Derechos para Tod@s 
Número 14
abril - mayo 2003



VALORACIÓN SOBRE LOS DOS AÑOS DE LA LEY DE EXTRANJERÍA


Derechos para Tod@s


Creemos que el tratamiento que el Estado hace sobre las personas inmigrantes afecta a todas las personas en tanto que ciudadan@s. La Ley de extranjería hace concebir al otro como a un extraño, como alguien diferente a un "nosotr@s" definido racialmente, único sujeto de derechos. Pero cada vez con menos derechos y con menos democracia, la lucha por los plenos derechos de las personas inmigrantes resulta una lucha común, de ciudadanía, y de construcción de una democracia real y distinta de la que padecemos.

Así, para nosotr@s, no es sólo la Ley de extranjería contra lo que se debe de combatir y desobedecer, sino que también debemos de profundizar en cuestiones que el Estado Español trata de fragmentar como si fueran problemas distintos: son las políticas públicas generales que refuerzan la exclusión (la Ley de Calidad de la Enseñanza, la inexistente política de vivienda, la precariedad del trabajo, el caos de los servicios sociales, etc.) y también las políticas concretas dirigidas contra l@s migrantes y l@s extranjer@s en general (el Plan Nacional para la Intregración Social de los Inmigrantes, los Centros de Internamiento para Extranjeros, la concepción de ilegalidad, el Plan Ludeco, la repatriación de menores, el control de fronteras, el sujeto árabe como pro-terrorista, la fobia anti-islam del 11-S, privación del voto a l@s inmigrantes no comunitarios...).

¿Es posible articular un movimiento antirracista?

El tema del voto, en un momento pre-electoral como el existente en la actualidad, y en un clima de guerra que se sitúa en un posicionamiento de lucha de civilizaciones (Imperio a la caza de las últimas colonias por "civilizar"), se ha destacado en el Encuentro realizado (CINEMAROC) como una clave sobre la que trabajar a medio plazo. Por supuesto que no es nuestra intención el plantear que el/la inmigrante vote, sino que tod@s l@s ciudadan@s tengamos los mismos derechos y, por tanto, pueda votar quien quiera y que no lo haga quien no quiera, pero que tod@s tengamos ese derecho. Es una lucha similar a la que llevaron a comienzo del siglo pasado las sufragistas.

Creemos que este frente de lucha tiene especiales virtudes: enfrenta al gobierno de turno con su propio discurso "demócrata" obligándole a batirse en un terreno que le es poco favorable, permite vincular a la lucha a amplias capas de población inmigrante contra la que no se puede aplicar la política de represión/expulsión llevada a cabo contra las movilizaciones de inmigrantes irregularizados, y facilita la movilización de la solidaridad de toda la ciudadanía sobre valores democráticos muy básicos (una persona - un voto).

En Derechos para Tod@s pensamos que es momento de dar una batalla política por el derecho al voto de l@s migrantes. Es una lucha que se puede ganar, y que puede ser un instrumento más de movilización popular por otro mundo posible; pero son necesarias dos condiciones:

- que no se lleve a cabo como si de una "campaña de sensibilización" se tratase. Más que volver a insistir en la superioridad moral de nuestros planteamientos, se trata de movilizarnos inmigrantes y autócton@s tras un objetivo político concreto con real voluntad de ganar. Para ello es necesario planificar un trabajo a medio plazo, con movilizaciones in crescendo cuyo horizonte es conseguir el derecho al voto de todos y todas; que si bien sería deseable para las inmediatas elecciones municipales, parece imposble por carencia de tiempo (aunque debe ser el momento de impulsar con determinación la campaña), sino lograrlo en las siguientes. El camino hacia ese resultado debe venir jalonado por acciones y campañas que avancen acumulando fuerza hacia ese objetivo.

- que se superen las insuficiencias que ha mostrado el movimiento antirracista y de inmigrantes en el Estado Español en general y en especial en la capital del país; insuficiencias muchas de ellas compartidas por la izquierda en general (sectarismo, irredentismo, grandes egos, manipulación del discurso izquierdista con objetivos personales...) y otras propias del ámbito (asistencialismo, paternalismo, etc.). Para conseguirlo se hace necesario el recoger lo mejor de las propuestas organizativas del movimiento antiglobalización: descentralización, cooperación entre organizaciones por lazos de afinidad, establecimiento de hitos comunes en los que concentrar las energías del movimiento.

Si sabemos cumplir con esta necesidad histórica, al final habremos conseguido más poder para la gente, más derechos para las personas y habremos avanzado en la consolidación de un amplio movimiento antirracista plural y combativo.