Derechos para Tod@s 
Número 6 
octubre - noviembre - diciembre 2001



  

POR LA RESOLUCIÓN PACÍFICA DEL "CONFLICTO VASCO"


Area temática de la Plataforma contra la guerra

En los dos últimos años, las tendencias dominantes en el llamado "conflicto vasco", tanto en su dimensión externa (Euskadi / Estado Español), como en la interna a las propias sociedades vasca y española, son el estancamiento y la radicalización. Sin un impulso que incorpore nuevas energías sociales, el horizonte de la pacificación parece desvanecerse en el aire.

La crisis económica y de seguridad mundial se agrava tras los atentados del pasado 11 de Septiembre contra las Torres Gemelas de N.Y., el Pentágono en Washington y la posterior dinámica de guerra desencadenada por EEUU y sus aliados. La ambígua guerra global "contra el terrorismo" dibuja un escenario de potencialidades contradictorias respecto al mencionado "conflicto vasco".

Por un lado, la identificación, ya que no definición, de "terrorismo" como una sustancia común a toda disidencia respecto al "modelo de civilización U.S.A." propiciará, a buen seguro, un aumento de la represión, no solo sobre los movimientos armados, sino también sobre los que desarmada, pacífica y democráticamente, tratan de expresar los daños y discrepancias originados por "nuestro modelo de civilización". La intensiva búsqueda o invención de similitudes entre los primeros y los segundos servirá, ya está sirviendo, para legitimar el amordazamiento de la sociedad civil. Estas tendencias harán aún mas difícil el avance de cualquier fórmula de diálogo para buscar soluciones al conflicto vasco y favorecerán la discrecionalidad del gobierno para la restricción de las libertades políticas.

Por otro lado, la guerra en su versión militar convencional (atacar y ser atacado, destruir y ser destruido), política ( pérdida de soberanía, restricción de libertades y derechos civiles ), social ( gastos militares, retrocesos en la protección social, precariedad ) y cultural ( militarismo, belicismo, racismo, machismo, xenofobia, homofobia, irracionalidad), abren la posibilidad de revitalizar y expresar sentimientos pacifistas compartidos por amplios sectores sociales. Existe una incipiente, pero firme, confluencia de movimientos sociales que se enfrentan a la globalización neoliberal, en un proceso de resignificación de sus contenidos en clave de "Paremos la Guerra. Otan no. Bases Fuera. Otro mundo es posible". Este movimiento popular puede ser la fuente de la fuerza que posibilite no solo una dinámica de paz en Euskadi, sino también la regeneración de la democracia en España, hoy enfeudada por un gobierno del Partido Popular que profesa una combinación de neofranquismo y neoliberalismo.

El movimiento por la paz en el estado español, debe acreditar su coherencia política y altura ética mirando de frente al cruel e interminable "conflicto vasco". Este conflicto es un conflicto político, que interpela a la democracia del estado español con su demanda de derecho a la autodeterminación y que nos afecta, queramos o no, a los movimientos sociales.

El movimiento por la paz debe incorporar entre otros contenidos, el de la paz en Euskadi, atreviéndose a formular, de forma independiente, una iniciativa cuyos rasgos podrían ser:

· Reconocimiento del carácter político del "conflicto vasco" y del diálogo como única vía para una resolución pacífica del mismo.
· Apoyo a la Conferencia de Paz de Elkarri.
· Apertura de una negociación política para un fin dialogado del conflicto, reagrupamiento de los presos vascos ilegalmente dispersos y deliberación sobre las formas posibles de aplicación del derecho democrático de autodeterminación, contemplando todas las identidades e intereses en juego.
· Cese de los atentados y declaración de una tregua indefinida, con vocación de definitiva, por parte de ETA.