Derechos para Tod@s 
Número 12
enero - febrero 2003




...Y BAGDAD COMENZÓ A LLORAR

Desiderio Martín, miembro de la V Delegación del Estado Español a Iraq, contra el embargo y la guerra


Son las 0,45 horas del 5 de enero de 2003 y 137 brigadistas del Estado Español, los componentes de la V Delegación a Iraq que organiza el Comité de Solidaridad con la Causa Arabe, este año con los lemas: ni guerra, ni sanciones, abandonamos la capital iraqi, donde sus 4,5 millones de habitantes, se quedan con su vida cotidiana, algo distinta, cruelmente diferente a nuestras grandes urbes occidentales, pero preñada de dignidad y resistencia que tan fácilmente se puede leer en los ojos vivos de las mujeres, hombres y niñ@s iraquís.

El poder del imperialismo americano e inglés, el poder del capital globalizado, ha hecho del pueblo iraqi, de los 26 millones de personas que lo pueblan, el objeto de deseo más despreciable: colonizar sus vidas, su cultura, sus tierras..., terminar con su autonomía política, expropiar sus riquezas y convertir a Iraq en un protectorado, en un nuevo Syles-Picot (1).

Iraq, la nación iraqi, es el segundo país en reservas de petróleo del mundo y cuenta con una población importante, preparada, culta y desarrollada. Para el eje USA-Israel, es estratégico cambiar las reglas de juego en la zona de Oriente Medio y la lógica que persigue esta reordenación, es anterior al 11-S de 2001, inclusive al inicio de la guerra del 90/91.

En los 80, comienza en la zona, un proceso de democratización, iniciado por Iraq. La guerra del 91rompe esta lógica y determina el desmantelamiento de las relaciones comerciales y de capital humano que Iraq había logrado instaurar en el mundo árabe. Se quiebra la economía Jordana y se anula el desarrollo económico de Iraq, imposibilitando su existencia como referente de la nación árabe de desarrollo económico y político autónomo. Los gobiernos árabes de la región se ven amenazados con la quiebra de sus economías, siendo su respuesta la represión de sus pueblos, desmantelando de esta manera los mínimos democráticos existentes.

Las opciones sobre el escenario actual son múltiples, pero en todas ellas el nuevo orden en la zona se muestra diáfano: imposición de un modelo de capitalismo global con líderes claros, USA-Israel.

Las políticas impuestas a sangre y fuego, embargo, sanciones y bombardeos sistemáticos desde el 91, se encontraban presididas por esta misma lógica: acabar con el modelo iraqi como referente para el mundo árabe, el cual demostró capacidad de desarrollo autónomo, independiente de los bloques y que buscaba desde el principio la paridad estratégica con Israel. Fracasada esta política de asedio, ahora toca el asalto final al pueblo iraqi.

Los corazones de los brigadistas sangran en el aeropuerto de Bagdad, moderno, brillante, desolado, sin vuelos, vacío, sin nadie que se atreva a romper el bloqueo y el miedo ante la "pax americana" impuesta al mundo y nuestra razón explota por salir y explicar al mundo que el capital global, lleva 13 años cometiendo un genocidio racional sobre el pueblo iraqi.

Hasta el año 1968 (revolución iraquí) toda la riqueza de Iraq se encontraba en manos del capital USA, Inglés, fundamentalmente; sólo 500 Millones de $ revertían al país. En 1972 se hecha a las compañías extranjeras y se nacionaliza el petróleo. Los ingresos de IRAQ pasan a ser de 25.000 Millones de $ que se reinvierten en el país: creación de infraestructuras de agua, saneamiento, eléctricas, etc., red sanitaria, red educacional, etc., inexistentes hasta ese momento, pasando a convertirse en una estado moderno y el más desarrollado de toda la zona (en 1980 un dinar iraqi valía 3 $, ahora por 1 $=2000 dinares iraqis). Estos son motivos para la agresión, es decir retornar a la monopolización del mercado del petróleo.

El embargo comienza después de la terminación de la guerra irano-iraqi. El Senado de EEUU, aprueba una resolución por la cual Iraq no debe recibir tecnología. Del 90 al 96, Iraq no puede exportar su petróleo y pierde 180.000 Millones de $, perjudicando el comercio mundial y produciendo la muerte de 1.700.000 iraqis, de los cuales la mayoría son niñ@s menores de 5 años, al privarles de alimentos, medicamentos, agua potable, red de saneamiento, energía básica.

La resolución 661 de la ONU (petróleo por alimentos) en el 97, modifica parcialmente la situación. Del 97 al 2001 Iraq exporta petróleo por valor de 60.000 Millones de $, de los cuales llegan a Iraq 22.000 Millones de $, es decir 3.900 Millones de $ por año, lo cual es sangrante si se considera que antes del embargo, Iraq contaba con una población de 18 millones de habitantes y ahora cuenta con 26 millones de habitantes. Esta renta anual representa el 20% de las importaciones antes del embargo y menos del 15% en relación a la población actual. El resto de dinero (hasta los 60.000 Millones de $), son para las indemnizaciones de la guerra y el pago a los inspectores de la ONU.

De los contratos que el gobierno tiene con las distintas compañías extranjeras, solamente les ha llegado el 76% de alimentos, el 35% de medicamentos, el 54% en agricultura, el 34% en electricidad, el 24% en red de aguas y saneamiento, el 15% en educación superior, el 5% en educación primaria, el 50% en transportes, el 34% en infraestructuras petrolíferas y el 18% en industria. ¿Porqué hacen esto el eje USA-ONU?, porque sin tener cubiertas las necesidades primarias (agua, luz, alimentación, saneamientos, educación, etc.) no existe desarrollo para el pueblo iraquí.

El gobierno iraqi en 1990, puso en marcha el cupón de abastecimiento consistente en el reparto de comida a todo residente en suelo iraqi, poniendo un precio mínimo al cupón, consistente en: 9 Kg. De harina, 3 Kg. De arroz, 2 Kg. De azúcar, 200 gs. De té, litro y medio de aceite, 1 Kg. De legumbres, medio litro de leche en polvo, medio Kg. De detergente, un cuarto de jabón y leche en polvo maternal para niños menores (10 botes, comida infantil y detergente y jabón extra). Se entrega mensualmente por persona, a través de una red de 50.000 tiendas privadas en todo el territorio iraqi, -inclusive en el protectorado kurdo del norte, bajo mandato de la ONU-, siguiendo el principio de acercamiento territorial de estas tiendas a la gente, para que el pueblo no tenga ningún gasto en transporte en su adquisición. Este sistema de reparto, reconocido por la ONU como un sistema justo, eficaz y sin corrupción ha impedido que la población iraqi muera de hambre.

La educación, incluida la superior es gratis. El sistema sanitario es universal, gratis y el precio de los medicamentos es simbólico. El estado financia hasta el 70% los productos para la construcción; se subvenciona hasta el 50 (%) la compra de coches. Los productos de frutas y verduras, en las cuales el país es autosuficiente, varían de precio según temporada, ocurriendo un fenómeno muy interesante como consecuencia del embargo ya que la población acumula estos productos de temporada, cuando son más baratos y hace conservas, de las cuales tiran cuando los precios suben por ser escasos. Las carnes y los pescados siguen siendo caros para su poder adquisitivo.

Las consecuencias del embargo son dramáticas, genocidas: la mortalidad infantil en el 90 era de 25 niños sobre 1000, en el 99 se dispara a 108/1000. Los efectos crueles afectan sobre todo a los más débiles, l@s niñ@s, ante la ausencia de vacunas, medicamentos, mal nutrición, carencia de potabilizadoras de aguas -en Bagdad más del 25% de la población bebe agua del río Tigris-, contaminación del medio ambiente, etc. En el bombardeo del 90/91 se dañaron 98 hospitales y 898 centros de salud y se destruyeron 4 almacenes de stok de medicamentos.

Cinco años después de nacionalizar el petróleo, se contaba con 30.000 camas hospitalarias, material médico-quirúrgico avanzado y miles de profesionales muy preparados. En el 90 morían 500 niñ@s menores de 5 años al mes en todo el país, en el 2001 mueren 7.500 al mes. Para los mayores de 5 años, las cifras eran: 1.600 al mes en todo el país en el 90 y en el 2001 se disparan a 9.000. Aparecen enfermedades que estaban erradicadas: cólera, polio, tuberculosis, tos ferina, paperas, difteria, malaria, etc., ligadas todas ellas al proceso social degradado por la voluntad genocida de los gobiernos del mundo. Las enfermedades por malnutrición se multiplican por tres desde 1990 y aparecen enfermedades que sólo se sabía de su existencia por los libros, a consecuencia de la utilización del uranio empobrecido en una parte muy importante del territorio iraqi, sobre todo en la zona sur: cánceres, tumores malignos, leucemias, mal formaciones genéticas (casos idénticos a los hijos de los soldados americanos participantes en la guerra del golfo), insuficiencia renal, esterilización.

Las personas afectadas por la utilización de armas con uranio empobrecido, se cifra en el 45% de la población. La radiación perdurará 4.000 millones de años, contaminando tierras, aguas y personas.

La situación a la cual se ha querido llevar al pueblo iraquí se resume en las palabras del antiguo Secretario James Baker que dijo al viceprimer ministro iraqi, que el objetivo es retrotraer a la nación iraqi a la era preindustrial.

Cuando salíamos, todo esto te viene a la mente, pero creo que por encima de esta barbarie, sufrimiento, dolor, crueldad... permanece lo que veías y se percibía en la calle, en la gente tranquila en su vida diaria, en su cotidianidad: su capacidad de resistencia, su decisión inequívoca de luchar y su convicción de que tarden lo que tarden, echarán a los invasores de su tierra y de sus vidas.

Este pueblo es un pueblo con una dignidad demostrada. No lo abandonemos. Parar la guerra, terminar con el embargo es una necesidad de tod@s los pueblos del mundo. Como se gritaba en la sede de la ONU en Bagdag: NO AL EMBARGO, PAREMOS LA GUERRA, OTAN NO BASES FUERA.

...y Bagdad se puso a llorar a nuestro regreso, es decir, llovía


(1) Derrotados los turcos, se hizo público el tratado secreto Syles-Picot de 1916, por el cual Francia e Inglaterra se dividían los territorios árabes: Siria para los franceses, los cuales fueron expulsados posteriormente y Mesopotamia para los ingleses.