Derechos para Tod@s 
Número 2 
Noviembre - Diciembre 2000



MÉXICO
LIBERTAD PARA RODOLFO MONTIEL Y TEODORO CABRERA


Comisión Coordinadora Nacional del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN)

A un año de su detención, seguida de tortura y fabricación de cargos falsos para mantenerlos ilegalmente presos, los campesinos Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera García han sido condenados a casi 7 y 10 años de cárcel, respectivamente. Miembros de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, ambos encabezaron una tenaz oposición pacífica a la tala de los bosques ejidales de esa región de Guerrero por parte de la empresa maderera transnacional Boise Cascade, cuyas actividades han sido restringidas en su propio país de origen, los Estados Unidos, y en Canadá.

Coludido con los intereses de esta transnacional, del gobierno y los caciques locales que la apoyan, el ejército secuestró a estos valientes defensores de los bosques, los acusó de ser narcotraficantes, de portar armas de uso exclusivo del ejército y mediante la tortura y amenazas de muerte contra sus familiares, los obligó a aceptar por escrito los cargos que les fabricó para justificar su ilegal prisión durante 15 meses. Han sido condenados por el juez quinto de Distrito de Guerrero, en violación flagrante a todas las reglas de un verdadero proceso judicial. Tanto en México como en el extranjero se ha reconocido el gran valor de la lucha encabezada por ambos campesinos ecologistas.

Montiel fue galardonado en abril de este año con el Premio de la Fundación Ambiental Goldman, con sede en San Francisco, el premio más importante de su género. Una vez más, el gobierno mexicano hace el ridículo y demuestra en los hechos la inexistencia de un Estado de Derecho.

Mientras que los autores intelectuales y materiales de las matanzas del vado de Aguas Blancas y de El Charco siguen impunes, mientras que el narcotráfico ha sentado sus reales en Guerrero gracias a la protección oficial, el poder judicial se ensaña con campesinos que, en ejercicio de sus derechos humanos y constitucionales, se organizan y movilizan pacíficamente para impedir que los bosques de sus propias tierras sean destruidos por la tala inmoderada.

La política de Estado aplicada en todo México, respecto a la explotación de los recursos bióticos, agrede sistemáticamente a los pueblos indios y campesinos, cuyos derechos son conculcados bajo la falaz excusa de que aquellos obstruyen el progreso económico. Sucede en Chihuahua, donde los bosques sagrados de los rarámuris son explotados en contra de la voluntad de sus dueños; sucede en Jalisco y Nayarit, donde los huicholes, coras, tepehuanos y mexicaneros, luchan por la conservación de sus bosques y la recuperación de las tierras que les arrebataron los finqueros; asimismo sucede también en la Selva Lacandona, donde son los pueblos mayas la muralla contra la tala de los bosques, el saqueo de animales y plantas de gran valor para las industrias asociadas con la ingeniería genética, la construcción de más presas hidroeléctricas sobre zonas habitadas, con la consecuente expulsión de los pueblos indios, así como contra la explotación de los ricos yacimientos minerales y petroleros de Chiapas.

Las políticas privatizadoras hoy vigentes, que todo augura serán aplicadas con mayor fuerza todavía por el próximo régimen, harán cada vez más necesarias las luchas por la defensa de los recursos naturales de la Nación.

Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, como tantos otros compañeros encarcelados por combatir el oprobio que el poder impone al país, deben ser liberados inmediatamente.