Derechos para Tod@s
Número 18
enero - febrero 2004



POR UNA CIUDADANÍA EUROPEA DE RESIDENCIA
(La Lettre de la Citoyenneté)

 

La Lettre de la Citoyenneté, con motivo del Foro Social Europeo

La Carta de la Ciudadanía

En 1987, en Amiens (Francia), el municipio gobernado por la Unión de la izquierda impulsa a los extranjeros de esa localidad a elegir cuatro consejeros asociados al consejo municipal.

Fue para apoyar y dar a conocer esta iniciativa que se creó en 1988 la Association de Soutien à l'Expression des Communautés d'Amiens

- ASECA - (Asociación de apoyo a la expresión de las comunidades de Amiens). Su objetivo se extiende más generalmente a la promoción de la ciudadanía y de los derechos cívicos de los residentes extranjeros. Para este fin, publica a partir de enero de 1993 La Carta de la Ciudadanía (La Lettre de la Citoyenneté) que, cada dos meses, hace el balance en materia de derechos políticos de los extranjeros y de acceso a la nacionalidad del país de residencia, en Europa y en el resto del mundo.

La Carta de la Ciudadanía (La Lettre de la Citoyenneté) manda a realizar cada año un sondeo en Francia para observar el estado de la opinión pública a ese propósito: 57% de las personas interrogadas a favor del derecho de voto de los residentes extranjeros en las elecciones municipales y europeas en septiembre de 2003, contra 28 % en abril de 1996. La Carta hizo en 2000 un sondeo en los 15 países de la U.E. sobre la extensión del derecho de voto para las elecciones europeas. Esta asociación busca asociados en Europa para continuar este tipo de operación antes de las elecciones europeas del 2004.

La lucha para el derecho de voto de los extranjeros en Francia

Iniciada en los años 80 en torno al colectivo J'y suis, j'y vote ("Aquí estoy, aquí voto"), la lucha por los derechos políticos de los residentes extranjeros la reemprenden unos años más tarde tres colectivos que actúan de común acuerdo y reúnen numerosas asociaciones y organizaciones políticas: Même sol, mêmes droits = même voix ("Mismo suelo, mismos derechos = mismo voto"), Un(e) résident(e), une voix ("Un/a residente, un voto"), y "Pour une véritable citoyenneté européenne" (Para una verdadera ciudadanía europea). Estos colectivos tenían por objectivo, en particular, obtener el derecho de voto para las elecciones municipales antes del 2001. La adopción por la Asamblea nacional el 3 de mayo de 2000 de una proposición de ley sobre el derecho de voto de los residentes extranjeros en las elecciones municipales no se concretiza por la ausencia de un voto del Senado y de la voluntad verdadera del gobierno de la izquierda plural de llevar a cabo el expediente.

En los demás países de Europa

Neuchâtel en Suiza dió el ejemplo a partir de 1850. Varios países acordaron el derecho de voto y de eligibilidad a todos los residentes extranjeros en las elecciones municipales: Irlanda en 1963, luego Suecia, Noruega, Dinamarca, Países Bajos y más recientemente Finlandia...

En el Reino Unido, los ciudadanos del Commonwealth tienen el derecho de voto y de eligibilidad en todas las elecciones. España y Portugal conceden el derecho de voto a los extranjeros en caso de reciprocidad. Estructuras consultativas de residentes extranjeros existen para varias ciudades de Alemania, Austria, Bélgica, Italia y Luxemburgo.

El Tratado de Maastricht de 1992, al conceder el derecho de voto y de eligibilidad para las elecciones municipales únicamente a los súbditos de los demás países de la Unión Europea, mejoró los derechos civícos de un número importante de extranjeros pero creó nuevas desigualdades. Diez años más tarde, sólo Luxemburgo extendió a los "no comunitarios" el derecho de voto, sin elegibilidad, en las elecciones municipales. Una ley está tambien en proyecto en Bélgica. En otros países, como Francia, se mobilizan asociaciones para extender a todos los residentes extranjeros los derechos obtenidos para los miembros de la U.E. Además, el Consejo de Europa y el Parlamento europeo han tomado varias veces posición a favor del derecho de voto de todos los residentes extranjeros.

Una ciudadanía europea de residencia

Numerosas asociaciones consideran que hay que acabar con las diferencias instituidas en Maastricht e igualar al nivel superior: conceder los mismos derechos a todos los residentes extranjeros sea cual fuere su nacionalidad y, para eso, crear una ciudadanía europea de residencia. Esta reivendicación se presentó a la Convençion para el porvenir de Europa pero no fue tomada en cuenta en el proyecto presentado a los gobiernos. La mobilización de los militantes de los derechos cívicos, de las asociaciones de inmigrantes y de apoyo a ellas tienen que continuar en todos los países de la Unión Europea.

Por eso La Carta participa activamente en la petición para que la ciudadanía europea de residencia se integre en la constitución europea. Tenemos que llegar a un millón de firmas a favor de una CIUDADANÍA EUROPEA DE RESIDENCIA