Derechos para Tod@s 
Número 5 
julio - agosto - septiembre 2001


  

SOBRE LA ELIMINACIÓN DE LAS BECAS DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL (AECI)

Fernando Cabrales

Hoy (27 de junio) se ha publicado en los medios españoles la decisión del Ministerio de Exteriores de eliminar el programa de becas AECI y transferir sólo el 17,5% del presupuesto a una fundación (ver "El País") y esa decisión parece muy extraña por:

1- Porque España es un país cuyo presupuesto de ayuda para el desarrollo no es proporcionalmente comparable al del resto de los países desarrollados, luego reducirlo aún más es inconsistente con sus pretensiones europeístas.

2- Porque el 100% del gasto de becas se gasta en España, en matrículas universitarias una gran proporción y el resto en gastos de estadía de los becarios (que además trabajan a precios ridículos para las universidades en programas de I+D), de manera que la "ayuda" efectiva es sólo una fracción de la declarada y ahora se reduce aún más.

3- Porque el apoyo parece trasladarse hacia becarios de Europa del Este y ello parece indicar que dichos programas son simplemente instrumentos de coacción política.

4- Porque la justificación es absolutamente imbécil (evitar que los becarios se queden) pues los becarios que vengan ahora con becas de 1 o menos años, con mayor razón deberán venir con intenciones de quedarse.

5- Porque "coincide" con muchos problemas que están teniendo las empresas españolas en América Latina, y como dejé de creer en las casualidades hace rato, me parece que es una represalia por los líos de Iberia en Argentina, de Telefónica en Argentina y Chile, de los Bancos en
Colombia y Perú, y etc., etc, y varios etc. más.

6- Porque es totalmente descabellado cortar las becas de continuidad, pues produce costos muy altos a quienes ya estaban trabajando en sus programas de postgrado. Si fuera un problema presupuestario, bastaría con cortar las becas nuevas y esperar que se extingan las que ya estaban comprometidas. Que quede claro, los latinoamericanos no necesitan de las becas españolas
para estudiar, sólo las usan porque han creído en las buenas intenciones de los que als otorgan, pero ello no autoriza a producir los perjuicios que la medida impone.

7- Porque el intercambio de estudiantes de doctorado e investigadores es de beneficio mutuo, tanto para las universidades como para los países que las realizan y esta medida es en ese sentido, además de arbitraria y mercenaria, miope.