad, se debía al deseo de Carlota
por la libertad, por la liberación. Ella deseaba al
final su muerte como una liberación a su atormentada vida. NOTAS.- (1) y (3).- Partida de nacimiento del Distrito Congreso de Madrid. Allí se indica de
forma caligráfica la fecha, 29 de marzo, y el 2º apellido de la madre, Jiménez, con J,
y no como muchos biógrafos anotan con G. Esta fecha parece ser el día en que la
registraron, no la de nacimiento. Archivo Carlota Leret O'Neill = ACLO.
(6).-Una mujer en la guerra de España. Turner. Madrid. 1979. Ver infra más ediciones. Obras con el nombre de Carlota O'Neill: Antes de la Guerra civil: ¡No tenéis corazón!. Ribas y Ferrez editores. Barcelona 1924. Obra en el exilio: Qué sabe usted de Safo. Mex Editores. 1960. Teatro: Cinco maneras de morir. Costa- Amic Editor. México 1982. Nota.- Hay un escrito titulado "Prisión entre Rejas", no publicado, en el que se habla de Jalima, una de las rifeñas con las compartió prisión. Archivo ACLO. Bibliografía sobre Carlota O'Neill: Mujeres en Melilla. Mª Ángeles Sánchez Suárez. Edita SATE-STEs y Grupo Editorial Universitario. 2004. Las heridas de la historia. Testimonios de la guerra civil española en Melilla. Vicente Moga Romero. Alborán Bellaterra. Barcelona 2004. Circe y los cerdos. Como fue España encadenada. Los que no pudieron huir. Carlota O'Neill. Edición, introducción y notas de Juan Antonio Hormigón. En esta introducción de 298 páginas se trata en realidad de dos biografías sobre Virgilio y Carlota, que aunque con errores debido a las fuentes, ayuda a comprender bien como fue la Iliada y la Odisea de Carlota O'Neill. Publicaciones de la Asociación de Editores de Escena en España. Madrid. 1997. En nuestra Web hemos seguido la vida y obra de estos dos republicanos ejemplares. www.nodo50.org/despage ACLO. Archivo familiar de Carlota Leret O'Neill. Nos ha brindado la posibilidad de indagar en puntos oscuros y/o erróneos en las biografías de Virgilio y Carlota. Algunos documentos, como los de la Segunda Causa, desconocido para la propia familia, hasta que comenzaron a investigar cerca de los Archivos Oficiales. También se cita a Carlota en varias revistas dedicadas a Virgilio Leret, cuya referencia se puede encontrar en la página dedicada a él. Antonio Cruz González |
