Derechos para Tod@s 
Número 6 
octubre - noviembre - diciembre 2001



  

INFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD: UNA TESIS DE LA PROVOCACIÓN


Oscar Arriaga



El título por supuesto, no es una traducción desprevenida del inglés (Information Society) que tanto se lleva en estos tiempos. No. Lo que quiero decir es exactamente eso, que necesitamos más información de la sociedad que se está construyendo bajo nuestros pies (y esto podría dar lugar a la broma fácil, quien nos está moviendo el piso) o sobre nuestras cabezas, da igual.

Claro que aquellos que no tienen porque saber la trayectoria de los que alguna vez -en el fiap, en otras tribunas- pretendimos ser "críticos", tampoco entenderían bien si además digo que pretendo darle una vuelta de tuerca más a la retórica y que desde estas líneas querría antes que nada ser "auto-crítico".

Vamos a ver si me explico.

Crítica a la crítica de la sociedad de la información

Y también este subtítulo podría haber sido un buen título para lo que quiero expresar.

Cuando Delors, en la que ya parece lejana década de los 90's, dio carta de ciudadanía europea al concepto de "Sociedad de la Información" a modo de respuesta de esta parte del mundo al desafío lanzado desde el otro lado de océano, desde la visión "crítica" muchos intelectuales, muchos estudiosos o simple trabajadores vinculados al sector de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) tratamos de salir al cruce de lo que entonces llamábamos el "papanatismo tecnológico". O sea, la versión tecno-cientificista del pensamiento único neoliberal que por entonces se denunciaba en el pensamiento social y político progresista.

Advertíamos que no había un camino "necesariamente virtuoso" de progreso tecnológico, escuchábamos con recelo aquello de que esta oleada tecnológica bastaba para lanzar un nuevo ciclo largo de crecimiento de las economías de mercado (las olas de Kondratieff o similar), decíamos que había oportunidades pero también importantes riesgos (infopobres, nuevas formas de exclusión social y laboral, etc.). Que el acceso global a la información podía ser también una globalización "agresiva" de nuestras formas de vida y culturas, etc.

Y no es que la crítica fuese equivocada, al contrario estaba sobradamente acertada (hoy lo podemos afirmar sin tapujos). El problema era otro. Y aquí enuncio mi intento de "tesis provocativa": nuestra crítica se orientó a aspectos superficiales, secundarios, no esenciales al modelo de sociedad que bajo el alias de "de la Información" se estaba construyendo. Y al (des)enfocar así nuestra crítica, lo que hicimos fue convalidar el modelo regresivo de sociedad que se estaba pergueñando.
Nos integramos en el ala crítica, "juvenil", rebelde de pensamiento, que al no cuestionar en profundidad las bases del ordenamiento que se estaba fraguando, contribuimos a convalidarlo otorgándole la aureola de "democrático" en la medida que allí estabamos aunque la mayoría tolerante de intelectuales (orgánicos, funcionales al modelo), de los medios que repetían la buena nueva revelada de la felicidad de los bits redentores, aunque hacían caso omiso de estos díscolos, allí los dejaban democráticamente para que siguiesen su prédica.

Después del 11-S

Esta sociedad real, palpable, la que asiste (legítimamente) conmovida a la inmolación de miles de vidas "del norte" en el salvaje atentado a las torres gemelas, sin embargo, es dramáticamente la misma que después mira distraída (a lo mejor por los villancicos navideños, por las luces esparcidas en todas las grandes capitales anunciando las obligadas compras y luego las rebajas, luego... el consumo, o sea, eso que no nos distraigan, por favor) mira para otro lado cuando centenares de miles de víctimas (curiosamente también víctimas de mismo régimen feudal que derrumbó las torres) caen abatidas por las bombas, el hambre, el frío, las efermedades, el vagar por desierto escapando de la metralla y de las fronteras infectas de alambres de púas y de palos que los rechazan como si la lepra fuesen. Niños deshechos que ninguna cadena multimedia nos mostró, mujeres despanzurradas sin haber tenido todavía la oportunidad de haberse sacado el velo que les cubría el rostro y la vida. Víctimas de los mismos crueles pagando con sus vidas las tropelías de sus amos. ¿Quién puede explicar esta ampliada atrocidad para responder a la otra?.

Sin embargo, si esta guerra no la hemos visto/sentido, lo que si ha quedado claro después del 11S es que esta sociedad no está globalizada, si por globalizada entendíamos una sociedad interconectada "horizontalmente" como nos hacía presumir el paradigma de Internet. No es una sociedad con la información al alcance de todos.
Es simplemente una sociedad globalmente controlada por una única superpotencia, para colmo, con desigualdades como nunca se han conocido en la historia de la humanidad (ver el Informe sobre el Desarrollo Humano 2001 de la nada sospechosa -al menos en esto- ONU), con una subordinación de cualquier concepto de ética, de dignidad humana, de solidaridad entre la gente y los pueblos a los designios del mercado y las grandes corporaciones.

Pero ...¿apareció por generación espontánea este modelo de sociedad?. Evidentemente NO. Crecía mientras nos enzarzábamos en discusiones (menores) sobre los riesgos de la llamada Sociedad de la Información, se consolidaba mientras discutíamos hasta donde Internet iba transferir su paradigma horizontal y democrático de red de redes al conjunto de las estructuras sociales. He aquí la ingenuidad de la que pecamos. Por analizar la Sociedad de la Información nos olvidamos de analizar la sociedad real, la de las grandes corporaciones, la de los intereses económicos, políticos y militares.

¿Cometeremos el mismo error en el futuro?

Ahora, ante las evidencias se rinden hasta los propios voceros del modelo de globalización neoliberal en curso, revelando que la tendencia recesiva mundial no fue producto del 11S , sino que este fatídico día apenas fue la excusa para "blanquear" las profundas tendencias recesivas que ya lastraban a la economía real. Sale también a la superficie algo más importante todavía: no había crecimiento indefinido , no había panacea garantizada, salvo para una minoría cada vez más minoritaria

Y el famoso "relanzamiento" del ciclo económico obra de las TIC ha sido reemplazado en forma pragmática por lo que la prensa mundial general y especializada comienza a llamar "el keynesianismo militar". Es decir, eufemismos aparte, tirar de la economía creando una demanda que por supuesto no es el consumo de los sectores populares de las sociedades, no es ampliar el gasto social, no es mejorar el medio ambiente del planeta, no es aumentar el gasto en educación para hacer que el acceso a la información sea el acceso a una Sociedad del Conocimiento. No, nada de eso. Es movilizar desde el Gobierno de los EE.UU de Norte América, billones (millones de millones) de dólares para el desarrollo de armas y tecnología bélica.

Y esto tiene muchas consecuencias, aunque me limito a señalar algunos temas que deberíamos debatir para que la crítica no sea otra vez la cortina de humo que viene a legitimar al sistema:

- El verdadero racimo (cluster) de tecnologías innovadoras se ordenará según la lógica de la desvastación, al ser impulsado desde el gasto militar de la (única) potencia hegemónica con que empieza este tercer milenio.

- Las TIC han dejado de ser "centrales" en el nuevo paradigma tecnológico. La centralidad es el concepto de "bélico" y constituirá una amalgama amplia de nuevos desarrollos con potencialidad de destrucción masiva (dominación global) o selectiva (represión, seguridad), según los casos. Aviónica, satélites, laser, nuevas formas de energía, biotecnologías, las claves de la vida humna y el control del clima como armas, etc., se integrarán con las TIC en un nuevo concepto de "núcleo tecnológico duro".

- La información, en cuanto tecnología y "materialización" de vida social, queda subordinada a esta lógica global.

- La globalización ha demostrado ser una cosa totalmente distinta a la utopía de la Internet sin fronteras. Incluso, en la medida que Internet contradiga las nuevas reglas, será "re-inventada". Por ejemplo, tecnologías de control exhaustivo de la información que circula por ella, re-ordenamiento de topologías para hacerlas jerárquicas, coincidiendo los nodos con los centros de poder real.

- Finalmente, advertir que a pesar de las críticas que en su momento hicimos al intento de "crear desde arriba" la Sociedad de la Información a través de las "macroiniciativas" (teleeducación, telemedicina, administración en red, banca en el hogar, etc.), al menos, eran intentos de alcanzar masas críticas en la demanda mediante aplicaciones de las TIC que reingenierizaran (desequilibradamente) la satisfacción de necesidades sociales reales. En el nuevo escenario de tecnologías duras de este keynesianismo militar no es dificil afirmar que las "aplicaciones sociales" serán cosas del pasado y que la necesidad de campos de experimentación y prueba a gran escala para las tecnologías bélicas no son un buen augurio para la paz y la vida.

A modo de conclusión

Se que las ideas anteriores pueden parecer demasiado pesimistas y alarmistas. Puede ser. Pero también puede ser que a nuestro pretendido pensamiento crítico le inyectaran un virus para que el que el antivirus de la la dignidad humana y de la independencia de pensamiento aun no tenían desarrollada ninguna respuesta apropiada.

No me extrañaría, cosas peores estamos viendo en estos días.

Por eso, por las dudas, he decido no creerme esto de la sociedad de la información (con minúscula hasta nuevo aviso). Al menos, hasta no tener más información sobre la sociedad con que nos estamos desayunando el milenio ¿vale?.