Derechos para Tod@s 
Número 7
enero - febrero - marzo 2002


  

NIŅEZ AFECTADA POR "TERROR PETROLERO": NO VAN A LA ESCUELA POR TEMOR A LOS UNIFORMADOS

Campamento Internacional del Ecuador

Una situación de verdadero "terror petrolero" por la imposición y represión de empresa petrolera
Occidental en Shushufindi afecta a la niñez. Los niños no quieren asistir a las escuelas por temor a los militares y policías fuertemente armados que custodian la zona y que disparan ante presencia de cualquiera persona cerca de las instalaciones. Así lo denuncia el informe del Comité de Derechos Humanos de Shushufindi.

La denuncia del Comité, basada en testimonios de los afectados, señala que el problema se originó con la presencia de la empresa TECHINT, encargada de la construcción del denominado Oleoducto Secundario Edén - Lago Agrio de 132 kilómetros de largo y que alimentará el OCP. La obra se hace para la compañía OCCIDENTAL EXPLORATION AND PRODUCTION CO.

Los campesinos de las Precooperativas "Unión Paltense", "29 de Marzo" y "Los Laureles" inconformes ante los ofrecimientos y montos de indemnización por uso de sus propiedades por parte de la petrolera, se organizaron para exigir justos indemnizaciones.

La OCCIDENTAL EXPLORATION respondió negativamente y comenzó los trabajos en las propiedades de los campesinos. Ante el hecho, los campesinos se agruparon en horas de la mañana del 9 de enero para impedir la realización de los trabajos hasta llegar a un acuerdo.

Los funcionarios de la OXI optaron por acudir a decenas de policías y militares acantonados en la Provincia de Sucumbíos y Orellana, quienes reprimieron a los campesinos. Los campesinos fueron acorralados, sufrieron los efectos de cientos de bombas lacrimógenas y el cruce de proyectiles dispadaros por los uniformados. Sus viviendas fueron allanadas, 16 personas y, según los testimonios, los uniformados "torturaron a más de 20 campesinos, e incluso a mujeres embarazadas, varios niños estuvieron a punto de morir por efecto de los gases, dos casas que fueron allanadas y seriamente afectadas, una de ellas en su techo se observa por lo menos cuatro hojas de eternit despedazadas, como consecuencia de los combates y las balas".

Los representantes de le OCCIDENTAL no reconocen que han engañado a los campesinos de este lugar y, según ellos, han cumplido con los requisitos y exigencias de las leyes ecuatorianas. La policía dice que solamente a respondido a los ataques de las personas residentes en la zona.

El Comité de Derechos Humanos de la localidad denuncia que "los niños no quieren asistir a las escuelas por temor a los militares y policías que continúan presentes en la zona fuertemente armados" y que " al ver que cualquier persona, sea hombre o mujer se aproxima al área de trabajo de la empresa petrolera, los uniformados, empiezan a disparar, dentro de las propiedades de los campesinos".