Info
DpT
|
|
Argentina
Derechos
para Tod@s, 30 de Junio de 2002 La brutal represión
de la protesta popular, el asesinato a sangre fría de Darío
Santillán y Maxi Kosteki, desplegados casi como un espectáculo
mediático más, ante las cámaras y los fotógrafos.
No es un exceso (otra vez el lenguaje de la dictadura), ni un accidente,
ni siquiera el triunfo de los sectores "duros" del Gobierno
de Duhalde: es la auténtica cara del Gobierno, es la auténtica
política que está impulsando el Fondo Monetario Internacional
(FMI). Y es que el FMI no aguanta la resistencia popular a un proyecto
que sabemos ferozmente reaccionario aunque no sabemos hasta donde: ¿Se
propondrá finalmente el pago de parte de la deuda con territorio?
¿Se utilizará el caso argentino como argumento para impulsar
la ley internacional de quiebras de países que presentaba hace
poco en un diario español la vicepresidenta del FMI y por medio
de la cual los acreedores podrían quedarse con los recursos de
un país que no puede pagar?. Pero además estamos ante un panorama más complejo. La intolerancia democrática de USA y las instituciones financiera mundiales, ha llegado a hasta tal punto, que la sola posibilidad de un triunfo de Lula, es ya presentada como una catástrofe para Brasil por "economistas de reconocido
prestigio mundial" (los mismos que están detrás de
los escándalos de Enron, Worldcom, Xerox y otros estrepitosos fraudes billonarios en dólares en USA). De hecho, el peso brasileño ya está siendo atacado y la economía sufriendo fuertes desestabilizaciones.
Y al otro extremo de América del Sur, Colombia con un Presidente de oscuro pasado
paramilitar y asesino al frente de lo que se promete como una nueva solución final. Y Venezuela ante la repetición de la crónica de un golpe anunciado. Y en ambos casos, el Gobierno del PP ha tenido y está teniendo una intervención vergonzosa como recadero y mandado servil de Bush. Vemos que todo
el continente de América Latina está conectado por un hilo
que ya no es invisible porque huele a corrupción venida del Norte
y tiene el color de la sangre de los que resisten la cara más dura
del proyecto neoliberal globalizado. Pero también es la lucha por el futuro, nuestro futuro. Lo que en América Latina están buscando imponer es un modelo de sociedad que, por dramático que suene y pese a las diferencias que persisten, no es muy distinto al que se busca aplicar aquí a los sectores sociales más vulnerables (reforma de los subsidios al desempleo, trato a l@s inmigrantes, el autoritarismo chulo y antidemocrático de Aznar).
|