ESTADO DE SITIO EN COLOMBIA
Comité
de Solidaridad con América Latina- COSAL de Asturias
Por más que estuviera
archianunciado en la campaña guerrerista que llevó a Uribe
a la presidencia de Colombia con menos del 24% de los votos posibles,
el estado de conmoción interior decretado, no puede sino generar
fuera de Colombia la misma preocupación que genera dentro de aquellas
fronteras.
El estado de sitio nada tiene que ver con la guerra a las guerrillas.
Por el contrario éstas actuarán con mayor amplitud y con
más justificación si cabe.
El recorte a todas las libertades tiene que ver con la eliminación
drástica de cualquier movilización de las que estan anunciadas
y de las que se han dado esta semana por pobladores en diversos lugares
del país, reivindicando simplemente agua o electricidad.
El nuevo impuesto para la guerra, es decir destinar más dinero de los contribuyentes para pagar al nuevo somaten armado, contrasta con la necesidad de dedicar dineros y recursos precisamente para atender las necesidades de alimentación y servicios sociales de la población
colombiana.
El estado de sitio de Uribe supone la legalización de los asesinatos, de la desaparición forzada, de la tortura a escala monumental y el impedimento feroz para que cualquier demanda popular pueda tener cauce democrático.
Hablarán las armas y el esquema militar se impondrá, a menos que alguien, muchos alguiens en todo el mundo inventen otro estado de conmoción exterior para imponer cordura y salida negociada a la guerra de exterminio aprobada en Washington y dictada por la embajadora Paterson.
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